Elisa Muñoz vivía en el edificio de Pedro Goyena al 500 del barrio de Caballito con su hija de once años. Al igual que el resto de las 14 familias que habitaban el lugar, es propietaria. Las semanas siguientes al derrumbe estuvo alojándose en casas de amigos mientras buscaba una propiedad para alquilar. “No recibimos ningún tipo de ayuda económica del Gobierno de la Ciudad”, denunció en una entrevista brindada a Tiempo.

Desde el primer día, les dijeron que volver al edificio podría tardar entre ocho meses y un año, porque durante el desmoronamiento se rompieron todas las cañerías de gas, de agua, las cloacas y el resto de los servicios. A un mes y medio del derrumbe, “la Constructora no ha presentado ningún plan de reconstrucción y el gobierno no está presionando para esto”, agrega Muñoz: “Necesitamos que haya voluntad política para que se haga todo lo que se tenga que hacer y finalmente recuperar nuestros hogares”.

Las 14 familias afectadas por el derrumbe del 8 de febrero en el que murieron dos personas, de 75 y 81 años, esperan una solución concreta. Bajo la carátula “estrago seguido de muerte”, la causa tramita en la fiscalía de Flagrancia Oeste en la Unidad Fiscal de Investigación N° 22 de la Ciudad, al mando de Mariela de Minicis.

¿Qué les prometió el Gobierno de la Ciudad y que fue lo que cumplió?

Todo lo que hemos conseguido fue por nuestra insistencia y por nuestras demandas. Ningún funcionario o funcionaria estuvo encima del tema preocupado por nuestras necesidades. El día 19 de febrero, logramos tener una reunión con funcionarios del Gobierno de la Ciudad donde estaba el ministro de Justicia Gabino Tapia, el subsecretario de Justicia, y Pablo La Spina, el titular de la Dirección de Apoyo a la Víctima.

En esa reunión se comprometieron a varias cosas con nosotros, entre ellas, a generar un canal único de diálogo que iba a ser llevado por La Spina, porque nos venía pasando que nos escribía gente de distintas áreas de gobierno, con distintos discursos o temas, y sumado a todos los problemas del derrumbe, nos volvíamos locos respondiéndole a personas que no sabíamos quiénes eran.

En esa reunión, una de las cosas más importantes que nos habían prometido era armarnos una pasarela, que en realidad fue una intimación de la justicia porteña al gobierno de la Ciudad para que no permita que la Constructora “MAB Inversiones SRL”, hiciera las tareas de apuntalamiento ni estuviera cerca del sitio de prueba, y que contrate a una empresa externa para que hiciera todas esas labores y la construcción de una pasarela provisoria para que podamos retirar nuestras pertenencias básicas como ropa, documentos, remedios, etc. Hasta ahora no sabemos qué va a pasar con esa pasarela que nos habían prometido.

¿Les dieron un tiempo aproximado para poder volver a sus departamentos?

Nos dijeron que puede llegar a tardar entre ocho meses y un año. Nosotros sabíamos que esto no iba a hacer algo corto, por eso no sirve lo que nos ofrecieron desde el Gobierno de la Ciudad en un principio, que era vivir en habitaciones de hoteles familiares. Todas somos familias donde hay menores, hay personas con discapacidad, adultos mayores y personas con problemas de salud.

Es por eso que no nos quedó otra que arreglarnos como pudimos. En mi caso, empecé a buscar alquiler y recién hace dos semanas pude encontrar uno, bastante caro, porque tiene que ser amoblado, un departamento mucho más chico que en el que vivíamos y también priorizamos seguir viviendo en el barrio por la vida cotidiana de mi hija que tiene su escuela y todas las actividades acá.

¿El gobierno se hace cargo de ese alquiler?

No recibimos ningún tipo de ayuda económica del Gobierno de la Ciudad. El alquiler me sale 650 dólares, porque me lo están cobrando en esa moneda, además de la comisión y el mes de depósito que se tuvo que pagar por adelantado. Con mi abogado logré que la constructora me reembolsara algo de todo lo que habíamos gastado, pero después de esto ninguna de las familias tenemos idea que es lo que va a pasar.
Hace alrededor de tres semanas el Gobierno nos ofreció un subsidio que dijeron que era extraordinario y que lo habían tramitado para nosotros porque, según ellos, no existía.

Nos dijeron que el subsidio era solo para ropa y útiles escolares. Por recomendación de nuestros abogados muchos vecinos no aceptamos, porque el Gobierno de la Ciudad se negó a poner en los papeles que teníamos que firmar en concepto de qué nos daban esos cheques. Solo decía que era una ayuda por el derrumbe pero no quisieron plasmar lo que nos dijeron en palabra. Era un subsidios de apenas 250 mil pesos, que te daban en cheques de 50 mil y sólo se podía cobrar en el Banco Ciudad uno por día.

¿Las trece familias pudieron encontrar dónde vivir?

Hay tres familias que todavía no pudieron solucionar su problema habitacional. El lunes pasado, tras una movida mediática que armamos con los vecinos para contar nuestra situación, el Gobierno nos convocó a otra reunión en la que iban a participar, además del ministro de justicia y seguridad, el arquitecto del área de auxilio que está a cargo de todo lo que se había hecho pos derrumbe, incluida la pasarela, para que nos pudieran explicar los tiempos y por qué habían parado de trabajar. En esa reunión nuevamente se comprometieron a armar lo necesario para la pasarela, pero las lluvias retrasaron todo otra vez. Nos dijeron que en una semana eso se podía armar y que nosotros podíamos estar ingresando.

¿Se habló de la reconstrucción del edificio para que puedan volver todas las familias?

Yo personalmente les pregunté sobre el tema, porque lo que estamos viendo por parte de la Constructora y el Gobierno, es una dilación sobre la reconstrucción del edificio, mucha tranquilidad y lentitud. Nos dijeron que una vez que se instala la pasarela y podamos retirar nuestras pertenencias, el Gobierno da por finalizada lo que llama la ‘etapa de emergencia’, es decir, se desentiende del tema y quedaríamos las 14 familias solas a merced de la Constructora.

Es decir que para el Gobierno porteño esto después pasa a ser un tema entre privados, por esto yo le pregunté al ministro si ellos tenían la voluntad política de, posterior a esto acompañarnos, porque es evidente que nosotros solos no podemos presionar a la Constructora, y en principio nos dijeron que sí pero no explicitaron en que forma ni nada. Hasta el día de hoy, la Constructora no ha presentado ningún plan de reconstrucción y el Gobierno no está presionando para que esto se solucione rápido. Necesitamos que haya voluntad política para agilizar todos los trabajos que haya que hacer.

Tres derrumbes en un mes

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Foto: Policía de la Ciudad

Tras éste incidente, hubo dos derrumbes más en la Ciudad. En total fueron tres colapsos edilicios en menos de un mes: Uno en Palermo, en el que murieron dos obreros, y otro en Caballito. Tiempo, que viene siguiendo estos temas desde un principio, hace dos domingos puso en tapa que la situación puede ser aún más grave. De acuerdo a un informe de la ONG ‘Defendamos Buenos Aires’, en la Ciudad hay 5.400 viviendas en peligro de derrumbe, entre departamentos, edificios, casas y obras en construcción”