Como sucedió poco tiempo atrás en Bahía Blanca o en Salta, las imágenes de las inundaciones en el norte del GBA y de la provincia (con epicentro en Zárate, Campana y Arrecifes) angustian y asustan: autos flotando, personas en los techos, la lluvia que no para, gente que perdió su hogar. Pero en el medio de la crisis, en épocas donde se promueve un Estado nacional ausente, surge la solidaridad.

Vecinos de Campana y Zárate (donde hay más de 300 evacuados/autoevacuados) pusieron a disposición sus hogares para recibir a familias que debieron abandonar sus casas ante el ingreso del agua, que hasta el sábado a la mañana era de 310 milímetros, lo mismo que cae en medio año.

Sociedades de fomento abrieron sus puertas para quienes deseen pernoctar y esperar un alivio en una jornada que se anticipa también complicada, porque recién dejaría de llover el domingo, en el mejor de los casos.

Mientras anoche se conocía la cifra oficial de centenares de personas evacuadas o autoevacuadas en casas de familiares o amigos, desde el barrio San Felipe, Juan López ofreció su casa en Pasteur 1214 para cualquier persona que “no tenga dónde ir con sus hijos” o que “precise dormir calentito”, según publicó en redes sociales. Esas redes sociales que también en catástrofes se vuelven un signo de época.

De familias a clubes

También en el barrio Lubo, Irina González se ofreció a recibir en su casa a quienes no puedan dejar sus viviendas solas por temor a robos: “me ofrezco a tener algún niño o familia que en verdad necesite. También tengo ropa, calzado y botellas de agua”.

Otro caso es el de Pilar Maylen, quien aunque no se vio afectada por el temporal, puso a disposición su casa con “techo, comida y luz”, e invitó a comunicarse “sin vergüenza”.

Hoteles como Siderca, sindicatos como la UOM, sociedades de fomento, iglesias, y clubes como Villa Dálmine, Club Ciudad de Campana y Club Atlético Defensores Unidos de Zárate, recepcionan donaciones, especialmente ropa, calzado, artículos de limpieza, alimentos no perecederos, elementos de higiene y agua embotellada.

Pero no es solo lo material, también precisan ayuda presencial: manos para cocinar, clasificar donaciones y organizar lo recibido. En el Salón Padre Aníbal de Campana llamaban «a adultos, jóvenes y a todo aquel que quiera aportar un poco de su tiempo».

En paralelo, el Palacio Municipal también estaba recibiendo donaciones. Y se dispuso la apertura de las escuelas.

Piden embarcaciones

Por el fuerte temporal de lluvias que azota al norte bonaerense, desde municipios como el de Campana solicitaron «con urgencia» voluntarios con embarcaciones chicas y medianas con motor para evacuar vecinos afectados.

Deben presentarse en el COE establecido en el Móvil Comando Campana de Ruta 6, sobre puente del arroyo El Potrero (acceso a San Cayetano).

El operativo es coordinado por el Jefe del Cuartel de bomberos voluntarios Campana, Jonathan Craviotto, de donde remarcaron que ante la situación de tanta agua y estar linderos al río, era más factible manejarse en embarcaciones que en autos terrestres. Rostros, gestos y acciones de un nuevo escenario crítico a partir de siniestros climáticos cada vez más frecuentes en una Argentina gobernada por una administración que niega el cambio climático y que suspendió la obra pública. Un combo imposible de afrontar en este contexto.