Horas antes del inicio de la votación del proyecto de ley de reforma jubilatoria en el Senado, el PIT-CNT -la central sindical única del Uruguay- y otras organizaciones se movilizaron frente al Palacio Legislativo en rechazo a la aprobación de la reforma. Por una cuestión de aforo, sólo un grupo de manifestantes ingresó al edificio para seguir la discusión desde las barras, que tras aplausos de aprobación a la oratoria de un senador frenteamplista fueron desalojadas por orden de la vicepresidenta Beatriz Argimón.

Entre sus más de 300 artículos, el proyecto crea un sistema previsional común, sin cajas paraestatales, sube la edad mínima de retiro de 60 a 65 años, obliga a aportar un porcentaje a las AFAP y modifica la forma de calcular las jubilaciones. Desde el movimiento sindical definieron la reforma como “regresiva” y “antilaburante”.

Minutos antes de ingresar a las barras, la secretaria general del PIT-CNT, Elbia Pereira, dijo a la diaria que el paso de la reforma por el Senado fue “simbólico”, porque “antes de que se diera el proceso de discusión ya estaba previsto que se votara hoy”. Afirmó que el oficialismo “está votando a las apuradas”, al tratarse de “uno de los dos bastiones que tiene el gobierno con miras a la campaña electoral”, además de la transformación educativa.

En cuanto al tratamiento del proyecto en comisión, Pereira señaló que la central sindical compareció en dos oportunidades: en la primera, “que duró más de tres horas”, hubo preguntas acerca de las proyecciones del PIT-CNT, que marcan rebajas de entre 10% y 38% en las futuras jubilaciones, en caso de implementarse la reforma; pero en la segunda “sólo un senador hizo una sola pregunta”, y “sabemos que otros sindicatos y organizaciones participaron inclusive con la sala prácticamente vacía”.

En diálogo con la diaria, Danilo Dárdano, presidente de la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines, coincidió en que el tratamiento en comisión fue “una cosa exprés”: “unos minutos y afuera”. “Estamos convencidos de que faltó diálogo social”, afirmó; y cuestionó la votación de este martes “entre gallos y medianoches, justo en fechas que son fundamentales para todas las familias uruguayas”.

Dárdano pidió “más participación” de las organizaciones sociales en el tratamiento de la reforma y que se atiendan algunos “planteos históricos” del movimiento sindical, como por ejemplo, “que paguen más los que tienen más recursos”.

En tal sentido, Pereira cuestionó la ausencia de nuevas formas de financiamiento de la seguridad social en el proyecto: “¿El camino es solamente que los trabajadores paguemos esta reforma jubilatoria? ¿No habrá otros caminos, por ejemplo, las exoneraciones patronales que hay en distintas ramas de actividad?”. Sin embargo, señaló que ese nivel de discusión requiere “una voluntad de diálogo que trascienda los períodos de gobierno”, lo cual, hasta ahora, “no se ve”.

“Están haciendo mal las cuentas”

En varias ocasiones, desde el gobierno han afirmado que, en caso de aprobarse la reforma, las futuras jubilaciones no disminuirán, sino que se mantendrán o crecerán “en cualquier escenario”. Consultado al respecto, Carlos Clavijo, representante de los trabajadores en el Banco de Previsión Social (BPS), dijo a la diaria que “están haciendo mal las cuentas”.

“Ellos están hablando de un trabajador que se jubila con 65 años de edad y 35 años de aportes, cuando los estudios demuestran que más de la mitad de los trabajadores en Uruguay no llega a los 65 años ni con 30 años de aportes”, señaló. El posible aumento de las prestaciones, sostuvo, “va a ser para muy pocos”; en cambio, “la gran mayoría va a perder”.

Clavijo agregó que la propuesta del gobierno no contempla el futuro del mercado de trabajo, “que cada vez viene más intermitente y con menos laburo”. “Están en el mundo maravilloso de Walt Disney, pensando en 40 años de servicio registrado en el BPS con 65 años de edad”.

Del mismo modo, Dárdano comentó que, si bien “nos jubilamos relativamente bien”, en el sector metalúrgico “se complica llegar a la jubilación por los años de aportes”. “Si a eso le sumás que tenés que laburar hasta los 65, cuando hoy quedás sin laburo a los 45… Por eso esta reforma es regresiva y antilaburante”. Manifestó que es importante “dar la discusión en los barrios” para salir del “microclima militante” y “llegar especialmente a la juventud”.

La estrategia del movimiento sindical

Semanas atrás, en su última Mesa Representativa de 2022, el PIT-CNT rechazó avanzar por el momento en un plebiscito constitucional contra de la reforma jubilatoria, una iniciativa que tiene el respaldo de una minoría de sindicatos y que, en principio, no está completamente descartada por la central sindical.

Este lunes, previo a la movilización en el Palacio Legislativo, la Mesa Sindical Coordinadora de Entes, que agrupa a los gremios de las empresas públicas, anunció mediante un comunicado que definió un “plan de acción” para luchar “contra semejante despojo a la clase trabajadora”. En uno de sus puntos resolvió promover “el asesoramiento jurídico respecto a una posible consulta popular en caso de aprobación parlamentaria de la reforma jubilatoria”. La próxima Mesa Representativa del PIT-CNT será el 9 de marzo.