“La situación actual de los hospitales universitarios y puntualmente el Hospital de Clínicas es terminal”. Esto le dice a Tiempo Gabriel Beati, licenciado en Enfermería del instituto hospitalario, que se encuentra en una crisis significativa. “Es uno de los hospitales -continúa- que requeriría mayor presupuesto por una estructura edilicia que tiene 12 pisos y 3 subsuelos, ocupando casi toda la manzana y en el que trabajan cerca de 4000 trabajadores”. Las demandas superan las 300 mil consultas anuales.

Presupuesto e insumos

El ahogo presupuestario es significativo. Desde abril de 2024 a la fecha, con una inflación del 70% a cuestas, no hubo aumento nominal para la partida del Clínicas ni los otros cinco hospitales universitarios. Esta suma depende del presupuesto para la educación superior, gestión en la órbita del Ministerio de Capital Humano que dirige Sandra Pettovello.

Esto tiene consecuencias concretas. Fuentes del hospital informan a Tiempo que existe en la dinámica cotidiana una reducción en el funcionamiento al 40% en las cirugías programadas y en la atención de pacientes de las diferentes especialidades. En ese cuadro, la capacidad ociosa alcanza a más de la mitad de las instalaciones y el equipo. También afecta a quien necesita atención y no puede recibirla como debería, porque es muy difícil para los médicos poner un límite en la atención.

A su vez, comenta Beati: “Eso empieza a impactar en la imposibilidad de traer insumos, de comprar o arreglar aparatos. Faltan reactivos, no hay elementos para hacer las reparaciones. A veces, la mitad de los ascensores funciona, la otra mitad no. Se caen proveedores porque el hospital no tiene posibilidad de pagarles. Es un momento crítico”.

Bolsillo

En este contexto, el salario también se ve afectado. “Desde el año 2023 -dice Beati-, los trabajadores docentes y no docentes venimos perdiendo cerca de un 50% de nuestros salarios. Si hubo aumentos, fueron irrisorios, del 1,5%, del 2% en algunos meses. Obviamente la paritaria está clausurada, como en todos los sindicatos”. Esto afecta el bolsillo de “profesionales de distintas disciplinas, médicos, licenciados en kinesiología, licenciados de enfermería, técnicos, de todo tipo, etc”, agrega.

Según el Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIICTI), que dirige Daniel Filmus, el 87,83% del presupuesto universitario se encuentra englobado en la categoría “salarios”. Si bien los trabajadores “con estabilidad” tampoco cobran bien, lo del sector precarizado es directamente irrisorio. “Hay una porción de trabajadores de todas las disciplinas que cobran entre 400 y 500 mil pesos, y después los trabajadores de planta, tanto los médicos como los enfermeros, tienen ingresos que oscilan entre los 1.200.000 y 1.500.000 pesos”, indica Beati. Además, recuerda que antes era anhelado pasar a la planta permanente del hospital pero que ahora no logran cubrirse todos los puestos por los bajos ingresos con los que se remunera cada uno de esos puestos.

Presupuesto de riesgo y riesgo de arancelamiento

Desde hace unas semanas aparecieron versiones en diferentes medios sobre la posibilidad de empezar a cobrar prestaciones en el Hospital de Clínicas, como una “salida” frente a la falta de presupuesto. Esto surgió luego de que Marcelo Melo, director de la institución, mencionara esta posibilidad en una entrevista con la emisora Urbana Play.

«Tenemos que manejarnos con la plata que tenemos. La única chance es achicar el funcionamiento y ver de qué manera el hospital genera recursos. Tenemos que empezar a cobrar a los pacientes», dijo Melo en esa oportunidad.

Desde el Clínicas le informaron a Tiempo que hoy no se les cobra a los pacientes y que la complejidad de la situación generó que aparezca en los medios la posibilidad de cobrar un bono como una alternativa en la búsqueda de brindar un servicio esencial.

Desde la Asociación Gremial Docente (AGD-UBA) se mantiene una alerta sobre la posibilidad del cobro de las prestaciones. Mencionan que hay un proyecto en carpeta sobre el asunto.

Antonio Roselló, miembro de la Mesa Ejecutiva de AGD y paritario nacional de la Conadu Histórica, afirma: “Las frases del director sobre arancelar los servicios generaron un repudio en toda la comunidad universitaria. Esto llevó a que se convocara a una movilización el día 16/7, que era la fecha en la que habían informado extraoficialmente que se iba a tratar en el Consejo Superior de la UBA la posibilidad de arancelar distintas prestaciones que el Hospital de Clínicas realiza al público en general. Al día siguiente, el 17, se produjo una gran movilización en defensa de la salud pública. Frente a esto, el Rectorado y el Consejo Superior recularon en presentar cualquier proyecto dado que hubiera generado un repudio generalizado. Las autoridades universitarias prefieren el autoajuste que una movilización que exija mayor presupuesto”.  «

El gobierno destruyó 4040 puestos en ciencias

Mientras una campaña del Conicet transmite imágenes del lecho del Mar Argentino y alcanza récords de audiencia digital, el empleo en el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología muestra niveles inéditos de deterioro, señala un informe del CIICTI.
«Desde que asumió la presidencia Javier Milei, se destruyeron 4040 puestos de trabajo de investigadores en el sector», señala el estudio que se analiza la evolución de los recursos humanos de ciencia y tecnología en Argentina. Allí se detalla que, del total de empleos de ciencia perdidos, 3410 fueron pérdidas en el ámbito de los organismos de ciencia y tecnología de la Administración Pública Nacional.
A su vez, un tercio de ese subtotal se dio en el ámbito del Conicet, mientras que el INTI y el INTA lo acompañaron con fuertes reducciones de su personal.
En el informe, se asegura que para comprender la singularidad de la situación a la que se ha sometido al Conicet debe revisarse la disminución de los becarios y de los trabajadores, técnicos e investigadores de carrera del organismo en los últimos tres años. En ese sentido, se señala que se han perdido 1174 becas desde junio de 2023 y 510 puestos de planta en el mismo período.