Trabajadores abrazados, llorando, en la puerta de una oficina con las persianas bajas. La foto se repite en todo el país. La brutalidad de la «motosierra» en el Estado se está cobrando los ingresos de más de 70 mil familias. Entre las dependencias afectadas, en las últimas horas cobró notoriedad una central: la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Más de 1.200 despidos se hicieron efectivos en los últimos días, en las casi 400 oficinas de atención al público de todo el país.

En total, Anses cuenta con alrededor de 12.000 empleados para brindar servicios a más de 6 millones de beneficiarios del sistema de la seguridad social. Ante el recorte en el orden del 10 por ciento, el titular de Anses, Mariano de los Heros, brilla por su ausencia. La ministra de Capital Humano (cartera de la que depende la entidad), Sandra Pettovello, también.

Además del panorama laboral desolador, las y los trabajadores deben sufrir la humillación pública a la cual son sometidos por un gobierno que los acusa de «ñoquis» y de ser militantes de organizaciones políticas partidarias. A través del comando que opera en redes sociales de manera anónima e incluso de funcionarios a viva voz, el gobierno de Javier Milei lanzó una campaña de difamación para justificar el recorte despiadado. Sin trabajo, a la deriva y estigmatizados.

En este escenario, proliferan entre lágrimas las asambleas dentro de las oficinas, aunque sin un rumbo claro. Hay oficinas que han cerrado por completo; sobre todo, aquellas que fueron abiertas en los últimos años. Esto se debe a que los despidos no son producto de la capacidad o desempeño del trabajador, sino de su fecha de ingreso. Los despidos recaen sobre aquellos que ingresaron luego del año 2019.

La Anses de Boulogne, un caso testigo

Anses

Un caso testigo es la oficina de Boulogne (San Isidro, PBA), que abrió las puertas en 2022, por pedido de vecinos que juntaron firmas para que haya una oficina en el barrio. Contaba con 29 empleados, de los cuales 16 se dedicaban a la atención al público. De esos 16, fueron cesanteados 12; es decir, el 75% de la planta. Esa oficina tiene dos pisos. En la planta alta, se atienden jubilados; en la baja, el resto de las consultas. Hoy, quedan dos trabajadores abajo y dos arriba, para atender el centenar de consultas diarias.

«Me rompió el corazón todo el sacrificio que se hizo para poner esta oficina de pie y hoy verla al borde del cierre. Los vecinos han tenido una recepción increíble de la oficina. Explotó de toda la gente que vino. Escuchar a vecinos que vienen, nos dan un abrazo y se ponen mal con nosotros nos reconforta«, contó a Tiempo una trabajadora despedida.

A contramano de las acusaciones del gobierno, apuntó: «Fue una sorpresa porque teníamos contrato hasta diciembre de este año, al menos. Nuestras bajas no son por rendimiento, sino por haber entrado después de 2019. Por eso, esta oficina quedó casi vacía. Además, nos enteramos de que llegaron los telegramas estando en función, por un compañero que estaba en la casa con dengue y lo recibió. Una deshumanización total«.

La solidaridad de los vecinos es conmovedora. Las hojas de las planillas para «juntar firmas» se llenan en instantes, acompañadas de palabras de aliento e incredulidad. «La oficina funciona bárbaro. Te atienden aunque vengas sin turno y se toman el tiempo necesario para ayudarte a resolver el problema que tengas», comentó un vecino a este medio. Esa atención se verá disminuida a su mínima expresión.

La respuesta sindical

El sindicato de los trabajadores y trabajadoras de la Anses (Secasfpi) denunció los despidos y alertó por el vaciamiento de las oficinas. Buscan consensuar un plan de lucha que incluya paro y movilización.

«En ANSES no vamos a edulcorar la realidad ni tolerar más despidos. En las primeras horas del día de hoy muchas compañeras y compañeros recibieron telegramas de despido. El Gobierno intenta destrozar el Estado y tenemos que resistir. No podemos permitir que lo desarmen y tampoco todas las políticas que benefician y protegen a la población», afirmó el comunicado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).