A casi dos semanas de la revelación de los llamados audios de las coimas, y mientras la Justicia avanza para esclarecer si efectivamente existió un esquema de retornos millonarios en la compra de medicamentos como relató el extitular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Diego Spagnuolo, hay un punto que resulta por demás llamativo. Movimientos sospechosos, posible entorpecimiento y trabas en los allanamientos son los ejes de una trama que se podría catalogar como «la resistencia de los Kovalivker».
Es que si bien el foco está puesto en la expectativa que aún se mantiene sobre la posibilidad de que Spagnuolo hable del presunto entramado de corrupción que describió en los audios revelados por el equipo periodístico de Jorge Rial, las reacciones de los propietarios de la droguería Suizo Argentina han marcado el pulso en los primeros días de investigación.
El último capítulo de esta trama en torno a los Kovalivker tuvo lugar el viernes cuando por orden del juez Sebastián Casanello y frente a un pedido del fiscal Franco Picardi volvieron a allanar las oficinas de la empresa que le habría vendido medicamentos con sobreprecios al Estado.
El procedimiento arrancó en horas del mediodía y terminó cerca de la medianoche. Fue demorado –de acuerdo a fuentes del caso– por la resistencia que habrían puesto algunos empleados y representantes de la firma para evitar que la Policía de la Ciudad acceda a correos electrónicos y otros documentos requeridos por el fiscal.
Esto último toma relevancia si se tiene en cuenta lo que pasó días atrás: que a Emmanuel Kovalivker, uno de los propietarios, tuvieron que interceptarlo con un patrullero porque cuando lo fueron a allanar estaba por irse del barrio en el que vive a bordo de su auto y con más de 200 mil dólares y 7 millones de pesos. Y también que Casanello tuvo que abrir otro expediente para investigar por posible entorpecimiento al jefe de seguridad de Nordelta, Ariel De Vicentis, ya que le habría avisado a Jonathan Kovalivker, el otro de los dueños, que lo estaban por allanar.
Según fuentes judiciales, en los próximos días se resolverá la situación procesal de De Vicentis, que declaró que si bien estaba de vacaciones, al momento del allanamiento se presentó en su lugar de trabajo para interiorizarse del procedimiento por una cuestión de «celo profesional». En la Justicia no descartan que haya más nombres detrás del supuesto entorpecimiento, que podrían aparecer en los próximos días.
Mientras tanto, la defensa de los dueños de Suizo Argentina, a cargo del abogado Martín Magram, presentó el viernes un escrito para pedir la nulidad de la causa a partir de un cuestionamiento al origen de los audios atribuidos a Spagnuolo. La crítica, pudo saber Tiempo, también fue apuntada a la forma en la que se lleva a cabo la investigación. Hablan, en ese punto, de una «caza de brujas».
Es probable que en los próximos días esa queja desencadene una primera intervención de la Cámara Federal porteña para que revise el planteo.
La teoría del “fruto del árbol envenenado”, que postula como inválido el desarrollo de una investigación producida a partir de una prueba nula o ilegal ya había sido postulada a mediados de semana en el streaming Caeajo por Alejandro Sarubbi Benítez, un abogado que oficia como troll libertario en redes y que integra Las Fuerzas del Cielo. En la Justicia la rechazan de plano.
Spagnuolo, a la espera
En la Casa Rosada crece la expectativa en torno a los movimientos de Spagnuolo, el exfuncionario y abogado del presidente Javier Milei, quien sería la voz que describe en las grabaciones, entre otras cosas, que Karina Milei sería una de las que se quedó con un porcentaje de los sobreprecios.
«Es todo mentira. Lo vamos a llevar a la Justicia y vamos a comprobar que mintió», dijo el miércoles Milei al referirse por primera vez a Spagnuolo y al escándalo de los audios de las coimas. De momento no hubo ninguna denuncia ni parece estar en los planes inmediatos de un gobierno que no logra dominar el asunto.
Lo que sí pasó después de esa determinante frase del presidente fue que Spagnuolo se presentó en la Justicia con dos abogados: Juan Aráoz de Lamadrid e Ignacio Rada Schultze. Según pudo saber este medio, por el momento no planean ningún movimiento, al menos hasta tanto se levante el secreto de sumario y puedan acceder al expediente para ver qué medidas de prueba están incorporadas y recién ahí accionar.
De todos modos, cabe aclarar que la velocidad a la que avanza la causa sumada al movimiento interno que pueda haber en el gobierno podrían hacer que en cualquier momento haya un cambio de planes y todo se precipite.
Según fuentes judiciales, el secreto de sumario vencerá a mediados de la semana entrante, pero lo más probable es que se prorrogue, de mínima, hasta que se cumpla el plazo de 30 días de prohibición de salida del país que la Justicia le impuso a Spagnuolo.
Picardi avanza en la investigación que le delegó el juez Casanello con un fuerte hermetismo. Los investigadores están focalizados en analizar el contenido de los teléfonos y dispositivos electrónicos secuestrados junto con una importante cantidad de documentación relacionada con los contratos de medicamentos que se secuestró en allanamientos a la ANDIS y la sede de Suizo Argentina que tuvieron lugar en los últimos días.
Para esa compleja tarea se abrió un legajo en la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), a cargo del fiscal Sergio Rodríguez.
Si bien los investigadores parecen avanzar con rapidez, quienes siguen de cerca la causa marcan la importancia de que antes de febrero se produzcan avances que permitan establecer si el esquema que relató Spagnuolo tuvo algún grado de certeza. Ese mes, recordaron, vencerá la subrogancia de Casanello en el Juzgado donde quedó radicada la causa de los audios de las coimas. En ese momento, la Cámara Federal quedará en condiciones de decidir si la prorroga o si cubre la vacante con otro juez o jueza.
Hay quienes señalan, en tono jocoso, que el Ejecutivo también podría agilizar los tiempos y cubrir la vacante de forma definitiva. Del modo que sea, hay por delante seis meses que serán decisivos.