Las bases que sostienen el superávit fiscal registrado a lo largo de 2025 mutaron respecto de las de 2024. Mientras que el año pasado el foco estaba puesto en los recortes en los gastos –jubilaciones, salarios estatales, obra pública y subsidios– en lo que va de este año el énfasis está en el incremento de la presión tributaria sobre los asalariados y en el escamoteo de la deuda pública.

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), durante el primer cuatrimestre de este año, la Administración Pública Nacional (APN) registró un superávit primario de $ 55,9 billones y otro financiero de $ 2,7 billones.

Aunque el resultado primario (la diferencia entre ingresos y gastos corrientes) acumulado en los primeros cuatro meses del año resultó superavitario, fue 15,2% inferior en términos reales al registrado en el mismo período de 2024.

En tanto, el resultado financiero (el primario menos los pagos de intereses de la deuda pública) fue positivo y superior en 59,9% contra el tramo enero-abril de 2024. En ese asunto se destaca que los intereses de la deuda pagados sumaron $ 3,2 billones entre enero y abril, con una baja del 39% contra los primeros cuatro meses de 2024.

Los ingresos crecen

Hay algunos factores que explican este desempeño. Por el lado de los ingresos, crecieron 2,2% (siempre comparando el primer cuatrimestre de 2025 contra el mismo período de 2024) con destacados particulares en la Seguridad Social, cuya recaudación creció 30,9 por ciento.

El ente oficial agregó que el otro factor destacado fue el pago del impuesto a las Ganancias, que subió un 30,3% “por mayores retenciones a trabajadores en relación de dependencia”.

Muy por debajo de estos valores se encontraron otros tributos, como el impuesto al Cheque y el IVA. En cambio, los derechos de exportación (retenciones) cayeron en el primer cuatrimestre un 1,6% “debido a los menores precios internacionales de los commodities y la reducción o eliminación de determinados aranceles de derechos de exportación”, dijo OPC.

Según un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (Ipypp) sobre la recaudación de abril, “el crecimiento se sostiene en medidas que aumentaron la presión fiscal sin expandir la base productiva”. El Ipypp apunta especialmente sobre tres factores: la reinstalación del impuesto a las Ganancias sobre salarios y jubilaciones; las actualizaciones en combustibles y Seguridad Social (vía los topes más altos y salarios brutos); y los aranceles a las importaciones que responden más al adelanto especulativo que a un dinamismo real del comercio.

El Ipypp, que dirige el economista Claudio Lozano, concluyó que se está en presencia de “una estructura tributaria regresiva y concentrada” ya que apenas tres tributos explican el 80% de la recaudación: IVA (34%), aportes a la Seguridad Social (26%) e impuesto a las Ganancias (18%).

“Esto implica que el grueso de los recursos fiscales proviene del consumo, el trabajo y las jubilaciones, sin capturar de manera significativa rentas extraordinarias ni patrimonios. Es una estructura profundamente regresiva”, asegura.

No es sólo un fenómeno del mes de abril. Ipypp observó que “Para el acumulado de los primeros cuatro meses del año se verifica la misma tendencia: un crecimiento real del 8% interanual, sostenido por Combustibles, impuesto a las Ganancias Impositivo y los ingresos del Sistema de Seguridad Social”. A lo largo de 2015, la recaudación del impuesto a las Ganancias cobrado a los asalariados mostró subas reales interanuales de entre el 40% y el 50 por ciento.

Gastos escondidos

Por el lado de los gastos, la OPC registró un crecimiento interanual del 6,4% para el primer cuatrimestre del año. En el desagregado, pesó fuerte el menor pago de intereses, que fue un 39% más bajo que en el primer cuatrimestre del año 2024. También se destacó la caída del 69% en los subsidios a la energía.

El menor pago de intereses no se debe a que bajó el volumen de la deuda pública o la tasa de interés que devenga. La causa principal fue el incremento en el uso de un tipo particular de deuda, que se caracteriza por la capitalización de los intereses, por lo que no figuran en las planillas de Economía.

Se trata de contabilidad creativa para sostener el relato del superávit fiscal primario y financiero. Según la OPC, la capitalización de intereses en marzo alcanzó a 5 billones de pesos que no pagó el gobierno ese mes y que apenas fueron barridos bajo una alfombra muy corta ya que en 60 días deberán ser honrados.