La videoartista cordobesa Leticia Obeid le quita el estigma a la copia y la pone a la altura de la creación. El libro, con prólogo de Alan Pauls, pasa revista a discursos, prácticas y objetos culturales tan distintos como la industria del doblaje mexicano y la falsificación de documentos.
La videoartista Leticia Obeid (1975, Córdoba) aguza la mirada para rescatar, allí donde el sentido común descansa sobre el estigma, su valor artístico, pedagógico, político. La copia, dice en Galería de copias (Ripio, con prólogo de Alan Pauls), es creación, enseñanza y aprendizaje; es abundancia, es resistencia.
Pasando revista a discursos, prácticas y objetos culturales de la más diversa laya, Obeid se acuna en los bordes de la cultura (mejor dicho, del prestigio) para recoger el aura que nimba a toda réplica.
Al centrarse en la industria del doblaje mexicano (que ha sabido imperializar los oídos latinoamericanos en lo que respecta a dibujos animados, series y películas estadounidenses), en el trabajo de los actores/locutores que han construido las voces de Don Gato, Homero Simpson, el Super Agente 86 y muchos, muchos otros, sostiene: “el doblaje mexicano tiene hermosos ejemplos de un sutil trabajo de subversión del mensaje, una sofisticación alcanzada gracias al creativo trabajo de adaptación de sus traductores y sus actores de voz que llegan a darle un valor agregado a ciertas obras”. La copia, entonces, como doblaje, y el doblaje como la inflexión invasiva en la que lo minoritario sabe decir lo suyo.
En otro capítulo, la autora le cede la palabra al padre, que comenta el elaborado trabajo de falsificación de documentos de identidad y tarjetas verdes vehiculares requeridos por Montoneros y la columna Sabino Navarro, años antes del último golpe cívico-militar. A ello se atuvo, con delicada diligencia, un grupo especial de mujeres arquitectas, incluida la madre de Obeid. La copia, entonces, como falsificación, y la falsificación, como resistencia.
Manuscritos, caligrafías, covers, películas, dibujos, videoarte, instalaciones, el bilingüismo, el dictado, la magia y el espiritismo, el artista contemporáneo: todo resulta materia de escrutinio para Obeid en la medida en que representa formas (altamente productivas) de la copia.
“No quería aprender un lenguaje sino construir uno, aunque fuera muy básico” –escribe sobre sus inicios en el manejo de la cámara–. “Estamos educados visualmente desde muy temprano, pero se puede trabajar con este pequeño vocabulario y desmontarlo, sin acatarlo como autoridad absoluta”.
Jerarquizar lo desjerarquizado y producir valor con lo devaluado, lo mínimo, lo marginal: tal, la apuesta feminista de Galería de copias, que, si bien adolece de cierto espíritu desganado, se erige sólida, confianzuda, como un ladrón bonachón y resplandeciente, seguro de que la propiedad es el único robo.
El oficialismo acompañó un dictamen de comisión que pide información sobre la agencia pública al…
Es la segunda víctima fatal del incendio provocado por un hombre que atacó a las…
Se multiplicaron las versiones que sostienen que Vorterix se trasladará al dial 100.3 FM, el…
Se trata de derrumbes sin igual en el último período, salvo durante la pandemia.
El cese de tareas había sido convocado por el Sindicato de Empleados Municipales y según…
La poesía de la escritora nicaragüense acompaña la lucha de las y los trabajadores en…
En el marco de la 166ª Asamblea del Consejo Federal de Turismo (CFT), se dieron…
El gobernador recibió a referentes de cooperativas y fábricas recuperadas en La Plata. Apoyo al…
Como anticipó Tiempo, el Ejecutivo de Javier Milei cada vez está más lejos de la…
1-Socialdemocracia La primera corriente la podemos denominar “socialdemócrata”. Esta corriente es hija del peronismo neoliberal.…
El influyente productor murió este miércoles a los 61 años. El texto que les mandó…
La película de Liliana Paolinelli retrata el pensamiento del gran escritor, docente y director de…