No sólo el bombo, el escudo, la marcha y los dos dedos en V. Las patas en la fuente, la plaza desbordante, el avión negro, la sonrisa del General, o la de la Abanderada de los Humildes, los niños privilegiados y así una lista interminable de características y recuerdos de los años felices que conviven con un sinfín de imágenes y diseños peronistas que, al recordarlos, generan una mixtura de emoción, alegría y nostalgia.
Muchos fueron los trabajos de investigación y recopilaciones sobre la simbología gráfica de los años cincuenta. Incansables y reconfortantes trabajos de horas y horas de archivo. Se gestaron libros, memorabilia y la documentación que en su momento se intentó destruir o al menos esconder, que fue enterrada y hasta quiso ser incinerada, como ocurrió en los funestos años oscuros de la última dictadura. Pero la voluntad, la esperanza, pasión popular y la sana costumbre de mantener viva la memoria, puede mucho más.

Siempre para reflejar esas imágenes emparentadas con la dignidad y justicia social, más aún en el Día de la Lealtad Peronista que conmemora la movilización obrera de 1945 que reclamó la liberación del General. Una bisagra en la historia popular del pueblo argentino.
Por eso es pertinente que también se realice por estos días, cuando se cumplen nada menos que ocho décadas de aquella gesta extraordinaria del 17 de octubre del ’45. Hay muchos trabajos que salieron y mucho son los que se presentan. Por caso, un libro para coleccionar, el que presentamos en estas páginas, denominado Perón mediante. Gráfica peronista del período clásico”.

Lo publicó La Marca Editora, se trata de una edición de 240 páginas, en tamaño 15×15, de encuadernación rústica, con el claro fin de que llegue a los argentinos, peronistas o no, y de igual modo a los coleccionistas del exterior, ya que sus textos también están traducidos al inglés.
Oficialmente se lo presenta de la siguiente manera: “Pruébelo Usted mismo. Reúna dos o más argentinos y en la mitad de la charla, diga la palabra mágica Perón. Inmediatamente habrán de aglutinarse o repulsarse de manera drástica y definitiva. Es en extremo difícil que sean ajenos o imparciales al tema propuesto.

Es que el ser argentino (la argentinidad) y el ser peronista, dos condiciones de difícil definición, no parecen estar contingentemente escindidas entre sí. El peronismo, convertido en sentimiento, trasciende la historia y la ideología. Desde el desprejuicio político, y como parte de nuestra política de recolección sistemática de material gráfico, rescatamos aquí algunos cientos de muestras de lo que podemos llamar la estética peronista en su estado de máxima pureza. ¡Disfrútelo, compañero!».
En esta ocasión reproducimos muchas de las ilustraciones que lo componen, además de un texto que en su momento pergeñara Horacio González, una verdadera perla de uno de los más reconocidos conocedores de la liturgia peronista. También un fragmento de otro texto que se incluye en el libro, el del poeta Roberto Santoro, reconocido por sus trabajos basado en la iconografía peronista.
Un adelanto que sólo abarca una parte de un trabajo de colección, para ver con los dos dedos en V y escuchando, de fondo a Hugo del Carril entonando la marchita… «
