Daniel Link ejerció durante 40 años la docencia en la carrera de Letras de la Universidad  de Buenos Aires. Durante ese lapso se fue transformando en una verdadera leyenda tanto por su erudición como por su actitud abierta a lo nuevo,  su capacidad de innovación y su insistencia en el desarrollo del pensamiento crítico.

Luego de cuatro décadas se jubiló y en junio de 2024 dio su última clase de Literatura del siglo XX ante un auditorio colmado. Se retiraba de esa facultad, pero no de la docencia.

Link es coordinador del Profesorado y la Licenciatura en Letras de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) y, además, director del Instituto de estudios filológicos latinoamericanos Ana María Barrenechea (IEF.LAB).

Innovador nato, impulsó en la UNTREF la creación de una licenciatura y un  profesorado en Letras capaces de dar respuesta a los temas del presente como el violento ataque que sufren las humanidades.  Ambas carreras están destinadas a derribar “la torre de marfil” y formar profesionales de humanidades capaces de interactuar con la realidad.

Daniel Link

A la carrera de Letras de la Universidad de Buenos Aires suele reprochársele que está orientada a formar profesores  y no escritores. ¿Estas dos nuevas carreras que coordinas son una forma de completar lo que la tradicional carrera de Letras no ofrece?

– Los 40 años de vivir en el la ecología de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires me permitieron evaluar tanto las fortalezas de la carrera como sus debilidades. La carrera de Letras es una extraordinaria carrera, pero al ser una institución tan grande y tan pesada, obviamente le cuesta adaptarse a los cambios. Y tal vez ése sea su mayor defecto, la lentitud con la cual reacciona ante determinadas novedades. Entonces, cuando surgió la posibilidad de armar estas carreras nuevas, profesorado y licenciatura, tratamos de recuperar todo aquello que nos parecía que tiene que formar parte de una carrera de Letras.

– ¿Por ejemplo?

-Incorporar, como señalás, prácticas de escritura, no  tanto porque yo piense que una carrera de Letras tiene que hacer eso, sino porque es una demanda. Si la gente estaba dejando la carrera de Letras de la Universidad de Buenos Aires para irse, por ejemplo, a la Universidad Nacional de las Artes, donde hay una carrera de grado de escritura creativa, había que responder a esa demanda. Había que  armar un panorama de lo que son las letras y las humanidades un poco más variado, más amplio y más generoso para con los las personas que quieren estudiar Letras.

Entonces pensamos en una carrera que incorporara, como dije,  prácticas de escritura y materias de narrativa, poesía, teatro, traducción literaria, etcétera y también prácticas de edición, que es otro gran tema del momento: qué significa un libro, cómo se hace ya  sea  en soporte físico o en o en soporte digital, cómo se edita un texto, cómo se corrige, cómo se anota si es un texto viejo y cómo funciona el libro como objeto cultural en una sociedad tan compleja y tan estratificada como la nuestra. Por fin, la aceituna de la pizza, son las prácticas digitales.

Estamos en un vértigo de digitalización.  La aparición de las inteligencias artificiales generales y cosas por el estilo, obviamente,  interfieren con los métodos más tradicionales de leer y de escribir. Entonces, armamos una carrera que tiene los contenidos más más o menos tradicionales de las carreras de letras, más prácticas y digitales, más prácticas editoriales, más prácticas de escritura. Con lo cual, nos parece que la persona que entre va a tener un una capacidad de elección mucho más adecuada a estos tiempos.

Eso por un lado, en cuanto a la experiencia histórica de vivir en el mundillo de las letras, pero lo otro que también tuvimos en cuenta es que las humanidades están siendo atacadas en este momento están siendo atacadas de una manera brutal como yo nunca había en mi vida.

-¿Este ataque obedece a algún tema intrínseco de las humanidades o tiene que ver con un cambio cultural, con las tecnologías?

-Me parece que el ataque de las humanidades que es independiente de la propia lógica de las humanidades que se van relacionando con la técnica de un modo o de otro. Las humanidades existen desde hace 3000 años y siempre se han adaptado bien a los distintos contextos y a las distintas técnicas. No son enemigas de la técnica, muy por el contrario, la aprovechan. La escritura es una técnica y sabemos que en su momento fue muy discutida cuando no criticada por Platón, pero las humanidades fueron armándose según la aparición de técnicas.

Por supuesto la aparición el libro fue un momento importantísimo que revolucionó lo que significaba leer. Ciertamente hay que volver a pensar todo eso en el contexto de las tecnologías digitales, pero el ataque a las humanidades, el ataque que a la historia, el ataque a los análisis de los discursos, el ataque a todo lo que tiene que ver con la formación de una conciencia crítica, me parece que es independiente de eso. Esta es una realidad que se vive en todo el mundo, en Europa y también en los Estados Unidos donde el Gobierno Federal en la Universidad de Chicago ha cancelado directamente grandes programas de financiamiento de las humanidades.  «Bueno no tenemos que pagar nosotros los delirios de los humanistas”. El problema es que los humanistas no somos delirantes. El problema es que los humanistas, en general, somos capaces de hacer es de decir, «Miren, esto que está pasando ya pasó y no terminó bien.» Y está escrito, está en los libros, está en la historia, está en los archivos. Entonces, fíjense, si es la mejor opción para para llevar adelante, si hay que encapricharse con esto. Esa voz crítica puede resultar molesta a los proyectos hegemónicos como lo estamos viviendo en  la Argentina en este momento.

Daniel Link: “Hoy las humanidades son atacadas de una manera brutal”

-Es decir que el ataque a las humanidades tiene un fuerte contenido político.

-Es básicamente un gesto político. Me pregunto a quién vamos a recurrir cuando  haya que preguntarle a alguien cómo se escribe la palabra árbol, ¿a quién vas a recurrir? A una persona que estudió Letras, no a un político. En el momento que haya  que preguntar qué pasó en la batalla de Caseros, se necesitará  un historiador porque no es una cuestión que vaya a aparecer en televisión. Estoy hablando de cuestiones que tienen que ver con la formación de lo que es el la persona social. Un ser humano que vive en sociedad no puede ignorar qué fue la batalla de Caseros que define el futuro de la Argentina y no puede no saber cómo se escribe la palabra árbol.

Pero, además  está la idea de que las humanidades guardan memoria, y esa memoria funciona en relación con  un análisis crítico del pasado que permite hacer hipótesis sobre el futuro. Las humanidades forman comunidad, sostienen comunidad, proponen comunidad aunque sean  imaginarias porque estas comunidades imaginarias son la vida.  Médicos y los abogados tendrán sus ideas de qué significa un ser vivo, pero las humanidades tienen ideas de qué significa ser no ser vivo desde mucho antes de que existieran las ciencias médicas.

Daniel Link: “Hoy las humanidades son atacadas de una manera brutal”

-¿De qué forma las nuevas carreras de Letras que coordinás dan respuesta a esta situación de las humanidades?

-Es una posición nueva sobre las humanidades. Esta carrera propone una idea de humanidades públicas, una idea de humanidades que actúen en el mundo. A través de la lectura de textos, a través de la producción de textos, a través de, por ejemplo, musicalizar poemas de Rubén Darío usando las inteligencias artificiales para ver qué tipo de estilo contemporáneo le corresponde a cada poema. También pensando cómo se va a ejercer una pedagogía del lenguaje en situaciones específicas como puede ser una cárcel  o un barrio donde la mayoría de los hablantes y las hablantes no hablan castellano como primera lengua.

No es lo mismo pensar en la torre de Marfil, la vieja torre y querida torre de Marfil.  Ojalá uno pudiera vivir en una torre de Marfil. Pero justamente eso es imposible. Hay que pensar ahora cómo situar las humanidades en el mundo complejo en el que vivimos. Entonces, si atacan las humanidades, yo digo; discutamos este proyecto en el que las humanidades ya no son una cosa nostálgica, melancólica y onfaloscópica, es decir, que se mira el ombligo, sino que estamos pensando en carreras que están orientadas muy fuertemente a intervenir en el mundo.

Me parece que lo más importante es salir del papel del supuesto saber, salir del papel del que dictamina,  del que  tiene todo  bajo control y escuchar más bien las marcas de la época que son las que traen los y las jóvenes y darles la oportunidad, por lo tanto, de tener todas las herramientas para que puedan dejar sus propias marcas. ¿Por qué no pensar que el  objetivo de la carrera sea, además de formar tanto gente que quiere escribir novelas, gente que quiere formar una compañía teatral que vaya por los pueblos de la provincia de Buenos Aires representando los clásicos españoles como hacía García Lorca con La Barraca?

-¿También habrá algunas lenguas obligatorias como en la carrera tradicional?

-Sí. A Ricardo Rojas, que escribió la primera historia de la literatura argentina, lo mandaron a Europa a estudiar  los sistemas de enseñanza. Y Ricardo Rojas escribió La restauración nacionalista. Si siguiéramos el ejemplo de los franceses, así como ellos enseñan el celta, dijo Rojas, nosotros deberíamos enseñar  el guaraní y el quechua. Eso lo dijo en 1900.  Pasaron  más de 125 años y nunca jamás se enseñaron las lenguas americanas o lenguas indígenas en la universidad.

Nosotros queremos recuperar  ese impulso fundacional de Ricardo Rojas y poner como lengua obligatoria el portugués porque somos vecinos de Brasil, por el Mercosur, por una cuestión geopolítica. Y luego como lenguas optativas les vamos a ofrecer alguna lengua europea, inglés, francés, alemán, italiano o alguna lengua americana como el guaraní, por ejemplo. Ésta es también una forma de intervenir en el mundo.

La licenciatura y e profesorado comienzan a cursarse en 2026. Ya está abierta la inscripción que se prolongará durante lo que resta de octubre y todo el mes de noviembre. Los interesado pueden hacer consultas.

Carreras y diferencias

-¿Cuáles son las diferencias entre licenciatura y profesorado?

-El profesorado tiene una estructura muy mucho más rígida porque hay que poner los contenidos que luego los graduados, es decir, los profesores van a llevar  a las aulas. Si una persona no tiene como objetivo ir a dar clases en la escuela secundaria o en  la universidad, si su objetivo es otro, entonces uno puede darle una posibilidad de elección mucho mayor. El plan de aprendizaje de las literaturas está puesto en términos de comparatismo, es decir, lo que se ofrece es, por ejemplo, literatura europea medieval, no literatura española medieval por un lado, literatura francesa por el otro, sino literatura europea medieval, literatura del Renacimiento europeo, literatura colonial americana, literatura del siglo XIX y así. Eso permite que curse un conjunto de materias que a veces pueden inclusive elegirse separadamente. Las carreras se manejan con un sistema de créditos. Para completar esos créditos están las materias del plan, pero también el alumno, la alumna puede traer su propia propuesta, por ejemplo,  Traducir, una novela de César Aira al sueco. En ese cas ohabrá una comisión que establezca cuántos créditos recibe el alumno por completar esa tarea y eso se suma a sus aprendizajes elegidos.