Héctor Daer manifestó en abril su determinación de no renovar su cargo como cosecretario general de la CGT, que ostenta desde hace casi una década.

El anuncio pareció una variante del remanido recurso de un “operativo clamor”. También se creyó que el dirigente y el sector que lo sostiene buscaron reforzar su figura con el propósito de dejar atrás el mecanismo del triunvirato, que sirvió para reunificar a la central en agosto de 2016 y, más allá de las recurrentes renuncias de triunviros, garantizar la unidad de la CGT durante tres mandatos.

Pero la decisión de Daer de tampoco renovar su cargo de secretario General de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad (ATSA), terminó de convencer de que la decisión va en serio.

Su compañero en el tridente de conducción de la CGT desde 2016, Carlos Acuña, también anunció su intención de no renovar su mandato que llevó adelante como referente del espacio liderado por José Luis Barrionuevo.

Vacío de poder

Las defecciones de los principales dirigentes a medio año del cumplimiento del mandato generaron una suerte de desgobierno funcional a la nueva tregua que la mesa chica decidió concederle al gobierno durante el proceso electoral. Ese respiro al oficialismo escaló un peldaño con el aval que la mesa chica concedió al Consejo de Mayo al respaldar la designación por decreto del titular del gremio de la Construcción, Gerardo Martínez, para que lo integre.

“Todo el mundo sabe que cuando anuncias que te vas, perdiste el poder. Es como un presidente que ya perdió las elecciones y no entregó el mando”, reflexionó en diálogo con Tiempo un histórico dirigente que prefirió preservar su identidad. “No se si llegan a noviembre, pueden adelantar el Congreso y renovar antes”, arriesgó.

Esa alternativa también sobrevoló las declaraciones del secretario general de La Fraternidad, Omar Maturano, que señaló a Tiempo que “haya o no adelantamiento de las elecciones en la CGT, en el transporte vamos a ir todos juntos a negociar el lugar que tenemos que tener en la conducción”. La virtual acefalía, de cualquier forma, dio rienda suelta a la ‘rosca’ entre los distintos sectores que conviven en la central y que, al menos hacia afuera, coinciden en que el contexto político, económico y social torna improcedente toda posibilidad de ruptura.

Sin embargo, el impasse en el que ingresó el Consejo Directivo de la CGT luego del último paro del 10 de abril no ayuda a que se aquieten las aguas internas. De hecho, la UOM emitió un comunicado en el que dice que “la CGT no puede permanecer inmóvil” y exige la convocatoria urgente de un Comité Central Confederal para discutir la coyuntura y definir un plan de acción. Abel Furlán, su secretario general, es uno de los nombres que resuenan como candidato a secretario general de una nueva conducción unipersonal.

Es que la variante del triunvirato parece haber quedado en el pasado. Barrionuevo señaló en un cónclave de su espacio político Trabaj.ar que “vamos a buscar en la CGT un nuevo dirigente que sea uno, no tres”. La definición no es menor en tanto el recurso había servido para integrar precisamente a ese espacio y evitar una escisión. Como se descarta que ese espacio reúna la fuerza para imponer ese dirigente único, la definición busca allanar el camino a un secretario general de otro sector y, a la vez, disimular su retroceso y eventual eyección en otro triunvirato.

Para esa candidatura única, por el momento, se hicieron públicos los nombres de Furlán, de la UOM, y Jorge Sola, del Sindicato del Seguro. Pero el sector del transporte (atravesado por distintas escisiones) podría hilvanar una propuesta con peso propio y no puede descartarse que, para la tarea, algún sector busque recurrir a dirigentes históricos como el constructor Martínez, Andrés Rodríguez, de UPCN, o Armando Cavalieri, de Comercio, quienes a pesar de su desgaste ante la opinión pública, conservan influencia en el sector dialoguista.

Versiones más disruptivas señalan la figura emergente de la secretaria adjunta de la UEJN, Maia Volcovinsky. La dirigente de 43 años, a la vez, podría ser un as en la manga del barrionuevismo ya que abreva en ese espacio político o, al menos, así lo han venido sugiriendo sectores vinculados con el flamante Frente de Lucha por la Soberanía, el Trabajo y el Salario. Su participación en el plenario de Trabaj.ar sentada en la mesa de conducción parece darles la razón.

Desde el ala mas confrontativa, el gráfico Héctor Amichetti señaló a Tiempo que “coincido con lo que está planteando la UOM y Abel Furlán. Debemos recobrar el funcionamiento democrático. No puede haber una mesa chica sino un Consejo Directivo e instancias orgánicas como el Comité Confederal”.

El dirigente, sin embargo, señaló que “antes de hablar de nombres y si son tres o no, hay que plantearse el problema del programa. No podemos coincidir todos los gremios sin un programa que arranque una posición firme frente al gobierno. El último que acordamos fueron los 26 puntos cuando estaba Saúl Ubaldini que empezaba por el reclamo de moratoria de la deuda externa”.

Con todo, el “Gringo” le bajó el tono a las versiones de adelantamiento: “No creo que ganemos mucho adelantando. Los tiempos no van a dar para hacerlo antes. Hay que buscar un acuerdo general y llamar a la renovación en los términos que corresponde”. «

El Frente de Lucha sigue con ollas solidarias

El flamante Frente de Lucha por la Soberanía el Trabajo y el Salario, integrado por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), la UOM y ambas CTA, entre otras expresiones sindicales, que hizo su presentación el 25 de junio con una marcha de alrededor de 10 mil personas, buscará dar continuidad a sus acciones de visibilización con una jornada solidaria por el Día de la Independencia.

La actividad será organizada especialmente por la CATT, liderada por Juan Carlos Schmid. Comenzará a las 12 frente a la Iglesia Inmaculado Corazón de María, a metros de Plaza Constitución, bajo la consigna de “una nueva Independencia Nacional donde reine en el pueblo el amor y la igualdad”. En un documento firmado por Schmid y Juan Pablo Brey, secretario de Prensa de la CATT, denuncian “la imposición de la barbarie económica, como norte de la gestión nos conduce hacia un callejón sin salida”. Agrega que “este 9 de Julio nos tiene que hermanar en la sublevación, en la solidaridad, no vamos a permanecer indiferentes si uno de los nuestros sufre”.