¿Cómo fluye la inspiración literaria en las cárceles? ¿Qué imágenes y acciones dispara? ¿Qué prejuicios quiebra? Las respuestas estarán este viernes 30 de mayo -de 17 a 21- en la Sala Augusto Raúl Cortazar de la Biblioteca Nacional, en Escribir en la cárcel hoy. Jornada sobre trabajo, saberes y literatura en la cárcel. Un intercambio en el marco de la exposición Cárceles. Narraciones del encierro (1878-2025). Con entrada libre y gratuita, la jornada Escribir en la cárcel hoy compartirá documentos y reflexiones sobre la escritura más allá de las condiciones de prisión.
Habrá talleristas, colectivos, editores y poetas de Foz de Iguazú, Rosario, Santa Fe, La Plata, Mar del Plata, El Bolsón y Buenos Aires. “Este es un encuentro entre talleristas – personas que trabajan en la cárcel- y escritores que estuvieron presos, pero que ya están liberados o liberadas, y se presentarán diferentes archivos y materiales para reflexionar sobre la importancia de la escritura, la educación y las actividades en el encierro”, dice I Acevedo, activista transgénero, escritor argentino y curador del encuentro en la Biblioteca Nacional.

“La jornada del viernes será muy movilizadora”, dice, ya que “cada una de estas personas que van a compartir han venido trabajando hace muchos años con personas privadas de libertad, a las cuales se las castiga quitándoles la chance de desarrollarse de igual manera que quienes estamos libres. Pero logran muchísimo con muy pocas herramientas: producen, escriben, se educan y trascienden el encierro con sus materiales. E incluso logran superar límites idiomáticos y fronteras”.
El programa de Escribir en la cárcel hoy. Jornada sobre trabajo, saberes y literatura en la cárcel está pensado para multiplicar los encuentros y los diálogos. De 17 a 18, en “Leer, escribir y traducir” interactuarán Juan Pablo Parchuc, del Programa de Extensión en Cárceles de la UBA y Dar Margen; Graciela Rojas, de Mujeres Tras las Rejas, de Rosario; Alejandra Rodríguez y Ariel Lutzker, del Colectivo YoNoFui, de Buenos Aires; y Mario Torres y Cristiane Chechia, de Direito à Poesia, de la UNILA, en Foz de Iguazú, Brasil.
Cárceles: «Escritura y territorios de resistencia»
Ya de 18:15 a 19:15, en “Escritura y territorios de resistencia” dialogarán Federico Ternavasio, de Barrett Comunidad Editorial, de Santa Fe; Alberto Sarlo, de Editorial Cuenteros, Verseros y Poetas, de La Plata; Ayelén Stroker, de la Cooperativa Esquina Libertad, de Buenos Aires; y Juliana Arens, de FUGA ediciones, de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Y, ya para el cierre, de 19:30 a 20:30 transcurrirá el recital de poesía “La respuesta poética”, con Miguel Bilbao, Maximiliano Cisneros y Liliana Cabrera.

Según I Acevedo, “todos estos grupos ya tienen un diálogo muy fuerte entre sí. Este es un hito más dentro de otras cosas que suceden hace años en la Biblioteca Nacional”. Además, las organizaciones participantes “donaron gran cantidad de material”, el cual “va a estar disponible para que la gente pueda investigar”. En sintonía, Escribir en la cárcel hoy. Jornada sobre trabajo, saberes y literatura en la cárcel será aún más movilizadora “en este contexto, en el que se habla de la baja de la edad de imputabilidad. La muestra y la jornada son súper oportunas”.
Desde la cárcel se puede producir contenidos que transformen realidades: que abran nuevas miradas a lo creativo y que rebatan discursos de odio en la sociedad. “Hay gente que ha cambiado su vida, no en el sentido de que ha dejado de ser criminal por la literatura, pero sí descubierto una práctica realmente muy grande”, señala I Acevedo, que trabaja en la Dirección de Investigaciones de la Biblioteca Nacional.

¿Cuáles son los prejuicios a vencer respecto de la expresión literaria en cárceles? El I Acevedo piensa en los profusos materiales de la exposición Cárceles. Narraciones del encierro (1878-2025): “Una de las secciones muestra los medios de comunicación de los años ’20 y ’30, en particular el diario Crítica, que reflejaba las imágenes lombrosianas de la criminalidad. A eso hasta el día de hoy los vemos en los medios: hay muchas ideas genéticas y eugenésicas, sobre lo que es un criminal, que permanecieron”.

En sintonía, “tenemos que analizar los propios prejuicios que tenemos, sin notarlo, alrededor de estos temas. Desarmar esos preconceptos lleva mucho esfuerzo. Pero para eso está una biblioteca, ¿no es así?”, interpela I Acevedo. Por eso “esta muestra es como una especie de biblioteca anticarcelaria, que refleja que las prisiones son un invento humano, y que hay gente que pone en cuestión esas mismas ideas a través del arte y de la creatividad”.