Mientras crecen las denuncias por los sobreprecios que el PAMI le pagaría a sus proveedores, se multiplica el malestar entre los pacientes de la obra social por los límites en la atención médica. Además, en los últimos días un supuesto “error en el sistema” generó más complicaciones y muchos beneficiarios debieron posponer los turnos o directamente cancelarlos.

Una trabajadora de una sede regional del PAMI del Gran Buenos Aires le confió a Tiempo que el organismo tiene muchos problemas de cara a los pacientes: “El más reciente de los conflictos lo tuvimos hace unas dos semanas, cuando los prestadores no podían generar la atención al afiliado, incluso con el turno otorgado”, explicó la empleada, cuya identidad se mantiene en reserva por temor a que sufra represalias.

Y precisó que “se habría tratado de un error en el sistema que ya estaría solucionado. Los prestadores no ingresaban los turnos, y quedaba como una demanda espontánea. Como que el afiliado debía ser atendido espontáneamente”.

“Todo muy desprolijo, porque cuando venían a atenderse, debíamos decirle que tenían que volver a pedir turno a partir del 8 de octubre, o bien hacerlo con otro prestador o en otro lugar”, recordó.

El abogado previsionalista, Christian Hernán González D’Alessandro, señaló a este medio que “en particular la semana anterior a las elecciones hubo muchas quejas que indicaban que habían puesto un tope a las prestaciones, limitando durante varios días la atención. Supuestamente, el PAMI ya levantó esas restricciones”.

Tiempo consultó a voceros del PAMI que reconocieron que “hubo un error en el sistema en diferentes lugares del país, pero ya se solucionó. No hay limitaciones a la atención de afiliados. No existe un sistema de topes y los turnos están 100% asegurados, no hay de qué preocuparse”.

Topes

Lo cierto es que más allá de este inconveniente puntual, que trastornó la cotidianeidad de muchos usuarios de la obra social, el PAMI emitió el 8 de agosto de 2024 la Resolución 2307 denominada Optimización de Órdenes Médicas a través de la cual se impuso un tope a todas las prestaciones (ver aparte).

“El gran problema que tenemos viene desde año pasado y tiene que ver con el tope de estudios, interconsultas y hasta de la atención en las guardias que hay. Esto también incluye a las citas con especialistas, turnos para estudios. Lo más grave está vinculado con los pacientes oncológicos que deben hacer consultas de seguimiento periódicas”, resumió la empleada del PAMI regional.

La mencionada Resolución hace alusión a que el uso de las Órdenes Médicas Electrónicas (OME), implementadas en agosto de 2020, “fue incrementándose a medida que las diferentes modalidades fueron incorporando su uso, evidenciándose un crecimiento elevado desde noviembre de 2021 hasta la actualidad”.

De la norma se desprende que “en el marco de las acciones de monitoreo y seguimiento de los principales indicadores de desempeño” del PAMI, se han “identificado oportunidades de mejora en lo que respecta al uso de las OME, en las distintas modalidades prestacionales que son procesadas en el marco del Circuito de Facturación Unificada”. Dicho de otra manera, “a fin de lograr la sustentabilidad del sistema prestacional de este Organismo, se estima imperativo continuar con la implementación de medidas que garanticen un alto grado de eficacia y eficiencia de los recursos disponibles, implementando mayores medidas de control y verificación”.

Cuello de botella

Las fuentes coincidieron en señalar que el gobierno puso restricciones a la atención sin mayores criterios que los de una planilla de Excel, dejando de contemplar cuestiones médicas básicas. “Donde más se sienten las incongruencias es en el caso de los pacientes oncológicos que tienen, por ejemplo, dos consultas de seguimiento con el especialista por mes como tope”, explica la trabajadora del PAMI.

«Esto es lo más traumático que me tocó ver en los 16 años de atención al público que llevo –continúa–. Limitaron la cantidad de radiografías, resonancias, cuyos tratamientos médicos exigen por encima de ese tope. Entonces, cada paciente tiene que dirigirse al PAMI central y al auditor para que haga una excepción. Toda esta burocracia es muy denigrante para alguien que padece una enfermedad”.

El abogado González D’Alessandro añade a este combo la escasez de médicos: «Se están yendo por mala remuneración a los prestadores. Esto hace que haya menos especialistas, menos médicos de cabecera, lo que provoca un cuello de botella”.

“Con el fin de lograr eficiencia”

De acuerdo a la Resolución 2307 del 8 de agosto de 2024, el PAMI restringió las prestaciones médicas a sus afiliados y afiliadas. Entre otras cuestiones, el organismo sostiene que la “implementación de las Órdenes Médicas Electrónicas (OME) tiene un considerable impacto en los recursos financieros del Instituto, por lo que resulta imprescindible mejorar los procesos de control, validación, y definición de topes con el fin de lograr una eficiente gestión del presupuesto”.
Por mencionar algunas limitaciones, solo se permiten dos consultas a domicilio por mes con un tope anual de doce; dependiendo el tipo de radiografía se limita desde una a seis al año, lo mismo ocurre con las ecografías, resonancias, tomografías y diferentes estudios como punciones, estudios genéticos, de hepatología, endocrinología o neurología, entre otros.