“Casi que la hice porque quería actuar en una película”, bromea pero no tanto José Glusman, director de Cien años de perdón, la película que cumple 25 años de su estreno y los festeja con una función especial el próximo martes 26 en el Gaumont. “Fue un guión muy elaborado y siempre supe que lo iba a actuar -rememora el fin del siglo pasado, cuando tuvo la aprobación del Incaa para encarar la producción-. Las circunstancias de producción hacían que mejor me quede solo dirigiendo porque estaba todo muy complicado. Pero yo era un kamikaze. Y además fue la película que me llevó por medio mundo, tuvo premios afuera y fue un enorme desafío: cine fílmico, que no era fácil en ese momento para una producción independiente. De repente se vinieron estos 25 años”, dice sin dejo alguno de nostalgia.

La película que cuenta con las actuaciones de Pompeyo Audivert, Márgara Alonso, Noemí Frenkel, Helena Tritek, David Szneck y el propio José Glusman, cuenta la historia de un vínculo vecinal en un pueblo de Entre Ríos que se complica por una deuda. Sin buenos ni malos, todos están empeñados en el sálvese quien pueda, excepto dos personajes que se descubrirán sobre el final.

Función especial de "Cien años de perdón" a un cuarto de siglo de su estreno

Glusman recuerda a las amistades que forjó como con Pompeyo (Audivert), Noemí (Frenkel), “además de todo el equipo técnico”, y se permite una nueva broma: “Esto normalmente lo hace un productor, pero da la casualidad de que en Cien años de perdón era director, autor, actor y productor, una desmesura. Así que dije: le voy a decir al productor a ver si arma algo para estos 25 años (risas)”. “Y me escuchó”, remata con más risas.

No se queja que como en aquel entonces se encargue de “ir a buscar y llevar banner», y de llevar y traer la copia, que si bien propia la conservó en condiciones el crítico e historiador de cine Fernando Martín Peña. “Algo que me renueva energías en este momento tan deprimente para la industria audiovisual: darnos este momento de alegría y reencuentro después de un cuarto de siglo de una obra que va a perdurar.”

Función especial de "Cien años de perdón" a un cuarto de siglo de su estreno

No estuvo contando los días ni tampoco pendiente del aniversario de su debut como director. El recordatorio fue más bien fortuito. “Hace poco más de un año empecé a usar el calendario del buscador tan conocido por todos nosotros. Y anoté el 24 de agosto que es el día que se estrenó. Y hace un mes y pico estaba pidiendo turnos médicos y lo vi. Dije: no lo voy a dejar pasar. Conté con la complicidad y la ayuda de Matías Méndez, del Gaumont, y la copia es mía, no la del Incaa, simplemente porque lleva menos trámite. Fue un arrebato de los últimos dos meses en los que empecé a armar y buscar la gente con la que la hicimos, aunque varios lamentablemente ya no están. Pero eso me daba más energía para homenajearnos porque no pasa muy seguido esto.”

La obra que nunca imaginó que iba a llevarlo a hacer seis más, la volvió a ver luego de 24 años. “La estrené en 2000 y todo el 2001 me la pasé de festivales. Y no la vi más. Y menos en cine. Fue una experiencia increíble el miércoles pasado: yo solo viéndola en la Sala Leonardo Favio del Gaumont, toda la proyección en 35 mm. Al terminar aplaudía desde arriba el proyectorista: Tendría que quedar en cartelera, me dijo. Me sorprendió la actualidad que tiene. Era predictiva de lo que estábamos viviendo: una clase media que se estaba rompiendo, cayéndose a pedazos, con un país y una misma clase media endeudada haciendo lo imposible para zafar. Y de repente pasan veinticinco años y la circularidad histórica de nuestro país nos pone en una situación similar. En muchos aspectos la estamos pasando como en ese momento, y en algunos casos peor.”

Función especial de "Cien años de perdón" a un cuarto de siglo de su estreno

Cien años de perdón tiene reminiscencias a Esperando la carroza, aunque en un tono mucho más oscuro: en ese sentido también guarda muy buena relación con el tiempo que la parió. “La película está tan viva, tan vigente, tan representada por la manera de actuar de todos los que actuamos, que sentís que es actual por más que hoy se comprenda diferente.” En ese sentido, Cien años de perdón tiene todo el machismo de su tiempo, pero vislumbra un papel de la mujer que hasta ese entonces el cine convencional y tampoco el independiente tenían en semejante consideración. Y sin ningún subrayado. “Es una película en la que los hombres arman los problemas y las mujeres los resuelven”, dice en inigualable síntesis. Los hombres son los que se endeudan y entran en disputa violenta, las mujeres quienes salvan a todos, aunque se llevan el rédito que merecen, y que sabe a sabrosa venganza. “Los quilombos los resuelven el personaje de Noemí, y Berta, el de Helena: una se lleva la plata y la otra ante la situación de tener que ir al hospital por una herida de bala arma el discurso de lo que todos van a decir.»

Y también los distingue en cuanto a sus ambiciones. Mientras los varones lloran sus situaciones y echan culpas a los demás, ellas se muerden el labio y enfrentan sus fracasos y frustraciones sin bajar los brazos. “Y después de toda esa situación los hombres se quedan haciendo la misma vidita que estaban haciendo y las que cambian son las mujeres.” “Sí, eso fue a conciencia”, dice sin dudar ante a la pregunta de lo deliberado de la escritura del guión. “Porque el germen de la historia fue que a alguien le pasaba algo extraordinario en su pueblo y al volver sigue con su vida como si no hubiera pasado nada, que es la resolución que tienen los personajes masculinos.”

Función especial de "Cien años de perdón" a un cuarto de siglo de su estreno

La idea del país que en el largo plazo nada cambia se refuerza con la situación que vivía la producción cinematográfica. “La película la empecé con un Incaa y en el medio el señor (ministro de Economía, Domingo) Cavallo capturó los fondos del Incaa y empezó a hacer una distribución discrecional. Es sorprendente esta sensación de circularidad cuando la veía: el momento social, cómo está el Incaa ahora, de cómo padece la clase media. La película reflejó un momento que uno creía superado, y de repente estamos pegando la vuelta. La vigencia que percibí al verla es sorprendente.”



Cien años de perdón

Argentina, 2000. Dirección: José Glusman. Guión: Juan Ameijeiras y José Glusman. Elenco: Pompeyo Audivert, Márgara Alonso, Noemí Frenkel, Helena Tritek, David Szneck y Glusman. Única función: martes 26 de agosto a las 20 en la sala 1 del Cine Gaumont, Avenida Rivadavia 1635.