La casa de Claudia Vásquez Haro, donde funcionan las oficinas de la sede principal de Otrans fue violentada por tercera vez la semana pasada.
En un comunicado, desde la organización LGBT, detallaron que el agresor es Leonel Máximo Domínguez. Al grito de “hija de puta, te voy a matar”, el sujeto atacó la vivienda y el auto de Claudia Vázquez Haro arrojando piedras, botellas de vidrio, entre otros objetos, desde el tercer piso del edificio ubicado enfrente.
“Este hecho es recurrente durante los gobiernos de derecha que promueven y fagocitan el odio hacia el colectivo TLGBINBQ+. En 2017, fui víctima de intento de travesticidio en mi propio domicilio, tras haber viajado a la ONU (en Ginebra) a denunciar al Estado argentino por violación a los derechos humanos del colectivo travesti trans”, dijo Vásquez Haro.
Domínguez, el agresor, vive actualmente frente a las oficinas de Otrans, en el tercer piso. En 2019 fue denunciado por su expareja por violencia de género y privación de la libertad. En una ocasión, recuerdan desde la organización, la mujer cayó por el balcón tras una pelea con el sujeto. Tanto Vásquez Haro como otra vecina con testigas en la causa y acompañaron a la víctima en ese proceso.
“Supuse que después de los hechos violentos ocurridos en 2019 con su ex pareja, cuando vivía en el primer piso, se había mudado, porque no lo vi más. Después de este último ataque, me enteré que se mudó al tercer piso del mismo edificio. Hecho que me puso en riesgo 6 años, al no contar con ningún tipo de medida de resguardo de protección como testiga, ya que conviví con un vecino agresor que se encubre o lo encubrieron durante todo este tiempo”, dijo Vasquez Haro.
La presidenta de Otrans recordó: “En 2024 irrumpieron en las oficinas de OTRANS y nos robaron notebooks, cámaras fotográficas profesionales, entre otras cosas. Lo acontecido la madrugada de este 1 de mayo, viene en esta misma línea, guarda una íntima relación con las prácticas violentas patriarcales y cisheteronormativas. Los discursos transodiantes del presidente Milei, habilitan y avalan este tipo de prácticas”.
“Este no es un hecho aislado, por el contrario, se enmarca en un contexto de escalada de violencia contra el colectivo TLGBINBQ+, que se viene agudizando desde la asunción del gobierno de Javier Milei, el cual ha desfinanciado políticas públicas de acompañamiento a víctimas de violencias de género y de asistencia a travestis y trans, acompañado por discursos de odio, violentos, patologizantes y criminalizantes hacia nuestras identidades”, agregó.
El hecho fue denunciado en la UFI Nº 1 de La Plata a cargo de Alejandro Irigoyen. “Exigimos que se haga justicia, se arbitren las medidas de protección tanto a las víctimas como a los testigos y haya una condena ejemplar. Las prácticas violentas de estos hijos del patriarcado, no nos harán callar y redoblamos nuestros esfuerzos para defender nuestros derechos y vivir en una sociedad más justa e igualitaria. ¡Furia travesti!”, dijeron desde la organización.