Rengo Yeta, es el nuevo libro de César González. Es la continuación de El Niño Resentido, en la que el autor -de 36 años- narra sobre su niñez y su vida tras haberse criado en el seno de una familia muy humilde en la villa Carlos Gardel.
Como consecuencia de las injusticias sociales que padeció junto a los suyos, cuando tenía 16 -tras haber cometido un secuestro extorsivo- fue detenido y privado de su libertad en el instituto de menores Luis Agote, ubicado en el barrio porteño de Palermo. Luego fue llevado a la cárcel de Marcos Paz. Está en libertad desde los 21.
González supo canalizar y capitalizar el tiempo de encierro de manera positiva. Lo hizo a través de la lectura y la escritura, y ambas son su pasión. Hoy todas sus obras literarias, poéticas, cinematográficas y periodísticas señalan la precariedad institucional del sistema social vigente que es más o menos violento, según quien ocupe el turno en la política.
Tiempo mantuvo un diálogo con César en el que el autor habló sobre su obra: «No sé si hay un mensaje, no pienso mi escritura desde ahí. Intento, eso sí, que la gente pueda preguntarse mejor sobre algunas realidades que desconoce».
Y completó: «No busco dar respuesta, sino que sepan que en los barrios populares y en las cárceles existen seres humanos que cargan con la complejidad y las contradicciones de cualquier ser humano. Y no los modelos uniformes, caricaturescos y simplistas con los que suelen identificar a esos sectores».
Cuando este diario le consultó sobre los objetivos de su novela autobiográfica Rengo Yeta, respondió: «Derribar prejuicios, desmantelar estereotipos, reivindicar la potencia creativa de los sectores populares«.
En esta línea César terminó remarcando que con su libro pretende «poder servir a que mi gente, de las barriadas populares, se anime a contar su historia sin temor a la castración penal o de las ciencias sociales«.

Rengo Yeta fue publicado recientemente por Penguin Random House Grupo Editorial. Es un libro de 194 páginas, incluyendo los agradecimientos que realiza el autor al final de su nueva novela autobiográfica que acaba de salir a la venta.
Su obra también deja al descubierto que entre los sectores populares y las instituciones de encierro, existe una continuidad: del barrio al instituto de menores o la cárcel. Por lo cual, es un libro que reafirma que los sectores populares sufren en carne propia la criminalización de la pobreza.