Fotos icónicas que representan cada clima de época de la Argentina, casos que nunca hubiesen tenido alcance nacional sin la presencia de una corresponsalía -como el de María Soledad Morales-, primicias deportivas como la renuncia de Carlos Bianchi a Boca en 2004 o el doping que le cortó las piernas a Diego Maradona en Estados Unidos en 1994, la familia de Mercedes Sosa que eligió a Télam para que comunicara su muerte o el lanzamiento del portal Confiar para contrarrestar información falsa durante la pandemia, integran la lista -tan infinita como arbitraria- de noticias registradas por la agencia que hoy cumple 79 años de historia.

Sintetizar los logros periodísticos de Télam, creada el 14 de abril de 1945 por decisión de Juan Domingo Perón, es una tarea tan inabarcable que obliga a romper una de las pautas del trabajo en la agencia pública y nacional: “Todo copete -comienzo de una nota- debe tener un máximo de cinco líneas”, indica el manual de estilo.

Es una licencia, un modo de homenajear a los trabajadores y las trabajadoras que atraviesan este aniversario con 41 días de acampe y una resistencia activa e informativa a través del portal Somos Télam como estrategia -profesional, política y gremial- para revertir el apagón dispuesto por el gobierno de Javier Milei el 4 de marzo.

Foto: Eduardo Farre

Cada 18 de julio se recuerda la muerte de 85 personas en el atentado a la Amia de 1994. Hoy es un número indiscutido, pero hasta el 2000 la cifra reconocida por el Estado y la Justicia era de 86 víctimas. Una revelación de la agencia nacional de noticias y publicidad permitió descubrir la estafa de Patricio Irala, chófer de la mutual judía, que se hizo pasar por fallecido para que su familia cobrara la indemnización, una historia que se convirtió en Descansar en paz, película protagonizada por Joaquín Furriel, Griselda Siciliani y Gabriel Goity que está en Netflix.

La presencia de Télam en todo el territorio nacional -27 corresponsalías fijas en provincias con más de 50 trabajadores de prensa- también marca un diferencial en sus casi ocho décadas. “Nadie tenía un carajo de información y estar en Catamarca permitió darle difusión nacional al caso de María Soledad”, recuerda Jorge Pailhé, trabajador de la empresa pública, sobre el valor de esa cobertura.

Sin Internet ni comunicaciones como las actuales, estar en el lugar de los hechos era todavía más relevante que hoy. Fue la persistencia de la agencia de noticias más importante de Latinoamérica en el seguimiento del secuestro, violación y asesinato sucedido el 7 de septiembre de 1990 lo que ayudó a nacionalizar el reclamo por justicia.

«Defender a Télam no es solo defender la pluralidad de voces, el valor de las empresas públicas y los puestos de trabajos sino la soberanía informativa que necesita nuestra patria”, evalúa Carla Gaudensi, secretaria general de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa y trabajadora de la agencia.

Antes de su extradición a Italia, donde lo condenaron a prisión perpetua, Erich Priebke brindó una entrevista a Sonia Rivas, corresponsal en Bariloche. Allí el criminal nazi y miembro de la Gestapo se escondió durante 40 años. Télam fue el único medio nacional que logró tener su testimonio porque la periodista lo conocía como vecino cuando gozaba del desconocimiento social de su pasado en la SS.

Foto: Alejandro Andam

La agencia pública, un corralón de noticias que nutre de material a cientos de medios locales e internacionales, cuenta también con un archivo fotográfico compuesto de 1.300.000 negativos, 50 mil copias y miles de imágenes digitales. Luis “Chicharra” Ramírez recibe una tarea compleja: seleccionar unas pocas. La de Saúl Pérez -combatiente de Malvinas- leyendo Crónica que le permite a su familia saber que está vivo, las copas mundiales de 1986 y 2022 en manos de Maradona y Lionel Messi, el bombo lanzado por hinchas de Racing que le estropea la cara a Daniel Lalin, una imagen del regreso de la democracia y otra del atentado a la Embajada de Israel son la puerta de entrada al archivo. “La de un pibe que tira una piedra con el Obelisco de fondo en el Argentinazo de 2001, de Enrique García Medina, es la que más he visto reproducida”, dice Chicharra, jefe histórico del sector ubicado en el noveno piso de la sede de Belgrano, hoy vallada por la Policía.

En la pandemia, la empresa pública también facilitó información chequeada y de calidad para que la ciudadanía pudiera tomar buenas decisiones. En agosto de 2022, nació Confiar, portal surgido para combatir la infodemia. Luego se transformó en un sitio de noticias de ciencias, ambiente, salud y tecnología. “Con el aporte de la red de periodistas científicos, buscamos problematizar la ciencia, pensar para quién y quiénes”, explica Natalia Concina, editora de la plataforma

“Me sorprende la unión: hay gente de comercial, mantenimiento, administrativos y periodistas quedándose a dormir”, dice un compañero del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) que, sin ser de Télam, banca con el cuerpo el acampe. “Este es un colectivo con una historia organizativa muy fuerte. Los conflictos de los 90 y 2000 nos hicieron ver que estábamos solos, pero con un conocimiento de la importancia de la base sindical y una necesidad de tener cobertura gremial. Por eso, el Sipreba hoy tiene un rol clave”, le cuenta Andrea Delfino, actual delegada con más de 30 años en la agencia, en una fría noche de permanencia.

A 79 años de su creación, las trabajadoras y los trabajadores hoy vuelven a marcar la perspectiva de futuro de la actividad de prensa. “Que los medios publiquen material de Somos Télam quiere decir que hay una demanda insatisfecha”, señala Delfino sobre el sentido de la agencia de bandera. Y si alguno lo olvida, se bajonea o pierde la esperanza, hay un cartel -en realidad cientos de miles- con una consigna que antes del aniversario ya era un horizonte más allá de la empresa pública: “Defendemos Télam. Defendemos la democracia”.