La entidad monetaria emitió un comunicado hoy en el que anuncia su decisión de no renovar las Letras de Liquidez (Leliq) y operar sólo mediante los pases pasivos que, a diferencia de las anteriores, ofrecen vencimientos diarios y con una tasa de interés anual nominal de “apenas” el 100%.

El Banco Central procederá a desmontar «la bomba de las Leliq» intentando transferir esa deuda al Tesoro. Es que, al mismo tiempo y en forma evidentemente coordinada, el ministerio de Economía anunció la emisión este miércoles de Letras de Tesoro Nacional a Descuento (LEDES) con vencimiento al 18 de enero de 2024. Estas nuevas letras no tienen precio definido ni tope de monto a colocar. Según informó el gobierno se espera que la tasa de interés ronde el 15% mensual. La licitación incluye también otro instrumento llamado BONCER que se ajusta por inflación y ofrece vencimientos al 14 de febrero de 2025 y al 9 de noviembre de 2026.

Por su parte el Banco Central, especificó que la “tasa de interés de política monetaria pasará a ser la tasa de los pases pasivos a un día de plazo, tasa que desde el 13 de diciembre fue establecida en 100% nominal anual”. Ese instrumento pasará a ser la única herramienta que dispondrá la entidad monetaria para esterilizar los excedentes monetarios aunque con una tasa de interés real negativa y mucho menos atractiva que las que ofrece el Tesoro.

Del otro lado la entidad informó que dispondrá “una tasa de interés mínima para los depósitos a plazo fijo, que decidió establecer, a través de la Comunicación A7922, en 110% nominal anual”. La tasa que hasta la fecha estaba fijada en un 133% anual nominal quedará muy por detrás de la inflación dejando a los pequeños ahorristas carentes de instrumentos para preservar sus tenencias. Por eso, a modo de sugerencia, el directorio de la entidad señaló que “considera que resulta necesario que el sistema bancario continúe ofreciendo al público depósitos a plazo fijo ajustables por UVA”.

La intención del gobierno en definitiva es la de trasladar deuda del BCRA al Tesoro y, por lo tanto, forzar, en tándem, políticas monetarias y fiscales contractivas. Dicho de otra forma, como el Tesoro no tiene potestad de emitir dinero, la garantía de pago de los nuevos instrumentos y el riesgo que de ellos se derive estará sujeto al éxito del ajuste fiscal que, por otro lado, deberá profundizarse para poder hacer frente a tasas de interés del 15% mensual.

Por otro lado, si, como aseguran las autoridades económicas, el dólar queda planchado por los próximos meses, se habrá generado un escenario ideal para una nueva bicicleta financiera conocida como “carry trade” convalidando tasas de interés en dólares equivalentes al 15% mensual.

Todo el andamiaje cuenta con el aval del presidente del BCRA, Santiago Bausili y del ministro de Economía Luis “Toto” Caputo que vuelven al gobierno luego de ser socios en la consultora Anker Latinoamérica fundada en 2020.