Como cada semana desde que se desató la segunda ola de coronavirus, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) relevó la situación de las terapias públicas y privadas a nivel nacional. El último informe, difundido este domingo, expuso “un descenso de la ocupación del 5% en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA). Esperemos que eso se sostenga en el tiempo”, planteó Rosa Reina, presidenta de la entidad, y advirtió que “los números son muy altos todavía por más que haya un amesetamiento. Se viene el invierno y le tenemos mucho temor a un nuevo rebrote o tercera ola”.

“Hay mucho temor de que vuelvan a subir los casos, especialmente cuando empiece el frío”, reiteró en diálogo con Tiempo. Además, señaló que otra alarma que encendió el informe es que “el 60-70% de los pacientes en terapias son con covid, las camas que quedan para otras patologías son cada vez menos. A veces 10-15%”. Alertó, además, sobre la inminente llegada de los cuadros de gripes, neumonías y otras enfermedades estacionales. “Es algo que vemos todos los años y requiere internación en terapia y eso también es una situación que nos genera preocupación, porque el número de camas que tendríamos disponible no es el que habitualmente tenemos”.

El relevamiento se realiza sobre una encuesta voluntaria pero que, por la cantidad de establecimientos que participa, está siendo “muy representativa”. Participaron del último informe 181 Unidades de Terapia Intensiva con un total de 3.563 camas y “se observó una tasa de ocupación promedio a nivel nacional del 87%”. Según los datos de la última semana, los centros de salud de Mendoza y Neuquén reportaron una ocupación del 100%, los de San Juan un 97,92%; la provincia de Buenos Aires (PBA), un 93,28%; Río Negro, 91,89% y la Ciudad de Buenos Aires (CABA) un 90,44%.

“El personal sigue siendo problemático –destacó Reina- Sobre todo con la expansión de las camas: porque el personal no se puede expandir. La relación entre el profesional con los pacientes se amplía cada vez más y es preocupante. Porque agota al personal y la situación laboral de intensivistas no es la adecuada”. Además de la cuestión salarial, vienen reclamando que no haya guardias de 24 horas sino de 12 o menos. “Es muy agotador ya fuera de la pandemia. Con pandemia es más agravante. El estrés es mayor. Pedimos acompañamiento al personal de salud. No está presente en la mayoría de las instituciones y el acompañar en situaciones de estrés psicológico debiera ser una política en este momento de los ministerios de Salud”, reclamó la referente de la SATI.

El último informe reflejó que siguen faltando insumos básicos en las terapias. Si bien el problema se registró en un 15% menos de las terapias relevadas, “en aquellas UTis con faltantes se observó un incremento del déficit en relación a la semana previa” tanto de sedantes como de bloqueantes neuromusculares, anticoagulantes y analgésicos.

Por otra parte, a partir de la detección de “un ingreso de embarazadas a las terapias muy graves y con ventilación mecánica” se relevó también la situación particular de estas pacientes. “Queríamos ver cuál podría ser la incidencia a nivel país. Si bien es baja, y esperemos que quede así, en el pequeño número que tuvimos la gravedad es alta y con requerimiento de respirador alta”, remarcó Reina.

En tanto, se observaron 244 pacientes menores de 40 años ingresados por COVID-19 grave que corresponde a un 12.4% de los pacientes positivos. El 75% requirió ventilación mecánica.