Chile y España comparten diversos momentos estelares y tristes en su historia. Estelar es que fueron la cuna de dos de los más grandes poetas de la lengua española, a quienes unió una gran amistad: Pablo Neruda y Federico García Lorca.

Triste fue que ambos genios de la palabra convertida en versos excelsos murieron asesinados por dictaduras fascistas. Federico fusilado en Granada, muy joven, por el gobierno fascista de Francisco Franco. Pablo inyectado con virus causantes de septicemia por médicos al servicio de la dictadura de Augusto Pinochet en la clínica Santa María de Santiago de Chile.

Estelar fue la recuperación pacífica de la democracia por chilenos y españoles.

Triste es la amenaza inminente del retorno del fascismo pinochetista en Chile y la latente posibilidad de que el neofascismo franquista retorne al poder en España, en ambos países por la vía electoral.

En los dos países detrás de los posibles retornos neofascistas están fallidos procesos políticos conducidos por liderazgos democráticos amnésicos, con un error común: haber echado un manto de impunidad sobre el pinochetismo y el franquismo.

Chile y España: el fascismo llama a la puerta
Pablo Neruda.

En Chile Pinochet continuó al frente de las Fuerzas Armadas durante varios gobiernos civiles democráticamente electos, en un extraño retorno democrático donde el presidente era el jefe parcial del Estado porque la fuerza armada seguía en manos del dictador, quien vigilaba que no se juzgaran sus crímenes y garantizaba que el modelo ecosocial neoliberal construido bajo su mandato siguiera incólume y los crímenes de él y sus secuaces continuaran impunes.

Una gigantesca operación mediática nacional e internacional convenció a buena parte de los chilenos y el mundo que el “modelo chileno” era la más exitosa forma de salir del subdesarrollo sin industrialización, exportando bienes primarios, en una estructura de ingresos concentradora y excluyente que consagró la desigualdad social en todos los ámbitos como una necesidad de la modernización “a la chilena”. Hasta que el estallido social que encabezaron jóvenes como Gabriel Boric y Camila Vallejo desnudó ante el mundo el espejismo sobre el éxito del modelo chileno.

Chile y España: el fascismo llama a la puerta
Federico García Lorca
Foto: Ministerio de Cultura de la Nación

En España los Pactos de la Moncloa fueron mundialmente difundidos como una transición democrática excelsa, mientras los libros de texto escolar negaban la existencia de la República en la historia, la guerra civil se ignoraba y los crímenes del franquismo nunca se juzgaron ni jurídica ni moralmente hasta que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero creó la ley de la memoria histórica. También se mantenía, a causa de los crímenes de ETA, oculta la realidad de que la España castellana es una falsedad. España es un conglomerado de culturas diversas, las más gravitantes la castellana , la catalana y la vasca.

Chile y España: el fascismo llama a la puerta
Foto: Oscar del Pozo / AFP

La necesidad de Pedro Sánchez de alcanzar y mantener su investidura como Presidente del gobierno con fuerzas independentistas de Cataluña y el País Vasco ha permitido cierto avance en el reconocimiento de la realidad histórica de una España como abigarrado conjunto de etnias lingüísticas y culturales diversas.

En Chile pasaron décadas para que la pelea entre los herederos sacara a la luz la gigantesca corrupción del dictador Pinochet que acumuló inmensa fortuna mientras congelaba salarios de la clase trabajadora chilena.

En España las conocidas corruptelas de Juan Carlos I, puesto en el trono por Francisco Franco, ex jefe de Estado, rey emérito que vive en el extranjero, no se juzgan ante la ley y se mencionan púdicamente en los medios hegemónicos porque los monarcas borbónicos son intocables.

En Chile y España se recuperaron los derechos civiles básicos después de las dictaduras de Pinochet y Franco. Pero el modelo económico y social garante de la dominación de oligarquías económicas se mantuvo  intacto.

En ambos países las democracias pactadas con el pinochetismo y el franquismo son por definición débiles, incapaces de educar a los jóvenes que ven lejanos los regímenes de Pinochet y Franco y votan sin conciencia de lo que fascismo significa.

En España el verso desencantado de García Lorca antes de su asesinato fue premonitorio de las décadas sombrías que viviría España con el régimen de Franco y el posfranquismo: “Como no me he preocupado de nacer, no me voy a preocupar de morir”.

En Chile el verso de pesimismo y esperanza de Pablo Neruda también es premonitorio de lo que viviría su patria con el proceso fascista de Pinochet y la democracia pactada del pospinochetismo: “Podrás arrancar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”.