Las señales que salen del Senado para el futuro de la Ley Bases no son las que esperaba la Casa Rosada, a pesar de las adventencias. Todo indica que los cambios que le introducirán al giro que vino de Diputados, obligará a reprogramar los plazos para sesionar en la Cámara Alta. El reloj corre con descuento para la firma del Pacto del 25 de Mayo y en el gobierno evaluaron postergar o modificar la escena mientras se complicaba la negociación en el Senado. Tal como anticipó Tiempo, los contratiempos sucedieron desde la semana pasada y con una vicepresidenta Victoria Villarruel corrida de esa mesa de intercambios con la oposición.

Quizás el presidente Javier Milei escuchó los lamentos del gobernador cordobés Martín Llaryora cuando se enteró de la eventual postergación. Para el sucesor de Juan Schiaretti, ya se sabe cuáles son los gobernadores que no participarán y habría un acuerdo de los que asistirán para respaldar los 10 puntos del pacto. También sostiene que no es necesario esperar a la sanción de la Ley Bases y del paquete fiscal, porque ya hay una señal positiva desde que fueron aprobadas por la Cámara de Diputados.

Los mensajes del gobernador mediterráneo están directamente dirigidos a los oídos del presidente. Los indicios de una eventual postergación se vienen gestando hace dos semanas. El primer volantazo tuvo que ver con la ceremonia del Te Deum del 25 de Mayo. La ceremonia religiosa se realiza a pedido del Poder Ejecutivo y, según pudo confirmar Tiempo de fuentes eclesiásticas, el gobierno no había realizado este año el pedido en el arzobispado porteño y, al mismo tiempo, fuentes de la curia cordobesa daban por sentado que se realizaría en la capital provincial. La semana pasada el arzobispo porteño Ignacio García Cuerva finalmente recibió el pedido formal del gobierno y la chance de un Te Deum cordobés se disipó y preocupó a los anfitriones entusiasmados que ya estaban preparando la Catedral de Córdoba para el tercer sábado de mayo.

Si se mantiene en pie la fecha del pacto, dentro de 10 días la sede será Córdoba y el anfritrión Llaryora. Dicen que el mandatario casi se enteró por los medios de la potencial postergación y que desde entonces busca sortear el plazo que se autoimpuso Milei hace 75 días, cuando habló ante la Asamblea Legislativa para inaugurar este período de sesiones ordinarias del Congreso. Venía del naufragio de la primera versión de la Ley Bases en Diputados y prometió un repechaje. Dijo ante todos los legisladores que su aprobación era un requisito para firmar el pacto, pero esta semana el propio presidente se puso al frente del operativo para desdramatizar un eventual cambio de fecha.

Hasta el vocero presidencial Manuel Adorni quedó atrapado en el giro que llegó a reconocer Milei. Había asegurado que el pacto se hacía el 25 cuando otras fuentes habían anticipado el posible cambio de fecha que luego enunció el presidente.

Los contratiempos repentinos fueron la previa de la primera visita que realiza el jefe de Gabinete Nicolás Posse al Congreso. Desde las 11 de este miércoles estuvo en el corazón del recinto del Senado, respondiendo preguntas en el marco del informe de gestión 139.

No se refirió a los tiempos de la Ley Bases, pero está al tanto de las dificultades que afronta en el Senado. También sabe que los problemas se incrementaron desde que la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, reunió a diputados del PRO y LLA en su despacho para analizar un eventual regreso de los proyectos a la Cámara Baja con modificaciones. Evaluaron desconocer la segunda revisión y ratificar la aprobación originaria, en una apuesta que cosechó malestar en el Senado porque las negociaciones estaban en pleno desarrollo y con final abierto.

Desde ese momento comenzó a tambalear la idea de realizar el pacto el próximo 25. Ni Posse ni Milei apuraron al Congreso. Tampoco lo hizo el ministro del Interior, Guillermo Francos, que fue el primero en relativizar la necesidad de contar con ambos textos transformados en ley antes de la fecha que se autoimpuso el presidente.