“Posse con los laburantes sos un botón, volvéte para el sillón”. La frase se canta en la esquina de Diagonal Sur y Avenida Belgrano, en la Ciudad de Buenos Aires. Este viernes, la vereda de esa intersección donde funciona la Jefatura de Gabinete que conduce Nicolás Posse, está ocupada por un escenario de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y cientos personas que reclaman por los despidos que se anuncian por lo bajo, con rumores que toman estridencia en las redes sociales y cadenas de Whatsapp.
Se trata de científicos y científicas. Encargados de investigar en áreas claves para el desarrollo del país. Hoy luchan por no perder el empleo, mientras el gobierno de Javier Milei mantiene la asfixia presupuestaria del sector. Mientras marchaban, fueron llegando más telegramas de cese de tareas: este viernes hasta la tarde contaban casi cien nuevos despedidos.
El decreto 84/23, una de las primeras medidas del presidente Javier Milei, solo prorrogó los contratos de trabajadoras y trabajadores estatales hasta el 31 de marzo próximo. A sólo 9 días del cumplimiento del plazo, entre los estatales de Nación solo hay incertidumbre y, en especial, entre los trabajadores, investigadores y becarios del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) hay un estado de alarma. El Ministerio de Ciencia y Tecnología ya tuvo 300 despidos y el Conicet, 50. En esta oportunidad podrían ser miles y, según lo que se dice desde el micrófono en el escenario, las listas de los despedidos y despedidas están siendo armadas por Nicolás Posse, en ese momento y en aquel edificio.
En repudio a los despidos y el ajuste, el lunes a las 11 horas marcharán al Polo Científico en el predio del ex Ministerio, en el barrio porteño de Palermo.
Un acto en unidad en contra de los despidos del Conicet
“El 31 de marzo se vencen 1.600 contratos de trabajadores y trabajadoras administrativas del Conicet pero también de miles de todo el Estado nacional. Sin administrativos, el Conicet no puede funcionar y es imprescindible, urgente que esos contratos se renueven, que se renueven todos, no puede faltar ni una persona, no sobra nadie”, dice Mariano Del Pópolo, becario doctoral en el organismo y delegado de ATE.
La situación general en el Conicet, cuenta Del Pópolo, es de mucho desgaste y angustia aunque también de lucha. “El golpe que nos están dando en nuestro salario es tremendo, hay una decisión política de vaciar el Estado nacional incluyendo a Conicet, de doblegarnos moralmente, por eso también los despidos a cuenta gotas”, resalta.
“Aquí se están haciendo esas listas de despidos pero vamos a resistir, incluso esta semana todos los directores provinciales de los centros científicos y tecnológicos del Conicet firmaron un comunicado conjunto, exigiendo que se renueven todos los contratos”, afirma. El delegado dice que la ciencia de un país es lo que da soberanía, autonomía y margen de maniobra en situaciones de crisis como en la pandemia. Que por eso se defiende, “para que se pueda tener un recurso propio”.
Soledad Santillán es secretaria de Convenios Colectivos de Ate Capital. Remarca que la presencia en las calles se debe a que no quieren más despidos: «queremos que se renueven todos los contratos y no haya más recorte en Ciencia y Tecnología porque entendemos que en este lugar –señala el edificio- se están armando los listados de los trabajadores despedidos.
También resalta que la actividad de protesta se organizó en unidad entre Ate Nacional y Ate Capital, dos sectores del gremio que han tenido sus diferencias de manera histórica: “Ciencia y Tecnología es un pilar importantísimo para la Argentina que en todo el mundo es reconocida, hay que seguir cuidando la ciencia para nuestro futuro, significa el avance y la innovación de un país”.
Hacia un paro general y un plan de lucha
Las paredes de la Jefatura de Gabinete tiene carteles de Ate y otros que dicen: “No somos casta, somos trabajadores”, “Acá no sobra nadie, basta de despidos” y “No al cierre de las Agencias SIEMPRO del Consejio Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. En el escenario, mientras suceden los discursos y se canta que la Patria se defiende, también se lee “Defendemos Télam, defendemos la democracia”.
La multitud aviva aplausos y cantos, una multitud cercada en un corralito policial. A los 15 minutos del comienzo del acto, dos camiones con más de 30 efectivos de la Brigada de Infantería de la Policía de la Ciudad, con tonfas, escudos y armados, arriban al lugar y se posicionan sobre la calle.
Rodean la protesta que se cumple de manera pacífica y sobre la vereda, como marca el infame protocolo aprobado por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. Unos cuentos efectivos de tránsito se posicionan en las cercanías.
Mientras eso sucede, Daniel Catalano, secretario general de Ate Capital dice a viva voz que “hay un nivel de violencia política, violencia institucional y violencia estatal que se nos impone” y que se está coordinando con el resto de los gremios y la CGT –y lo repite varias veces- “para que más temprano que tarde podamos construir un paro general con un plan de lucha porque entendemos que no va a alcanzar con un paro, es una consigna inmediata, urgente y necesaria”.
También declama que para derrotar a Javier Milei, a Villarruel, a Rocca, a Macri, a Techint, a Pérez Companc “necesitamos que el pueblo salga a la calle y los eche de una vez por todas porque parece que 100 días fueron 100 años”. Catalano se solidariza, además, con la víctima de violencia y abuso de la agrupación Hijos, cuya denuncia trascendió este jueves.
“Ahora estamos lamentando victimas de la peor oscuridad de este Gobierno porque en el día de ayer pudimos conocer que en las fuerzas ocultas que no son las del cielo, sino la de los servicios de inteligencia abusaron de una compañera de Hijos a quien le mandamos un abrazo enorme y le decimos que el 24 vamos responder en la calle, en un marco de unidad y vamos a ser millones de argentinos y argentinas”.
La incertidumbre de quienes concursaron y ganaron
Magdalena llegó desde Florencia Varela y sigue el acto de protesta desde la vereda. Sabe que una de las miles de personas despedidas puede ser ella. Trabaja desde 2023 en una unidad ejecutora del Conicet y se unió a las más de 100 personas del organismo que, en todo el país, viven con incertidumbre acerca de su futuro laboral, con motivo de las políticas de la gestión actual. “Los cien que somos concursamos por un cargo de profesional en el Conicet y no sabemos qué pasará con nuestra alta en el sistema de concursados”, cuenta.
Ella pertenece a la carrera profesional de apoyo a la investigación, se especializa en Comunicación y Divulgación y es parte de ese universo de trabajadores sin los cuales el Conicet no puede funcionar. “Algunos concursaron y ganaron becas pero están asignados a lugares distintos de donde están realizando, efectivamente, las becas. Hay situaciones múltiples y e incluso gente en el exterior que está esperando porque ganó el concurso”, apunta.
También dice que la única salida es conocer las realidades de los demás trabajadores y con un reclamo colectivo: “La ciencia importante para la vida cotidiana, la historia reciente del conicet muestra que salió a defender la vida de las personas, investigando y creando vacunas cuando fue necesario, también difundiendo información cierta, veraz, confiable”. Magdalena y sus cientos de colegas coinciden: la ciencia en un país es fundamental, la de Argentina es prestigiosa y reconocida en todo el mundo, y hoy tiene riesgo de vida.