Las universidades son uno de los (tantos) sectores que hoy luchan por sobrevivir en la Argentina, ante el ajuste del gobierno de Javier Milei. En su caso, se mantienen con el mismo presupuesto de 2023, con el pequeño detalle de que ya se atravesaron dos meses con inflación del 25 y 20 por ciento en enero y febrero, respectivamente. A lo que se suma la devaluación (en casi todas existen investigaciones con insumos dolarizados) y los aumentos tarifarios, con el aliciente de que el Ejecutivo nacional decidió quitarles el subsidio que hace años se otorga a las instituciones educativas, y también a otros sectores como los clubes de barrio.

En ese marco, ya hay universidades que anunciaron un recorte de la matrícula, otras que debieron suspender desarrollos, y la mayoría que salió a dar una fecha precisa: con el presupuesto actual no podrán funcionar más allá de mayo o junio.

Así, se llegó al primer encuentro del año del Comité Ejecutivo del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a todas las universidades del país. A su término, lanzaron un comunicado. Allí enfatizan que a días del inicio del ciclo lectivo «de no mediar acciones que rectifiquen el rumbo, se verá seriamente afectado el pleno funcionamiento de las instituciones universitarias públicas».

Piden incrementar «razonablemente los gastos de funcionamiento mensuales, actualizándolos conforme el proceso inflacionario que atravesamos, de manera de garantizar la continuidad de nuestras actividades y el cumplimiento de nuestra misión; actualizar los salarios de docentes y nodocentes; dar continuidad a los programas universitarios vigentes destinados a inversión en obras de infraestructura, equipamiento y sostenimiento de los programas de becas; y garantizar el presupuesto necesario para sostener las actividades de ciencia, tecnología y extensión».

La semana pasada, las autoridades del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) fueron recibidas en el Palacio Pizzurno por el secretario de Educación de la Nación, Carlos Torrendell, y por el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Alvarez. Según afirmaron en ese momento, abordaron la necesidad de la actualización de los gastos de funcionamiento, las condiciones de continuidad del plan de inversiones, las paritarias docente y nodocente, los programas y los proyectos de desarrollo, entre otros: «Las autoridades gubernamentales comprometieron sus gestiones y respuestas en los próximos días». Eso nunca sucedió.

El comunicado completo del CIN

Los rectores y las rectoras, reunidos en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), advertimos sobre la difícil situación por la que atraviesa el sistema universitario público nacional.

Conscientes de la delicada situación que atraviesa la Argentina, las autoridades del sistema universitario público hemos compartido nuestras preocupaciones responsablemente, hemos gestionado ante las autoridades competentes las acciones que entendemos necesarias y, producto del esfuerzo colectivo de nuestras comunidades, hemos garantizado, en condiciones muy difíciles, la continuidad de las actividades en cumplimiento de nuestra misión, pero es tiempo de advertir, con la gravedad que la situación impone, que, de no mediar acciones que rectifiquen el rumbo, se verá seriamente afectado el pleno funcionamiento de las instituciones universitarias públicas.

Frente a esta realidad, este Consejo sostiene la necesidad de: a) incrementar razonablemente los gastos de funcionamiento mensuales, actualizándolos conforme el proceso inflacionario que atravesamos, de manera de garantizar la continuidad de nuestras actividades y el cumplimiento de nuestra misión; b) actualizar los salarios de docentes y nodocentes; c) dar continuidad a los programas universitarios vigentes destinados a inversión en obras de infraestructura, equipamiento y sostenimiento de los programas de becas; y d) garantizar el presupuesto necesario para sostener las actividades de ciencia, tecnología y extensión.

En estos 40 años de democracia las universidades públicas han sido un claro ejemplo de institucionalidad, destacada formación profesional de excelencia, producción de conocimiento comprometido con los grandes problemas nacionales, construcción democrática y respeto por los derechos humanos. En Argentina, todos los sectores vinculados con el desarrollo productivo incluyen investigación y conocimiento generado en las universidades y el sistema científico. En las escuelas, los hospitales, las fábricas, los comercios, el campo, los escenarios, el mar, el espacio y en cada casa, las y los profesionales, el conocimiento, el arte y la tecnología que salen de las universidades están en todos lados y son parte de la vida cotidiana de los 47.000.000 de argentinas y argentinos.

Sostener el valor estratégico que la educación universitaria pública tiene, sobre todo para un país que atraviesa tantos problemas estructurales, es responsabilidad de todas y de todos. Todo lo que nos pasa se soluciona con más y mejor educación y universidad pública, con más y mejor inversión en formación universitaria y ciencia nacional.