Con el resultado puesto en CABA, la atención gira hacia la provincia de Buenos Aires. Metáforas de la industria cultural mediante, el ojo de Sauron de la trilogía El señor de los anillos se concentra ahora en el distrito más poblado del país. Cual monitoreo de un radar, la atención de embajadas y organismos está depositada en lo que ocurra en la PBA. Tanto en septiembre como en octubre. Y el peronismo, obvio, lo sabe.

Mientras tanto, Axel Kicillof y Cristina Fernández de Kirchner mantienen una distancia tensa. Ambos romperán el silencio en los próximos días, en las próximas horas incluso. CFK lo hará este domingo; Kicillof, el sábado 31. Cada uno compartirá su interpretación sobre lo que pasó en las elecciones locales porteñas. La clave, sin embargo, es lo que digan sobre la campaña bonaerense que se viene.

La expectativa que trasciende las fronteras de Argentina está concentrada en las dos elecciones de PBA. Primero la del domingo 7 de septiembre, que definirá la nueva composición de la Legislatura provincial, en La Plata, pero también la de los concejos deliberantes de los 135 municipios. Luego la del 26 de octubre, en la que los habitantes del distrito elegirán 35 diputados nacionales.

Tras diez días sin declaraciones públicas (su último pronunciamiento fue una despedida a José “Pepe” Mujica), Cristina hablará este domingo en una jornada de debate organizada bajo el lema “Encuentro de la Cultura Popular”. El evento la llevará en modo arranque de campaña a un predio no muy conocido de CABA: el Polo Cultural y Deportivo Saldías, en las inmediaciones del Barrio Mugica (Villa 31 de Retiro).

Será su primer discurso después de los dos últimos testeos del cronograma electoral: los comicios locales de Salta, Jujuy, Chaco y San Luis (11 de mayo) y las elecciones porteñas –desdobladas– de hace una semana. A CFK se la espera para el momento clave de un domingo distinto, en el que varios miles se reunirán a discutir políticas culturales organizados en seis comisiones de trabajo.

Cristina hablará en ese marco, entre debates sobre la cultura y su vínculo con la industrialización, o sobre el acceso a bienes culturales y la gestión pública. La atención, sin embargo, está puesta sus definiciones políticas. En el evento se recordarán los 22 años de la asunción de Néstor Kirchner, el 25 de mayo de 2003.

Dentro de una semana, el sábado 31, será el turno de Kicillof. El gobernador hará el cierre de un nuevo plenario de su espacio político, el Movimiento Derecho al Futuro (MDF). El encuentro se realizará en el camping del gremio UPCN en Los Hornos, La Plata. En este caso habrá también una actividad previa, con discusión en diez talleres anunciados en torno a ejes como Economía y Finanzas, Producción y Trabajo o Seguridad y Justicia.

Los dos discursos, el de CFK y el de Kicillof, marcarán el inicio de una cuenta regresiva a pura «rosca». El conteo para atrás tendrá su desenlace en dos fechas claves: el 9 de julio, fecha límite para formalizar alianzas, pero en especial el 19 de julio, que cae sábado. Ese día vence la inscripción de candidaturas ante la justicia electoral. Esta última fecha será absolutamente determinante.

Dicho de otro modo: el 19 de julio se sabrá si la principal fuerza opositora del país, el conglomerado que forman el peronismo y el kirchnerismo con sus distintas variantes, se presentará unido o dividido en la provincia de Buenos Aires.

Las señales de ambos campamentos reflejan que la tensión sigue siendo muy alta. Desde el polo conducido por CFK se valieron del resultado en CABA para reprocharle a Kicillof que haya promovido el desdoblamiento. La senadora bonaerense Teresa García, por caso, compartió desde su cuenta de la red social X un reciente pronunciamiento del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. Esta semana, el mandatario santiagueño fijó los comicios provinciales para el 26 de octubre, el mismo día que los nacionales.

“Este gobernador decidió convocar a elecciones concurrentes”, tuiteó la senadora provincial. Su mensaje fue leído como una crítica por elevación, pero bien clara, dirigida a Kicillof. Desde el entorno del gobernador quien fijó posición fue el ministro de gobierno, Carlos Bianco. “Vamos a hacer lo posible para una unidad donde se respete al gobernador”, subrayó Bianco durante una entrevista concedida al programa A dos voces de Todo Noticias (TN).

Además, Bianco diferenció la última votación en CABA de la elección bonaerense a realizarse el 7 de septiembre. “La situación de la provincia de Buenos Aires es completamente distinta a la de la Capital Federal, ya que nosotros gobernamos el mayor distrito electoral de Argentina y no tenemos la debilidad que mostró el PRO en la Ciudad”, sostuvo. Y sobre el desempeño electoral de Leandro Santoro, agregó: “El resultado del PJ en CABA fue bueno. Estuvo por encima del promedio de los comicios para legisladores de los últimos años”.

Protagonistas relevantes en ambos bandos deslizan fuera de los micrófonos que los cruces continuarán. En los 45 días que restan hasta el 9 de julio habrá declaraciones de un lado y otro. Cruces y recelos. Sin embargo, un miembro del Gabinete bonaerense vaticinó que el final del camino será “la unidad”. El ministro provincial, de todos modos, avisó que el acuerdo llegará en el último instante, cuando no haya más tiempo. En la más pura tradición del peronismo. “Como toda unidad, se va a lograr contra la raya”, confió a Tiempo.

En La Plata creen que ni CFK ni Kicillof, pero tampoco Sergio Massa, pueden arriesgarse a una ruptura en una situación como la que atraviesa el país. “Si rompemos, perdemos todos”, insistió el funcionario, un dirigente experimentado. El equipo de Kicillof tiene una premisa y un pronóstico: “La lista de septiembre tiene que ser la lista de Axel. Y hay una chance de ganar, importantísima”.

Habrá que esperar a que la negociación llegue a la raya. «