Erika Kirk, la viuda del comentarista ultraderechista estadounidense Charlie Kirk, advirtió en su mensaje de despedida que los «malvados” prendieron «fuego» con el asesinato, que despertó en todo el mundo oleadas de indignación y de acusaciones contra una supuesta “izquierda totalitaria” como responsable del ataque. A esa ola se sumaron desde Donald Trump y Javier Milei al partido español Vox y otros sectores que parecen haber estado buscando un mártir bajo el cual guarecerse.
Kirk, de 31 años, un activista defensor, entre otras cosas, del uso de armas y de causas contra los inmigrantes, fue baleado durante un acto en una universidad del estado de Utah. Las autoridades informaron que “con un alto grado de certeza” un joven de 22 años identificado como Tyler Robinson, ya detenido, sería el responsable del crimen.
«No tienen idea del fuego que han prendido dentro de ésta su esposa. El llanto de esta viuda se escuchará por todo el mundo como un grito de guerra», dijo Erika Frantzve, madre de los dos hijos de Charles James Kirk.
El vicepresidente J. D. Vance viajó en el Air Force Two que el Ejecutivo facilitó a la familia de Kirk para trasladar sus restos a Phoenix, donde residía. Vance ayudó a cargar el féretro con la viuda del activista. Conocía personalmente a Kirk, que había sido su apoyo durante la campaña presidencial de 2024.
Robinson fue arrestado en el condado de Washington después de que familiares suyos ayudaron a identificarlo a partir de imágenes difundidas en los medios, dijo en conferencia de prensa el gobernador de Utah, Spencer Cox.