Al cerrar el Primer Congreso de La Libertad Avanza, que se realizó en La Plata, el presidente Javier Milei dejó formalmente abierta la campaña en la provincia de Buenos Aires con durísimas críticas y descalificaciones hacia el gobernador Axel Kicillof y aseguró que en estas elecciones los bonaerenses deberán elegir entre «kirchnerismo o libertad».

El jefe de Estado fue el último orador del primer evento provincial de LLA que se realizó en el salón de fiestas más exclusivo de la ciudad, Vonharv, en la localidad de Gonnet, en medio de un mega operativo de seguridad que incluyó presencia de todas las fuerzas federales y cortes en la zona para blindar el lugar e impedir cualquier tipo de protesta. Hubo mesas temáticas desde la mañana, análisis de 22 mil encuestas realizadas en Buenos Aires, exposición de los ministros del gabinete nacional y finalmente el cierre a cargo de Milei.

De frente a un auditorio compuesto por más de 1200 funcionarios y militantes, el presidente bajó línea sobre la campaña que arranca pero se dedicó centralmente a criticar la gestión provincial y a descalificar a Kicillof, a quien lo acusó de ser «un pichón de (Iósif) Stalin», «un pelotudo», «un burro eunuco» y también «el último zar de la miseria».

Arrancó su discurso agradeciendo a los ministros Luis Caputo (Economía), Patricia Bullrich (Seguridad) y Federico Sturzenegger (Desregulación) por su «extraordinario trabajo» y por «poner el culo en la silla eléctrica», y repitió varias veces que los argentinos están al frente del «mejor gobierno de la historia». También elogió el trabajo del coordinador de LLA en la provincia, Sebastián Pareja, y al diputado nacional José Luis Espert, quien encabezará la lista de legisladores para el Congreso en octubre. Todos ocuparon la primera fila del auditorio.

El último agradecimiento se lo llevó «El jefe», la titular del partido y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. «Se cargó la titánica tarea de armar el partido en solo dos años y conseguir que Manuel Adorni sea electo legislador en CABA», dijo y acotó al pasar: «¿Saben lo que debe ser ser mi vocero?».

Tras realizar un breve repaso de algunos logros nacionales y asegurar que cada reforma que impulsa «suma un clavo al ataúd del kirchnerismo», se centró en la gestión provincial. Y pronosticó que, si el peronismo sigue gobernando, Buenos Aires «se convertirá en una villa miseria gigante». Por esto, le encomendó a la dirigencia violeta «la tarea de llevar el modelo de la libertad a la provincia de Buenos Aires».

Detalló con números los índices provinciales en materia de seguridad, educación e infraestructura y economía. «En términos financieros la provincia es un desastre. Solo en el último trimestre del año pasado, aumentaron su deuda en un 12.2%, un incremento de un 1.3 billones de pesos. Es impresionante, son tremendamente brutos. Viven despotricando contra la deuda, pero son amantes del déficit fiscal», dijo.

Reiteró que la forma de desendeudar el Estado es recortando el gasto público y que mientras Nación «pasa la motosierra», Kicillof «se dedica a gastar lo que no tiene» y aseguró que si Nación saca un impuesto, Provincia crea dos y lo mismo con las oficinas del Estado. «Pero, ¿qué quieren? Si el soviético suma con dificultad, no puede sumar ni con un ábaco, diría que hasta tiene dificultades para hacer un cero con un vaso. Nunca se le pasó por la cabeza a este pelotudo bajar el gasto público», lo descalificó.

En otro pasaje, dijo que el gobernador desdobló las elecciones provinciales porque «le tiene miedo» a La Libertad Avanza y busca que menos gente vaya a votar para que «se termine imponiendo el voto rentado». Por esto, hizo un pedido especial a los bonaerenses para que concurran a las urnas y dijo que sólo se puede frenar al peronismo con el voto.

«La provincia de Buenos Aires es el último bastión de este credo miserable e infeliz que ha sido el modelo del estado presente. Una promesa de igualdad que nos convirtió a todos en esclavos. Kicillof es el último zar de esta miseria, el heredero de un modelo condenado al fracaso», señaló.

En el tramo final de su mensaje, dijo que en estas elecciones se pone en juego «el modelo de la casta contra el de la libertad» y se mostró confiado en que los bonaerenses respaldarán a su gobierno en las elecciones provinciales del 7 de septiembre y en las nacionales del 26 de octubre. «Está en juego que la provincia siga en el espiral de declive en el que está producto del modelo de la casta o que finalmente un cambio de rumbo de ciento ochenta grados como lo se hizo en el gobierno nacional», afirmó.