La naturaleza es el emblema actual en este punto del mapa cuando uno llega a Puerto Deseado en Santa Cruz porque ostenta un accidente geográfico único como la ría hoy Reserva Natural. Son unos 42 km de océano que ingresa a la meseta dentro del cauce abandonado del río deseado y es allí, donde un sinfín de especias marino pesqueras viven, anidan, hacen un alto durante sus migraciones y se puede recorrer de a pie o en excursiones náuticas para conocer incluso la historia del Naturalista inglés Charles Darwin que acampó aquí una navidad de 1833. En este punto de la Patagonia, hay lobos marinos, toninas overas, pingüinos de Magallanes y el famoso pingüino de Penacho Amarillo que muchos lo conocen por el dibujito animado de Happy Feet. En este caso se lo puede apreciar en vivo y en directo, unos kilómetros dentro del mar, en el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Isla Pingüino, porque llega en octubre, anida cría a los pichones y se van en abril.

Como en todo hay otra historia y en turismo es un eje para dinamizar la importancia de un lugar, la memoria y la justicia. En este caso, es un circuito urbano que se puede hacer de a pie -si el clima favorece- o en auto. Son doce puntos históricos de lo que ocurrió en el siglo pasado entre la primavera y verano de 1920 al 1921. La guerra mundial había detonado también los precios de la lana, zona productora de ovinos, y los peones laneros reclamaban mejores condiciones de trabajo. Compraban anotado en un cuaderno en el almacén de ramos generales de los estancieros, nunca veían su dinero y hasta reclamaban tener velas para alumbrarse y que los botiquines estuvieran en castellano, hasta ahí solo en inglés, dado que muchos estancieros y campos pertenecían a la corona británica. El reclamo fue creciendo durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen y los integrantes del Ejército Argentino fusilaron a más de un millar de trabajadores dirigidos por el Coronel Héctor Benigno Varela. 

El legado de Bayer

El libro de Osvaldo Bayer, cualquiera sea su edición, es como una Biblia de la historia, por los datos, la investigación y los detalles. Tiene la vigencia actual que se necesita para comprender de dónde venimos y hacia dónde vamos. También se conocen las primeras publicaciones de una ciudad puerto donde la prensa escrita tenía la fuerza y publicaba el día a día de los aconteceres como El orden, cuyo edificio, la fachada está tal cual. Hay investigaciones iniciales sobre esta Patagonia Trágica como los trabajos de un local, abogado, político, como José María Borrero. 

Seguro que si nunca fuiste a Puerto Deseado, alguna vez probaste aunque sea las barras de pescado “Kani Kama”. Se fabrican aquí, en el frigorífico Santa Elena. Tiene página y recetas. Volviendo al circuito histórico, hay guías de sitio que se han perfeccionado y es un lujo que te acompañen porque vas a conocer parte de la historia argentina, de la Patagonia y lo que fue el material para una saga de investigaciones que plasmó en libros. Y muchos conocen por el film La Patagonia Rebelde. De culto. 

Tiempo de Viajes estuvo varias veces en estos recorridos. Y en diálogo especial con una de sus mentoras, Marisa Mansillam, le contó que en los últimos cuatro años cuando Santa Cruz reclamó la reparación histórica por estos hechos, el circuito tuvo un alto grado de visitas.

Entre los doce puntos que componen el circuito, en Deseado está el vagón de tren original “el  Reservado 502”, como le dicen todos.  Es el vagón a bordo del cual llegó el Coronel Héctor Benigno Varela y que hoy permanece resguardado, tanto que acrecenta su valor cuando los memoriosos recuerdan que en 1980, en plena dictadura militar hubo una pueblada cuando gente de la fundación que dirigía la esposa del dictador Jorge Rafael Videla, llegó para desmontar y venderlo como desguace. Y lograron resguardarlo. Es un vagón original de estilo inglés de madera. Hay mil historias más, incluso de quiénes fueron las mujeres que lograron hacer frente a los militares. Pero no voy a espolear la historia. Hay que ir, recorrer y conocer. 

“Tuvimos un auge bastante importante en los últimos cuatro años, sobre todo en el avance de lo que nosotros buscamos como grupo de cada localidad, que es la justicia. La provincia, al presentarse como querellante, nos dio una mano muy grande. El tema es que ahora estamos ahí como frenados, porque queremos saber cómo va a salir todo esto, qué postura va a tener el nuevo gobierno provincial con respecto a esta temática”, contó Marisa Mansilla, que es bibliotecaria y desde hace unos quince años fue buscando archivos junto con un grupo de entusiastas como ella. 

“Respecto a nueva documentación, es como que nos estamos organizando y haciendo un índice de bibliografía. Lleva tiempo porque todos, incluso hasta los profesionales que trabajan con nosotros, lo hacen a pulmón”, explicó.

El eje de este circuito es un recorrido histórico turístico que se llama De cara a la livertá, livertá con “V” corta y sin “d” al final. Este nombre se lo pusimos en homenaje a esa cruz que encuentra Osvaldo Bayer haciendo la investigación sobre las huelgas patagónicas del año 20-21”, recordó Mansilla.

“La cruz la encuentra en la zona de Gobernador Gregores, en Estancia San José, una cruz de madera que señalizaba fosas comunes. Esta cruz decía a los caídos por la livertá, escrito de esta forma y así llamamos al circuito”, explica en relación a esos años en que muchos eran inmigrantes europeos, que en algunos casos no sabían escribir bien el castellano o simplemente, muchos que no sabían escribir.  

“El trabajo lo comenzamos en equipo con Walter Zúñiga, Susana Santi, Carlos Santos y yo a comienzos de 2008, para poder de alguna manera reivindicar la memoria de esos huelguistas. Recién en 2011 hacemos la inauguración de este recorrido y pudimos contar con la presencia de Osvaldo Bayer”, dice la investigadora.

 

“Es un recorrido que tiene 12 postas. Los carteles tienen una foto antigua del lugar, una pequeña reseña en castellano, otra en inglés y detrás de cada cartel está en braille, es un recorrido inclusivo. Empezamos a hacer este trabajo para incorporarnos dentro de una ruta provincial de huelgas, que iba desde Gobernador Gregores, que queda en el centro de nuestra provincia, hasta la localidad de Jaramillo, que es una localidad cercana a 80 kilómetros de Puerto Deseado, y de esta manera logramos incluirnos dentro de ese recorrido”, explicó Mansilla a Tiempo. 

El significado del recorrido

“Hicimos el trabajo de campo, también pudimos hacer una publicación que se llama como el Grupo de Trabajo,  De Cara a la Livertá, como también el recorrido. Este libro tiene la historia de cada uno de los lugares, pensamos en relatar un poco la historia como memoria de nuestro pueblo”, contó.

“Para nosotros reivindicar la memoria de nuestros obreros es muy importante. Somos parte también con un grupo nuevo que se ha formado de otros vecinos que se han sumado a este trabajo de una mesa provincial, la Mesa de Huelgas Patagónicas, que está integrada por diferentes localidades de Santa Cruz que tienen historia para contar también. Algunos tienen desarrollados circuitos históricos, otros no, y están en camino a eso”, explicó la investigadora. 

“Patagonia Rebelde significa mucho para nosotros, no solo la investigación que ha llevado adelante Bayer, sino también el símbolo de esa película emblemática que también tiene escenarios nuestros”, le dijo a Tiempo en relación a que en la estación histórica del ferrocarril, hoy Museo, se pueden ver fotos del  momento de la filmación de la película dirigida por Héctor Olivera y Fernando Ayala.

Para Marisa Mansilla, nacida y criada en Puerto Deseado, “la historia de las huelgas obreras es una historia triste, trágica, pero debemos contarla y es importante poder llegar a las escuelas”.

“Nos conmueve a todos, la tumba de Servando Romero Hijo, un muchacho que participó de lo que se ha conocido como el combate de Tehuelches, el único enfrentamiento armado entre aquellos huelguistas y el Ejército comandado por Varela. En ese hecho fusilan a varias personas, entre ellos estaba este muchacho de 21 años. Su papá lo va a buscar a ese cañadón de los muertos, que luego se llamó así por este hecho, y comienza a cavar varias fosas hasta que encuentra el cuerpo de su hijo, al cual reconoce por un pañuelo que llevaba en el cuello. Lo sube a un carretón, lo trae a Puerto Deseado, le da cristiana sepultura en el cementerio local y hoy se puede visitar una tumba con nombre y apellido”, explicó. 

“El territorio de Santa Cruz tiene en muchas localidades fosas comunes y siempre decimos cuántas familias hubo en aquellos años donde no había esta tecnología que hay hoy. La idea es poder reivindicar esta memoria, la memoria, la verdad y la justicia de la cual hablamos para que no vuelva a suceder”, concluyó.