El juez del Tribunal Supremo brasileño Alexandre de Moraes calificó este lunes como «ilegal y deplorable» la aplicación de sanciones contra su esposa por parte de Estados Unidos, que la propia Corte lamentó, considerando que es «injusta».
«La aplicación ilegal y deplorable de la Ley Magnistsky a mi esposa no solo contradice la historia de Estados Unidos de respeto a la ley y los derechos fundamentales, sino que también viola el Derecho Internacional, la soberanía brasileña y la independencia del poder judicial«, afirmó el magistrado en una nota publicada en la página web del Supremo, aludiendo a la llamada Ley Global Magnitsky de Responsabilidad de Derechos Humanos, por la que el país norteamericano se declara capacitado para perseguir unilateralmente a ciudadanos extranjeros acusados de actos de corrupción o de violaciones de derechos fundamentales.
Pese a ello, De Moraes defendió que «las instituciones brasileñas son fuertes y sólidas», y que, en consecuencia, «no hay posibilidad constitucional de impunidad, omisión ni apaciguamiento cobarde» en cuanto al proceder de la corte. «Como miembro del Tribunal Supremo Federal, seguiré cumpliendo mi misión constitucional de juzgar con independencia e imparcialidad», ha zanjado.
El alto tribunal, por su parte, denuncia en un comunicado que «si sancionar a un juez por actuar con independencia y dentro del marco de la ley y la Constitución ya era injusto, extender las medidas a un familiar del juez lo es aún más«.
O Supremo Tribunal Federal divulgou uma nota em que critica a ampliação das sanções impostas pelo governo dos Estados Unidos contra autoridades brasileiras. pic.twitter.com/yZco45CEa3
— Band Jornalismo (@BandJornalismo) September 23, 2025
«Lamentablemente, las autoridades estadounidenses se han dejado convencer por una narrativa que no refleja los hechos», afirmó, defendiendo su labor en el caso por intento de golpe de Estado como «un juicio que respetó el debido proceso y el pleno derecho a la defensa, con plena publicidad». Además, el tribunal ha mantenido que «en Brasil, casi toda la sociedad reconoce la importancia histórica de un juicio y un castigo por un intento de golpe de Estado».
El juicio por golpe de Estado al expresidente Jair Bolsonaro viene suscitando una airada reacción desde Washington, incluido un arancel del 50 por ciento a las importaciones del país latinoamericano mientras el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva insiste en que defenderá su soberanía frente a cualquier «chantaje que llegue desde el poderoso vecino del norte».
La Administración Trump justificó en junio de este año la entrada de De Moraes en su lista de sancionados al considerar como una «caza de brujas» el proceso abierto contra el exmandatario ultraderechista.
BB con Europa Press