La expectativa de que Declan Rice convierta dos goles de tiro libre ante Real Madrid es de 0.08 “xG” (goles esperados). Nunca ha metido un gol de tiro libre en 371 partidos como futbolista profesional entre West Ham, Arsenal y la selección de Inglaterra. Lo intentó en diez ejecuciones directas. Pero en 12 minutos de la ida de los cuartos de la Champions 2024/25 entre Arsenal y Real Madrid (3-0), el martes en el Emirates, clava dos: el primero por afuera de la barrera (Nicolas Jover, entrenador especialista en pelota quieta, le había indicado que tirara el centro), el segundo al ángulo (según el analista de datos James Tippett, por el lugar en el que entró la pelota en el arco, un arquero sólo tenía el 3% de probabilidades de atajarla). “Dame tu pie derecho”, le bromeó en el vestuario el brasileño Gabriel Magalhães, su compañero. “Nunca había marcado de falta, ¿cuáles eran las posibilidades?”, se preguntó Mikel Arteta, DT español de Arsenal. “No creo que vuelva a pasar -aceptó Rice-. En algunos años me voy a dar cuenta de lo que hice”. El miércoles próximo, Arsenal visitará a Real Madrid -vigente campeón- en el Bernabéu, en busca de definir el pase a las semis de la Champions.
Es de no creer los goles de ayer
— ignxcio.loud ᵒˢ (@ignxcio__loud) April 9, 2025
De declan rice
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Vale decirlo en estos tiempos en que muchos creen que todo sucede sin antes haber sucedido nunca, lo mismo, mejor o peor: no es la primera vez que un jugador convierte un gol extraordinario de tiro libre. Tampoco dos en un partido. Y el inglés Rice (26 años) no es un especialista en la materia. Existen los arquitectos de los goles de tiro libre. A partir de los de Rice a Real Madrid, algunos recordaron los de Juninho Pernambucano en Lyon. El brasileño, según un registro del estadígrafo Silvio Maverino, anotó 72 en 787 partidos oficiales (lidera Marcelinho Carioca, con 78 en 761). En enero, Juninho Pernambucano cumplió 50 años. El último gol de tiro libre que había sufrido el Madrid por Champions como visitante había sido de Juninho, el 13 de septiembre de 2005 en el 3-0 de Lyon por la fase de grupos. Fuerza, dirección y confianza, Rice fue el primero en meter dos goles de tiro libre en un partido de la fase final de la Champions. En un partido del máximo torneo de Europa habían marcado dos el portugués Cristiano Ronaldo (Real Madrid, 2009), el brasileño Neymar (París Saint-Germain, 2018) y el marroquí Hakim Ziyech (Galatasaray, 2023). En Argentina, otros recordaron los dos goles de tiro libre de Juan Román Riquelme, con la selección, a Chile por Eliminatorias en el Monumental, en 2007.
Testigo privilegiado, el brasileño Roberto Carlos, hoy director de Relaciones Institucionales de Real Madrid, vio los goles de Rice desde el palco del Emirates. El 3 de junio de 1997, Roberto Carlos marcó, a través de una bomba inteligente, un gol “imposible” de tiro libre, en el amistoso Torneo de Francia, un año antes del Mundial 98. Retrocedió 18 pasos. La pelota, a 35 metros del arco de Fabien Barthez. El disparo alcanzará los 138 km/h. Y un ángulo de 12° grados en el punto más ancho de la curva. La ciencia intentó explicarlo en el mundo. “Teoría de la ecuación de la energía y efecto Magnus”. Los físicos advirtieron que es posible que nunca volvamos a ver un gol así. “Aunque la física explica a la perfección la trayectoria de la pelota, las condiciones de ese momento, como la potencia de la patada, el punto de impacto del pie de Roberto Carlos en la pelota y la distancia al arco, eran tan raras que podemos llamar eso es un verdadero milagro -sostuvo el profesor José F. Fontanari, del Instituto de Física de São Carlos de la Universidad de São Paulo-. Si la pelota no se hubiera detenido en la red, habría continuado en el aire, trazando una trayectoria en espiral increíble”.
Roberto Carlos explica su épico gol de tiro libre a Francia. Un científico busca la ciencia en ello. Linda excusa para verlo de nuevo, ahora con una nueva perspectiva. pic.twitter.com/ea514c0wDI
— Fulbo (@fulbo_fulbo) April 26, 2019
Después de los brasileños Marcelinho Carioca (78), Roberto Dinamite (75), Juninho Pernambucano (72), Marcos Assunção (69) y Zico (68), aparece el serbio Siniša Mihajlović, con 67 goles de tiro libre (chequeados) en partidos oficiales. De ellos, 28 los metió en la Serie A, récord que comparte con Andrea Pirlo, quien, con 43, es el italiano con más goles de tiro libre. Si el zurdo Mihajlović disparaba con potencia y precisión, Pirlo combinaba, en la derecha, colocación y elegancia. A Pirlo lo apodaron “L’architetto”. En su cartesiana autobiografía, Pienso, luego juego (2015), Pirlo aclara que no tiene un apodo y que si tendría que optar por uno le gustaría “Pirlinho”, porque, “para ser más preciso, ellos (sus remates) comparten una misma fuente de inspiración: Antônio Augusto Ribeiro Reis Júnior, jugador que ha pasado a la historia como Juninho Pernambucano”. Pirlo relata: “Lo estudié concienzudamente, coleccioné sus DVDs, incluso viejas fotos de partidos que había jugado. Entendí que el suyo no fue un descubrimiento inmediato, sino que le costó paciencia y perseverancia. Golpeaba de forma diferente. Veía el ‘qué’, pero no el ‘cómo’. La fórmula mágica era cómo golpear la pelota, no dónde. Juninho sólo le pegaba con tres dedos, no con todo el pie. Puse cinco pelotas en fila y la historia se repitió una y otra vez. Era oficial: tenía el truco, no había secreto para mí. Esencialmente, la pelota debe ser golpeada en su parte baja, utilizando tus tres primeros dedos. Mantienes tu pie recto y lo relajas para un buen disparo. Así, no rueda en el aire, sino que baja rápidamente hacia el arco. Es entonces cuando empieza a rodar”.
Si el inglés -como Rice- con más goles de tiro libre en partidos oficiales es David Beckham (53), el argentino que lidera en el rubro es Lionel Messi, con 66, tras haber superado a Maradona (61). De Diego recordamos otro gol “imposible” que no fue de tiro libre (directo), sino tras un indirecto dentro del área, con Napoli ante Juventus en el San Paolo en 1985. La barrera adelantada, a casi cinco metros en lugar de los 9,15 reglamentarios. Sin ángulo. “No importa, tocala que yo me arreglo”, le dice Maradona a su compañero Eraldo Pecci. Una caricia de zurda. Gol y triunfo 1-0.
No es ciencia ficción, son los goles de Diego en el Napoli de tiros libres y alguna perlita más.
— Boca Juniors context. (@ViejoVencedor) April 30, 2022
Espectacular.#DiegoEterno pic.twitter.com/0pHshg1Axz
De Messi, más que un gol de tiro libre -aunque algunos recordaron el que le clavó a Liverpool en 2019 con Barcelona-, rescatamos que se destapó progresivamente en la materia después de que puliera el consejo que le dio Maradona en 2009, cuando era DT de la selección: “No le saques tan rápido el pie a la pelota, porque si no ella no sabe lo que vos querés”. Dos años antes, en plena Copa América de Venezuela 2007, el Coco Alfio Basile le había dicho a Messi: “Soltá el pie, nene. Soltá el pie. Mirá cómo hace Román”. Le Corbusier, reconocido arquitecto suizo-francés, creía que el objetivo de la arquitectura era generar una belleza que resonara en la vida cotidiana de las personas. “La arquitectura -definió Le Corbusier- es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes reunidos bajo la luz”. En el fútbol, la arquitectura resuena en un gol de tiro libre.