En el marco de la cuarentena, la financiación en pesos a privados experimentó aumentó en $81.904 millones, o un 4,2%, el segundo mes consecutivo con variaciones de ese tipo, algo que la consultora First Capital Group (FCG) asoció con las características de la política de confinamiento social y el importante impacto en la actividad económica.

Entre el 20 de marzo y el 20 de abril, First destacó el nivel de los préstamos comerciales, que crecieron en $95.919 millones, o un 16,9%. 

Esos préstamos fueron otorgados a empresas en medio de la crisis inicial del coronavirus. El incremento se explica también por la disminución de las cancelaciones como consecuencia de la rotunda baja de ingresos de las personas y las empresas en general.

Guillermo Barbero, socio de First Capital Group, evaluó que el resultado es un efecto atribuible “a los grandes cambios que introdujo el combate al Covid-19 en el sistema financiero y económico de nuestro país”.

Las causas del aumento de los préstamos comerciales del 16,9%, que es la mayor alza mensual en valores absolutos y en porcentuales del último año, “no solo debemos atribuirlas a los nuevos créditos otorgados o autoliquidados por los clientes, como en el caso de los adelantos en cuenta corriente, sino también a que disminuyeron las cancelaciones de préstamos ante la baja de ingresos de gran parte de los actores económicos. Además aquellos sectores que no sufrieron una pérdida total de ingresos igualmente priorizaron quedarse con fondos líquidos antes que cancelar deudas ante la incertidumbre que genera el contexto económico”, planteó Barbero en el informe.

En cuanto a las líneas de financiamiento familiar, en medio de la suspensión de vencimientos de las cuotas por el aislamiento, los préstamos hipotecarios bajaron en los últimos 31 días $ 51 millones “sin relevancia porcentual”; en tanto, los prendarios retrocedieron en $1940 millones, lo cual implica una baja del 2,6%; y los personales experimentaron una disminución de $6369 millones, equivalente a  una baja del 1,6 por ciento.

First señaló que esas bajas están en sintonía con la tendencia previa a la cuarentena, de disminución en la demanda de créditos, pero destacó que el rubro de las tarjetas de crédito mostró un resultado destacable: “En el período de 31 días analizado, los saldos cayeron $ 32.763 millones o sea un 5,8%. Recordamos aquí que durante el período considerado, los usuarios podían optar por suspender los pagos, no obstante la suspensión de la actividad de muchos de los comercios en los que normalmente se abona con dinero plástico hizo retroceder los saldos de manera significativa y justifican plenamente la mencionada decisión de prorrogar los plazos de pago como una medida que no solamente ayuda a los tarjetahabientes a aliviar sus compromisos, sino que también ayuda a los bancos a conservar su cartera de créditos”.