Valentina González, estudiante de sexto años del colegio Fasta, participó el jueves, en el auditorium del Hotel Ancasti, del conversatorio sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo, donde también disertaron la periodista Paula Rodríguez, la actriz Muriel Santa Ana, la abogada Verónica Gostissa, la psicóloga Alejandra Rosarolli y la tocoginecóloga Marina Villagra. La adolescente, militante por la Educación Sexual Integral en los colegios, y la legalización del aborto, interpeló a los presentes sobre la realidad que se vive en la provincia.
“Quiero agradecerles a estas mujeres por permitirme estar al lado de ellas. Me siento un poco intimidada pero a la vez agradecida por poder aprender de ellas y por tener la oportunidad de representar también a las estudiantes secundarias y contar cómo estamos viviendo los adolescentes todo este auge del feminismo y la lucha por nuestros derechos desde nuestros lugar”, comenzó diciendo.
“Nosotras como estudiantes si entendemos la lucha por el aborto legal, empatizamos y salimos a la calles y hacemos lo que está al alcance de nuestras manos para conseguir este derecho y conquistarlo y por eso que creo que tenemos que focalizarnos en que tenemos una ley que está hace 12 años y que no se está cumpliendo, que es la Educación sexual integral por la que estamos peleando ahora. Es el derecho sexual y reproductivo de todos los adolescentes y no se nos escucha. Lamentablemente tampoco hay capacitación docente para poder darla en los colegios y junto con esto no hay anticonceptivos accesibles en todos los hospitales públicos como debería haber”, remarcó.
En cuanto a la realidad que viven los adolescentes señaló: “Voy a un colegio católico y puedo contar como se vive. Se nos niega la educación sexual integral, porque según su punto de vista nosotros los jóvenes deberíamos ser educados en Cristo y por lo tanto mantener nuestra virginidad hasta el casamiento, lo cual sabemos que no pasa. Más allá de las ideas de cada uno, los adolescentes empezamos nuestra actividad sexual a una edad bastante temprana sin el acompañamiento y la contención que deberíamos tener. Creo que los colegios sean católicos o no, privados o no deberían sacarse la venda de los ojos y hacer con esta realidad lo mejor que deberían hacer. Tienen un lugar muy importante, que es el docente que es el que está con notros muchas horas al día. Aprendemos un montón de ellos, entonces también pueden darnos educación sexual integral. Por qué no se cumple, realmente no entiendo. Venimos viendo hace años las cosas que están pasando en mi colegio. Se encuentran test de embarazo en los baños por los menos una vez por mes. Voy a los baños de los más chicos, de tercero o cuarto año y hay test de embarazo positivo dejados en los baños. Me hablan chicas que, como saben que yo estoy en esta lucha, me piden algún numero, algún contacto para ver donde pueden hacerse un aborto, estoy hablando de chicas de 14 o 15 años, chicas que en sus casas o colegios no encontraron la contención que deberían tener”, dijo concentrando la atención de las más de cien personas que asistieron al evento.
“Como estudiantes, como participantes de esta lucha tenemos que ponernos manos a la obra y empezar a pedir por nuestros derechos que es tener educación sexual integral. Tenemos una ley que nos avala, y ya que no nos la dan tenemos que empezar a pedir y a pelear por eso”, resaltó .
La estudiante señaló además: “Otra cosa es la persecución que se da a las estudiantes de secundaria por expresar su pensamiento. Tenenos en distintos testimonios de chicas que van con los pañuelos al colegio y las obligan a sacárselo. A una chica del colegio Cristo Rey que realizo un afiche explicando por qué el aborto debería ser legal, la hicieron pasar al frente y la humillaron, le gritaban cosas y le rompieron el afiche. A otra compañera que tenía un pañuelo atado en la mano se acercó un directivo, o un cura, no recuerdo, y la llevo a dirección para decirle que tenía un tiempo para cambiar su pensamiento o iban a expulsarla. En mi colegio nos extorsionaban para que vayamos a las marchas ‘provida’ que ellos organizaban diciéndonos que si no nos iban a dar privilegios. Hace poco una mujer que se hace llamar Sara Winter fue a dar una charla a nuestro colegio, cuando terminó, me acerqué a ella y le pregunté si para ella tendría que haber educación sexual y me dijo que no porque no era necesario, porque es un incentivo a los jóvenes para que mantengan relaciones sexuales”, contó.
“Entonces qué tenemos, que se niegan la educación sexual integral. Se niegan a los anticonceptivos como el doctor Albino, que dijo barbaridades. Se niegan a las pastillas, porque dicen que la única función del sexo es procrear. Cuando las nenas quedan embarazadas en el colegio las señalan y le dan la espalda y cuando abortan las criminalizan. Mi pregunta es, cómo planean terminar con esta problemática, cómo planean terminar con las muertes en condiciones infrahumanas por aborto clandestino, cómo planean terminar con la desinformación que tienen los jóvenes con respecto a esto”, manifestó preocupada.
Ante estos interrogantes, propuso: “Creo que las estudiantes secundarias, tenemos que pararnos, tomar la palabra y empezar a luchar por nuestros derechos por la educación sexual integral. Empezar a movernos para realmente haya anticonceptivos en los hospitales públicos y no se den en forma discontinua o directamente no se den. Y esto se logra saliendo a la calle. Porque la lucha por el aborto legal y la ESI se va conquistar solamente si salimos a las calles peleando, gritando que tenemos derechos para decidir sobre nuestros cuerpos. Porque no nos podemos reconocer como ciudadanas si el Estado y la Iglesia sigue decidiendo en algo tan íntimo como lo es la maternidad y la sexualidad”, convocó.
Por último hizo un pedido especial a los senadores. “Me enteré que el Senador Dalmacio Mera estuvo yendo a algunos colegios a preguntar. Realmente no sé a qué fue porque evitó a mi curso, y supongo que por el miedo al cuestionamiento de lo que ellos nos venden como verdades. A él le quiero pedir por favor que no tenga miedo, que no evite hablar con adolescentes. No somos tontos, nos subestiman demasiado por nuestra edad y realmente creo que he visto en una adolescente de 15 años más empatía que a algunos señores del senado, diciendo tener mucho conocimiento y experiencia. Quiero que escuchen el pedido de todas las que estamos acá”, concluyó.
Informe: Eulalias, comunicadoras catamarqueñas.