En noviembre, la producción industrial cayó 6% en comparación con el mismo mes de 2024 y retrocedió un 1% respecto de octubre de este año, según estimaciones preliminares del Informe de Actualidad Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA).

En un panel de indicadores de producción, el estudio llamó la atención sobre caídas significativas de sectores muy dependientes de la demanda interna.

El complejo automotriz se derrumbó un 22,1% interanual y los rubros asociados a la construcción cerraron con caídas del 7,7% en despacho de cemento y del 7,1% en insumos para la construcción, dos bajas que remiten a la escasa dinámica de las ventas locales.

Asimismo, lo que se pierde en la construcción se nota después en la demanda de productos de primera necesidad.

Otra alarma se registró en el indicador de consumo de energía de grandes industrias, que cayó 5,8% en relación con noviembre de 2024.

Lo más impactante es la comparación con la producción de noviembre de 2022, que presenta caídas en todos los indicadores: los sectores de la construcción promediaron desplomes de hasta el 28,2%; la producción de acero cayó 19,8%; y patentamiento de maquinaria industrial y metalmecánica se contrajeron 14 y 13% respectivamente.

La caída de noviembre pasado supone una profundización del cuadro relevado por la UIA en octubre. Ese mes la industria cayó 2,9% interanual y los sectores relacionados al consumo masivo retrocedieron 2,5% y fueron los de mayor incidencia en el promedio general.

Las industrias de consumo masivo tuvieron un primer semestre con señales que generaron ciertos niveles de entusiasmo en el sector, pero en el segundo semestre la curva volvió a caer, atada, según el análisis del informe fabril, a la debilidad de la demanda interna a con manejos de stock de menor envergadura por parte de las empresas.

Advertencia

La situación inquieta también a los analistas que más escuchan los empresarios, quienes advierten por el futuro de la producción industrial y su dependencia del consumo.

Para la consultora Orlando J. Ferreres y Asociados (OJF), la producción industrial cayó 3,9% en noviembre y encadenó su tercer registro negativo en forma consecutiva.

La contracción de la demanda golpeó fundamentalmente al sector automotriz, que arrastró al rubro maquinaria y equipos (-17,8%). También cayó la producción de plásticos (-17,3%); minerales no metálicos (-3,9%); papel (-2,7%); y textil (-1,7%). El rubro de alimentos y bebidas retrocedió 1,2%, anclado por el bajón de la faena de bovinos, que fue del -9,2% interanual.

Los rubros industriales que crecieron en noviembre fueron el farmacéutico (4,6%) y el de las refinerías, con la misma variación. Las químicas aumentaron su producción un 1,5% y las tabacaleras un 1,2%. Las fábricas de bebidas produjeron un 0,1% más, mismo avance que la industria metálica básica.

El cuadro general es crítico y plantea más preguntas que respuestas pensando en 2026. La lectura de OJF es que el ajuste macro libertario basta para ser “moderadamente optimistas”, pero también sugiere que la demanda interna tendrá centralidad el año que viene, y que sin el repunte del consumo, sin recomposición salarial y sin acceso al crédito, los porotos cosechados tenderán al agotamiento.

Caída inesperada

En el cierre de la semana la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) reportó una caída del consumo en  noviembre del 2,8% interanual y del 1,3% respecto de octubre de este año.

Datos sobre la situación del consumo abundan, pero llamó la atención porque el Índice de Consumo (IC) es una elaboración de la entidad empresarial más afín al gobierno de La Libertad Avanza que hasta ahora sólo había medido resultados positivos, a contramano del resto de los estudios públicos y privados.

La CAC atribuyó el bajón al aumento de los precios minoristas en el tramo final del año, pero relativizó la situación, a la que definió como estabilizada después de las elecciones legislativas.

La interpretación invita a confiar en una recuperación, pero otros estudios centrados en la experiencia de los consumidores plantean un escenario diferente. Entre ellos, una encuesta del Centro Nacional de Responsabilidad Social Empresarial y Capital Social de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA reportó que el 72% de los argentinos recortó gastos personales o familiares en el último trimestre por la caída del salario. El 43% de esos consultados admitió que hizo recortes significativos y sólo un 5% respondió que incrementó sus compras. «

Ventas en los supermercados

La Encuesta de supermercados del Indec registró un aumento de las ventas del 2,7% interanual y del 1,6% respecto a septiembre previo.

El informe oficial contrastó con los de consultoras privadas que midieron caídas de hasta el 4% a la par de un repunte de las ventas de autoservicios independientes, una diferencia que ilustraría el traslado de la demanda desde las grandes superficies hacia los comercios barriales producto de una mayor planificación y racionalización del consumo por parte de las familias.

En el canal mayorista, las ventas de octubre cayeron 9,3% interanual, lo que da cuenta de la baja tracción de los comercios de cercanía, que son los clientes principales del segmento. No obstante, en relación con septiembre los despachos aumentaron 4,2%, de acuerdo a la medición oficial. En el acumulado enero-octubre las ventas se contrajeron 7,6 por ciento.

El Indec consignó que las ventas de los centros de compras fueron 4,7% negativas en la comparación interanual.