Tras la movilización frente al Congreso en rechazo a la ley ómnibus y el DNU, la Confederación General del Trabajo (CGT) publicó un comunicado en el que denuncia la complicidad de los legisladores que esta madrugada acompañaron el dictamen de mayoría que el oficialismo buscó aprobar a contrarreloj.

El comunicado completo

Este 24 de enero es de todos: de las Trabajadoras y Trabajadores ocupados, desocupados y de la economía popular, de los jubilados, de los estudiantes, de los movimientos sociales, de los hombres y mujeres de la cultura, de la ciencia, de los profesionales, de los pequeños y medianos empresarios y productores, de los sacerdotes de nuestros barrios populares, y de todos los habitantes del pueblo de la Nación Argentina.

Que nadie se llame a equívoco, esta multitudinaria concentración es en defensa de nuestros derechos, de la división de poderes, de la democracia y de la Constitución Nacional.

Es la demostración real de la profunda preocupación que nos causa que se pretendan reformar más de 600 leyes, el Código Civil y Comercial y el Código Penal a través de un DNU absolutamente inconstitucional y de una Ley Ómnibus que, sin debate, pretende imponerse con la fuerza de las necesidades económicas de todos los sectores.

Ningún trabajador puede desconocer la crisis social y económica que estamos viviendo, la inflación erosiona los ingresos de todos y dispara los precios a niveles inaccesibles, pero ninguna crisis puede ser la oportunidad para arrasar con los derechos fundamentales de todos los argentinos.

Foto: Pedro Perez

Que nadie los confunda no defendemos privilegios, ni prebendas, defendemos el derecho a trabajar dignamente, el derecho a una jubilación digna, el derecho a la protección social, el derecho a la salud, el derecho al desarrollo económico, el derecho a explotar nuestros recursos naturales, el derecho a manifestarnos y protestar, el derecho al desarrollo cultural y científico.

Sin una sola razón valedera pretenden imponer a “Todo o Nada”, un DNU que la Justicia Laboral ha detenido y una Ley Ómnibus que no puede debatirse contra reloj por la incontable cantidad de materias que abarca.

Las sociedades se transforman con diálogo y consenso, en cada sector social, económico y productivo hay interlocutores legítimos para ofrecer opiniones valederas, no se pueden imponer cambios de semejante envergadura y de tan variada temática en plazos perentorios bajo amenaza de sufrir consecuencias económicas más severas aún.

El DNU y la Ley ómnibus:

  • Ponen en riesgo a nuestras pequeñas y medianas industrias.
  • Atropellan y desconocen garantías constitucionales individuales, derechos colectivos y derechos laborales.
  • Castigan al comercio del mercado interno.
  • Ponen en riesgo la soberanía territorial, económica, alimentaria y ambiental
  • Desfinancian la salud pública, la educación pública, la investigación, las estructuras científicas y las instituciones culturales
  • Vulnera el Código Civil
  • Desprecian y se desentienden de los adultos mayores jubilados
  • Habilitan la privatización de las empresas estatales a solo firma, enajenando así el patrimonio público
  • Autorizan la extranjerización de nuestros recursos naturales y toda la arquitectura jurídica que sustenta el desarrollo nacional
  • Pretenden arrogarse la suma del poder para el Presidente, desconociendo el orden republicano.
  • Desguazan al Estado, para quitarle su potestad de regulación.
  • Generan inseguridad jurídica desalentando las inversiones.
  • Construyen un aparato represivo y reformas del código penal, que no están al servicio de la seguridad de los ciudadanos, ni para combatir el delito y el narcotráfico, sino sólo al servicio de reprimir las protestas sociales y las manifestaciones gremiales y políticas.

Un enorme dispositivo jurídico, llevado adelante de manera autoritaria, pensado en favor de minorías económicas y financieras, y en desmedro de la enorme mayoría de la población. Diseñado por y para favorecer a grupos económicos, para realizar una brutal transferencia de ingresos desde la mayoría de la sociedad a una ínfima minoría. Un ajuste salvaje, que no va a corregir nada de lo que se debe corregir; sino que va a agravar todos los problemas existentes.

Hoy vemos como el Gobierno busca romper con el contrato social mediante políticas y reformas que solo buscan avasallar los derechos y conquistas del pueblo argentino. Reafirmamos nuestra convicción sobre la importancia del dialogo social como la única herramienta para crecer con equidad, y que permite elaborar una estrategia sustentable para lograr desarrollo, producción y trabajo digno, con justicia social.

Nos hacemos cargo, cada uno en la medida que nos corresponde, de las cuentas pendientes y de los graves problemas que cargamos como sociedad y que debemos solucionar. Pero reafirmamos que la búsqueda de esas soluciones debe contemplar necesariamente el respeto a las leyes, a la convivencia democrática y al bien común Los derechos civiles, sociales y laborales no se compran ni se venden ni se imponen: los derechos se conquistan y se defienden.

Es necesario reemplazar la grieta por la unidad nacional reafirmando que la Patria es de todos; y no se vende.

Gracias a todas y cada una de las personas que hoy estamos en esta Plaza, gracias a la solidaridad internacional por su apoyo permanente.

Estamos hoy acá porque creemos en un país con Justicia Social.

CGT RA-CTA T-CTA A-UTEP, ORGANIZACIONES DE DE DERECHOS HUMANOS, CULTURA, DEPORTES, CIENCIA, INQUILINOS, PYMES Y PROFESIONALES.