Eran las 21.22 horas del martes, los anuncios del brutal ajuste de Luis «Toto» Caputo y Javier Milei aún estaba fresco y difícil de digerir, cuando Pierpaolo Barbieri, CEO de Ualá, una de las fintech más exitosas de la Argentina, publicó en sus redes: «La Tarjeta Alimentar debería ser abierta, para que cada uno reciba su dinero en cualquier banco público, privado o billetera. Así el Estado se ahorra plástico, mantenimiento, y cada persona elige libremente. En Ualá nos ofrecemos a ayudar y hacerlo gratis».
A continuación recibió críticas de usuarios por el concepto de «gratis». Uno, por ejemplo, le replicó que «UALA no es una entidad financiera autorizada por el BCRA ni autorizada a funcionar bajo la ley 21.526. De hecho es solo una proveedora de servicios de pago que ofrece cuentas de pagos. Ni siquiera tiene secreto bancario». Por otro lado está el manejo de los datos de las personas: aunque la empresa no cobrara comisión, pasaría a sumar a millones de usuarias y usuarios.
Hoy Alimentar maneja tarjeta física y también virtual. En agosto pasado, el entonces Ministerio de Desarrollo Social lanzó una nueva línea que era Tarjeta Alimentar Comunidad teniendo como eje «la alimentación saludable y de calidad», como así también se prestará atención en «los criterios nutricionales que recomiendan las Guías Alimentarias», dirigida específicamente a «comedores y merenderos de organizaciones sociales y comunitarias». Según detalló la Resolución 15810/2023, los comedores y merenderos recibirían $221,23 por almuerzo/cena o $111,37 por desayuno/merienda, gestionado a través de BN+, buscando implementar un sistema de transferencia monetaria por medio de tarjetas prepagas físicas o virtuales y ejecutar «un sistema de trazabilidad en la cadena de adquisición y consumo de alimentos».
Hoy el gobierno busca centrarse específicamente en la demanda y no en la oferta (es decir, los comedores). Este martes anunciaron que se duplicará la AUH y la Tarjeta Alimentar subirá su valor a un 50%. Ambas prestaciones sociales son distribuidas mensualmente por la Anses (Administración Nacional de la Seguridad Social).
Con el aumento, Alimentar pasará a $42.900 (con un hijo); $67.275 (con dos hijos); y $88.725 (con tres hijos o más). Claro que habrá que ver cuánto aumentarán los alimentos con la inflación por la devaluación, el impuesto a las importaciones, y la desregulación de tarifas y de transporte que impactan en la industria.
Una relación de cercanía
La Libertad Avanza tiene en el sector de las Fintech a un grupo de aliados ideológicos. Lo es Barbieri quien no emitió opinión sobre las medidas de ajuste, aunque sí escribió en el momento en que se retrasaba el anuncio de Caputo: «Siempre es mejor demorar que equivocarse».
El mayor exponente es Marcos Galperín, de Mercado Libre, ferviente defensor libertario/macrista y antiperonista, que actualmente vive en Uruguay donde abona menos impuestos. Lo curioso es que entre ambos ejecutivos y líderes del sector no llevan la mejor relación. Tuvieron un cruce el año pasado, cuando Ualá denunció que desde la empresa de Galperín los espiaron: «Le mandamos un gran abrazo al líder de Mercado Pago que se sumó secretamente a nuestro grupo de WhatsApp de Revendedores Ualá. Un capo, pero lo encontramos. La competencia nos eleva!».
Hace un par de semanas, Barbieri se metió en la disputa entre Mercado Pago y el Banco Central, y apuntó: «Queremos un mercado competitivo y sin monopolios».
«Nuestra misión es brindar acceso a servicios financieros simples y transparentes», declaró tiempo atrás el fundador de Ualá, esta startup financiera que ya cuenta con más de 5 millones de clientes en Argentina, México y Colombia, y que tiene el objetivo de alcanzar entre 25 y 30 millones en la región a lo largo del próximo lustro, con su tarjeta de crédito sin costo, caja de ahorro con CBU (lo que le permite crecer más rápido que ML) y la app. Actualmente, el 60% de la población adulta de la Argentina no cuenta con una tarjeta de crédito. Si Ualá consiguiera 2,6 millones de usuarios de la tarjeta de crédito, ya superaría a bancos como Provincia y Santander.
En noviembre del año pasado la firma había sido eje de discusión porque se la acusó de despidos masivos. Desde la empresa lo negaron, pero admitieron una «reestructuración» que incluyó acuerdos voluntarios de salida por menos de un 10% de la plantilla. Días atrás declaró: «Creemos en el futuro de la Argentina. Los productos que hace la Argentina, desde energía al agro y la economía del conocimiento, deberían seguir creciendo. Creo que después de muchos años de mucha dificultad, todo el mundo quiere una economía creciendo. He dicho públicamente que me parece imperativo bajar la inflación«.
Fintech y Ciencia
El área científica es una de las que sufrió el recorte ministerial con la asunción de Javier Milei a la presidencia. Pasó a ser la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología y dependería de Jefatura de Gabinete. ¿Y por qué se está comentando esta situación en una nota sobre las fintech? Porque Ciencia pasaría a ser coordinada por el empresario de este sector, Alejandro Cosentino.
Todo parece indicar que la ciencia nacional pasará a ser priorizada por sus aspectos más mercantiles y tecnocráticos, acordes al interés del sector privado. Los desarrollos «visibles», en detrimento de la ciencia básica, las humanas y las sociales. En ese sentido Laura Toledo, actual directora del Fondo Argentino Sectorial (Fonarsec), se hará cargo de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación.
Cosentino, que se reunió hace un par de semanas con Daniel Filmus en el Polo Científico de Palermo, es fundador y CEO de Afluenta, y es reconocido por “sus operaciones de gestión exitosa de servicios financieros en Latinoamérica”, según declara en su CV.
Tiene un perfil empresario sin antecedentes en el mundo científico: es miembro fundador de la Asociación de Empresarios Argentinos (ASEA), de la Asociación Argentina de Fintech y la Alianza Iberoamericana Fintech.
Carolina Ragazzon
14 December 2023 - 11:08
la bancarización y digitalización SIN CONTROLES, RESTRICCIONES, CUIDADO DE NUESTROS DATOS ES UN RIESGO A CUALQUIER COSA. Estas Fintech (casi TODAS) son "algo". Con marketing y apariencia. Pero el día en que algo pase con los fondos de su cuenta, NO tienen NADA para proteger a los usuarios. NI a nivel monetario como de seguridad de los datos q manejan. Que los privados y particulares, porque les encanta comer vidrio y comprar al obelisco varias veces, quieran arriesgarse, es una cosa. Pero que EL ESTADO entregue INFORMACIÓN SENSIBLE a estas cuevas, para que además hagan LA BICICLETA FINANCIERA que siempre hacen para obtener ganancias extraordinarias, NO. Como detalle, TODA esa gente son "financistas". O sea, bicicleta financiera. Y así como se gana, se pierde. Claro, ellos nunca. Los q pongan ahi dinero son los que perderán. Con el dinero que sale de nuestros impuestos NO se hagan NEGOCIADOS!!!! CUIDADO con la información PRIVADA!!!!