Como siempre, la justificación (o más bien excusa) es «la crisis». Esa que permite negocios para financistas, carry trade y quienes se aprovechan de miles de millones de deuda de en dólares, pero que en este caso no permite sumar científicos al país: según confirmó esta tarde en el Congreso el jefe de gabinete, Guillermo Francos, el Gobierno seguirá sin admitir nuevos investigadores al CONICET y también permanecerá en su postura de no admitir a quienes tenían su ingreso aprobado en diciembre de 2023.

Sobre estos últimos, el funcionario sostuvo que los 845 ingresos que ya habían tenido la aprobación de todas las extensas y minuciosas instancias que estipula el organismo de ciencia desde hace años quienes se postulan, están «sujeto a la disponibilidad de crédito y cuota presupuestaria y a la pertinencia de los planes de investigación presentados».

Sobre ellos, la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (RAICYT) presentó días atrás una carta avalada por más de 2500 miembros del sistema científico tecnológico, solicitando al directorio del organismo «la urgente regularización de las designaciones de los ingresantes a la Carrera del Investigador Científico».

Acerca de las nuevas convocatorias, Francos acotó que «aún no se han previsto debido a la crisis financiera que atraviesa el país y la Administración Pública Nacional».

«Va a potenciar el éxodo»

El ex titular de Ciencia de la Nación, y actual presidente de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires, Roberto Salvarezza, aseguró: «El gobierno cuestiona los ingresos ya aprobados al CONICET y admite que no tiene pensado nuevas convocatorias. Consecuencia: se va a potenciar el éxodo ya evidente de jóvenes científicos y el país va a perder recursos altamente calificados».

«Si bien la Ley Bases está vigente, también lo está la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. El gobierno cuenta con 49.000 millones para potenciar la federalizacion de la ciencia. Ejecutó el 0%. Deberían dejar de mentir», acotó el ex ministro.

Durante la nueva reunión informativa de la comisión de Ciencia y Tecnología que encabeza Daniel Gollán en la Cámara de Diputados, científicos y referentes del sector académico se manifestaron sobre la crítica situación que atraviesa el área por el brutal desfinanciamiento de Javier Milei.

“Que el Gobierno le quite el cepo a la ciencia”, planteó Galo Soler Illia, uno de los científicos más destacados del país, al momento de tomar la palabra. El Doctor en Química, y decano del Instituto de Nanociencias de la Universidad Nacional de San Martín, apuntó con todo contra la gestión de Javier Milei por el desfinanciamiento sobre el sector de ciencia y tecnología.

Mientras tanto, quienes aún sobreviven dentro del CONICET sufren el deterioro salarial. El último informe del Grupo EPC-CIICTI registró que los salarios de investigadores y del personal de apoyo del organismo cayeron un 2,3% en términos reales en marzo. En los 16 meses desde noviembre de 2023, se retrajeron un 33,8%.

Genua, ausente otra vez

El condimento de la reunión de la comisión científica en Diputados fue, una vez más, la ausencia del secretario de Ciencia, Darío Genua, que eludió el debate con los investigadores en un marco de caída de programas de investigación, intento de desmantelamiento de organismos de ciencia, caída de los salarios y del presupuesto y parálisis de proyectos estratégicos.

Genua, el secretario de Ciencia y Tecnología de la Nación, estuvo muy presente durante la reunión celebrada este martes en la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación, pero justamente porque no asistió. Con ironía, uno de los presentes sugirió ir a alguna reunión en una embajada para poder allí abordarlo.

En el marco de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, presidida por el diputado de UP Daniel Gollán, se expresaron fuertes reproches a la situación imperante en el ese sector durante la gestión libertaria.

Desde la Universidad Nacional de Mar del Plata, Diego Rodríguez aseguró que “la investigación y la ciencia son una de las funciones esenciales de la universidad”.

A su turno, Nicolás Malinovsky, de la Comisión Nacional de Energía Atómica, dijo que “la situación nuclear es crítica, en el contexto en el que vivimos”.

Más demanda, menos energía

Lo que se vive en el sector nuclear, por caso, es un ejemplo de lo costoso que puede ser en un futuro cercano la falta de inversión actual. A mayor demanda, hay cada vez menos energía: la generación de energía nuclear en Argentina cayó un 20% interanual durante el mes de febrero, según datos oficiales de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). En total, se produjeron 789,2 GWh, frente a los 990,2 GWh generados en el mismo mes de 2024, según los datos publicados en la Síntesis del Mercado Mayorista Eléctrico.

La baja en la producción nuclear se explica principalmente por la parada de mantenimiento correctivo que afectó a Atucha II entre el 7 y el 9 de febrero, y por la inactividad total de Atucha I, que se encuentra fuera de servicio desde 2022 por trabajos de extensión de vida, proyectados hasta 2027. En paralelo, la demanda neta de energía en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) alcanzó los 12.911,8 GWh, lo que representa un leve aumento del 0,5% respecto al mismo mes del año anterior. Si se considera la diferencia de días por el año bisiesto 2024, el crecimiento real diario fue del 4,2%.

En el Congreso se puso el ejemplo de Corea del Sur, un país rural pobre que a fines de los años 60 decidió emprender el camino inverso al sugerido y apostó a la ciencia. Hoy destinan a ese tema el 4% del PBI, siendo la mayoría de ese aporte provisto por los privados.

Recordaron la aprobación de las leyes de Financiamiento Científico y Argentina 2030 hoy “son letra muerta”. Alertaron: “Los cuadros técnicos más importantes se están yendo”. “Quítenle el cepo a la ciencia“, reclamó por su parte Soler Illia.