«Fíjense que lo único que están haciendo ahora es mandar proyectos al Congreso. ¿Para qué? Para rompernos el equilibrio fiscal», dijo Javier Milei ante los integrantes del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas. «Yo les aviso, por si les interesa, que cualquier proyecto que manden desde el Congreso que quieran romper la caja y hacer volar este país por los aires, se los voy a vetar; me importa tres carajos«, advirtió el presidente ante un auditorio que lo aplaudió. Dos horas antes, en una sesión especial de la cámara de Diputados que se extendió por casi seis horas, hubo una combinación opositora entre dialoguistas y peronistas que le marcaron la cancha al gobierno y cristalizaron por primera vez una demostración de fuerza que obligó al presidente a pronunciarse.

Fue en una sesión pedida por el radicalismo (que el oficialismo no pudo obstaculizar) y que fue posible gracias al respaldo del bloque de UxP que ya había hecho un intento luego de la masiva movilización universitaria y fracasó porque quedó a cinco votos de conseguir el quorum reglamentario.

Ayer casi todo el arco opositor combinó sus voluntades y dejo dos números inquietantes para el oficialismo: además de superar el quorum reglamentario con 138 presentes también pudieron llegar a una votación conjunta de 152 respaldos para emplazar a la comisión de presupuesto a dictaminar este jueves sobre el debate del método para aumentarle a las universidades públicas.

Luego de los intentos anteriores sin éxito, el radicalismo pudo ordenar internamente sus 34 voluntades y exploró una articulación con el bloque de Unión por la Patria que conduce German Martínez. La decisión de la UCR implicó un giro en la relación negociadora que mantiene con el Gobierno y desnudó una diferenciación pública con el PRO, a través del presidente de la comisión de Educación, Alejandro Finocchiaro. El diputado del PRO acusó al titular de la bancada radical, Rodrigo De Loredo, de incumplir su palabra luego de haberse comprometido a continuar el debate en un plenario de comisiones y desactivar el pedido de sesion especial que habían presentado. La discusión fue en medio del recinto y luego de 5 horas de debate entre cuestiones de privilegio y pedidos de apartamiento del reglamento que no llegaron a los dos tercios necesarios.

Finocchiaro acusó a De Loredo de haberse comprometido a desactivar la sesión especial a cambio de hacer un plenario de comisiones el jueves para acelerar el trámite que venían demorando. El jefe de la bancada de la UCR no lo desmintió. De ese modo reconoció que mientras le había dado el visto bueno para el plenario, al mismo tiempo acordó con el panperonismo y Hacemos Coalición Federal para presentar el pedido de sesion especial. Así se gestó la rosca para llegar al quorum y superarlo con nueve voluntades.

Cuando amainó el pase de facturas entre los dos exsocios de Juntos por el Cambio, llegó el momento de las definiciones.

Los objetivos de la oposición en Diputados

El objetivo de máxima que pactaron todos los opositores no era el que más preocupaba al oficialismo. Sin despacho de comisiones para los proyectos impulsados, la única forma de tratarlos ayer pasaba por constituir el recinto en comisión. Para eso es necesaria una mayoría de dos tercios de los presentes. Es decir 170 de los 257, una cifra inalcanzable para la nueva coincidencia de casi toda la oposición. La votación confirmó la imposibilidad de llegar a ese número. El plan de constituirse en comisión se deshizo rápido, pero los refuerzos opositores llegaron a los 131 respaldos y 101 rechazos. Ahí faltaron, entre otros, los 23 escaños del bloque HCF, que conduce Miguel Pichetto. El diputado rionegrino anticipó su rechazo a la idea de tratar proyectos sin dictamen y lo hicieron valer para que la movida más ambiciosa de ayer fuera desarticulada en su primera experimentación.

Luego llegó el momento de ejercitar las posibilidades reales para la primera sesión impulsada con éxito para marcarle la cancha al oficialismo en un tema que lo afecta, cómo es el conflicto universitario y su impacto en las clase

El objeto concreto de la sesión siempre fue terminar con las dilaciones del oficialismo para encontrar un mecanismo, que sea creado por ley, para actualizar en forma automática y por el indice inflacionario el presupuesto universitario.

Ahí surgió la otra parte del acuerdo silencioso entre radicales y UxP. El bloque panperonista también buscaba destrabar el trámite para restituir el Fondo Nacional de Incentivo Docente que el gobierno dejo sin presupuesto desde el 1 de enero.

Así fue que De Loredo coincidió con Martínez otra vez. Impulsaron poner a votación dos emplazamientos destinados a Finocchiaro y al titular de la comisión de Presupuesto José Luis Espert. La primera parte del emplazamiento fue para que los proyectos universitarios tengan dictamen este jueves, sin más postergaciones, y la segunda para hacer lo mismo con los vinculados a la restitución del Fonid. En esa pulseada quedó exhibida una nueva e inédita mayoría. La propuesta de los emplazamientos obtuvo 152 apoyos y 81 rechazos, impulsados por La Libertad Avanza y el PRO.