Para hablar del amor al arte, el artista plástico Rocke Oviedo decidió hacer una película lisérgica titulada Cuarto oscuro, una desopilante obra musical protagonizada por el conjunto Humano Querido, un grupo que nunca alcanzó el reconocimiento masivo, pero que jamás renunció a su creatividad. En esta película, Oviedo muestra lo mejor de la banda en una obra conceptual ecléctica que mezcla de manera original dibujos animados, actuaciones en vivo, poesía y, por supuesto, la música de Humano Querido como hilo conductor.
Se trata de una película experimental que pudo verse por primera vez el jueves 9 de octubre, en el marco del 20º Festival de Cine Inusual de Buenos Aires, con estreno en la Biblioteca del Congreso. Luego inició un recorrido por distintos festivales y actualmente se encuentra disponible en redes sociales y plataformas de video.
El proyecto cuenta con la participación de figuras de distintos ámbitos, como el músico Pipo Cipolatti, el ex vicegobernador Gabriel Mariotto y la periodista Guadalupe Cuevas. Además, en un guiño a la nostalgia y a la animación argentina, la película incluye una tira original e inédita de la recordada serie “Tino y Gargamuza”, realizada especialmente para el film por su creador, Gabriel Marchesini. El presentador es el periodista y conductor Eduardo de la Puente, quien, con su tono humorístico, abre la puerta a este viaje nostálgico por el fracaso de quienes aman lo que hacen.

“El proyecto me interesó desde que me contactó el director. Obviamente me puse a escuchar la banda, porque no la conocía. Digo la verdad: me llamó muchísimo la atención. Me parecía muy disruptivo, muy enfermo, muy loco, y esas cosas a mí me seducen bastante. Ahí fue que me metí de lleno y aporté lo mío”, cuenta.
El ex CQC y conductor histórico de la radio Rock & Pop abre la película -y también la cierra- vestido de smoking, aportando su grano de arena a este experimento audiovisual, diferente a todo lo que suele verse en relación con la música. “Fueron un par de jornadas de filmación realmente muy divertidas y creativas. La pasé muy bien”, recuerda. “Tiene que ver con que tengo un recorrido ligado al rock, pero acá lo que hago contrasta muchísimo por lo formal y dialoga con el absurdo que atraviesa todo. Me pareció bárbaro y muy gracioso ser quien abra la puerta a esta locura, que a su vez es una manera de pensar por qué hacemos lo que hacemos”, admite De la Puente.
Para él, películas como esta son necesarias en los tiempos que corren. “Me parece bárbaro darle esa lectura: no es solo entretenimiento ni una serie de incoherencias conectadas. También habla de algo que va más allá del hecho artístico. A veces las líneas del éxito están marcadas por un paradigma poco claro. ¿Qué es realmente el éxito en el arte? ¿Llenar estadios, vender muchos discos o ganar plata? A veces eso se logra con productos vacíos de contenido o de sentimiento profundo. En historias como la de este grupo de culto, Humano Querido, te das cuenta de que todo pasa por algo mucho más básico: hacer lo que amás, lo que querés y lo que creés, y seguir adelante con eso”.
Para De la Puente, el resumen ideal de la película es que narra la historia de una banda que, después de más de 30 años, termina imponiendo su arte en su propia vida, que es lo verdaderamente importante. “Es una película que sorprende y pone en jaque al espectador. Es una pieza artística en sí misma. En medio de todo el delirio, tiene muchísimas lecturas posibles, y eso es fantástico. Cuando una obra puede mirarse desde muchos lugares y todas las interpretaciones son válidas, me parece un logro enorme”.
También reflexiona sobre cómo fue cambiando el panorama musical. “Las compañías discográficas no cambiaron tanto: tuvieron que resignificarse frente a los tiempos tecnológicos y encontraron una veta ahí. Antes podían apostar a un intérprete y darle tiempo para crecer y madurar artísticamente. Hoy esos tiempos se acortaron muchísimo”.
“Los resultados que vemos hoy son fórmulas repetidas, canciones que van al choque inmediato. Si un tema no te seduce en los primeros diez segundos, no sirve, porque manda la instantaneidad de las redes y de la ruta informática. Hacer un hit ya no es consecuencia de un trabajo largo, sino una necesidad. Lo conceptual prácticamente no existe más. Todo responde a estudios de mercado. No veo un aporte artístico real. La llamada música urbana habrá revolucionado lo industrial, pero artísticamente no aporta nada nuevo. Muchas cosas están hechas con samples de materiales creados hace décadas”, afirma.

Para De la Puente, todo también tiene que ver con la mutación del lenguaje. “Lo comunicacional es clave. En los medios y en lo cotidiano, a través del celular, se tiende a simplificar todo y se pierde poesía. Ojo: un lenguaje directo y crudo no está mal, el punk lo hizo muy bien. Pero hoy se apela a lo simple, a lo pueril, a diálogos de red. Todo pensado para Twitter o Instagram. Tal vez sea lo que viene, pero a mí no me seduce”.
Aclara que no quiere sonar nostálgico ni caer en la frase hecha de que todo tiempo pasado fue mejor. “Tampoco soy un defensor de la identidad nacional, pero escuchar a alguien cantando con autotune, con acento forzado, sin saber si es de Puerto Rico, de Los Ángeles o de Moreno, es raro. Antes estaba bueno saber de dónde venía alguien, a qué lugar y a qué época pertenecía. Hoy todo parece sin fronteras, sin tiempo. No lo critico, pero no me mueve un pelo”.
En diciembre del año pasado, Eduardo puso en pausa su banda Tristemente Célebres por problemas de salud. “Es por un tiempo, pero hicimos mucho más de lo que jamás imaginamos: shows, grabaciones, composiciones. Ahora toca cuidarse. El ACV dejó secuelas, el infarto también, y el resto tiene que ver con cuestiones de edad, pero por suerte hoy está todo controlado”, admite.
En el plano personal, si se le pregunta por Mario Pergolini, De la Puente es tajante. Evita la polémica y prefiere no hablar del distanciamiento tras tantos años de amistad. “No hablo del tema porque no me interesa. Sé que le está yendo bien y me parece bárbaro. Pero hasta ahí. Fue otra etapa de mi vida. No es algo que me interese ni me represente”.
Su foco hoy está en cuidarse. “Argentina es una incógnita gigante. Por una cuestión generacional, muchas cosas ya las vi y las viví. El mundo de la política me parece nefasto: no le creo a nadie. Algunos nos refugiamos en el arte; en mi caso, en la música”.
Cuarto oscuro, con Eduardo de la Puente
Dirección: Rocke Oviedo. Participan: Eduardo de la Puente, Pipo Cipolatti, Gabriel Mariotto, Guadalupe Cuevas y Tino y Gargamuza. Disponible en YouTube.