-¿Por qué hablaste?

-El fútbol es el deporte que amo. El fútbol es mi vida, el deporte que practico de pequeño, desde los tres años. Y si uno no lo cuida, se está equivocando. Por eso acudí a contar lo que había pasado. Es muy importante que los jugadores cuidemos el fútbol y que esas enseñanzas se transmitan a los más chicos desde el fútbol base. En el fútbol, por lo general, recomiendan el silencio, callar, que no hables de estas cosas. Pero yo quería que se supiera la verdad.

Cheikh Saad Bouh Diagne -27 años, nacido en Mauritania, desde los dos en España, delantero en la actualidad del Ascó- es el jugador que habló después de que su equipo, el Eldense, perdiera 12-0 ante el Barcelona B el 1 de abril pasado, por la Segunda B, tercera categoría. Cheikh Saad denunció que el resultado había sido arreglado. Primero a través de las redes sociales y después en la Policía. Fue el primero. Luego se sumaron algunos compañeros. Esa noche de sábado, Cheikh recibió llamadas anónimas en su casa: «Ni se te ocurra decir qué jugadores están implicados. Has jodido ya muchas apuestas. Conocemos a tu familia».

A más de seis meses de aquel partido en el que Cheikh fue sorpresivamente al banco, se negó a entrar en el entretiempo con el resultado 8-0 y casi se agarra luego a trompadas con los compañeros involucrados en el vestuario, se sabe que Eldense-Barcelona B entró en una red internacional de apuestas ilegales; que fueron detenidos -y puestos en libertad bajo cargo- Nobile Capuani, gerente de un supuesto grupo inversor italiano que gestionaba el Eldense, el entrenador italiano Filippo Vito di Pierro, el arquero italiano Alessandro Zanier, y los jugadores españoles Nico Cháfer y Mikey Fernández; y que la punta del ovillo es Capuani, vinculado, según la investigación, a una organización de arreglos de partidos conectada con la ‘Ndrangheta, la mafia calabresa. Porque Capuani, en verdad, representaba a Ércole di Nicola, exjugador y directivo detenido en 2015 por arreglar al menos ocho partidos en el marco del Dirty Soccer, una megaoperación de la Dirección de Investigación Antimafia de Catanzaro que detuvo a 50 personas bajo la acusación de asociación ilícita para el fraude deportivo.

¿No tuviste miedo?

-Al principio no tuve nada de miedo. Estaba haciendo lo que creía correcto. Pero después, cuando vi que estaban involucrados varios países, incluso chinos, y la mafia de Calabria, y que recibí amenazas, un poco me asusté.

Dice Cheikh desde Lleida, a 150 kilómetros del estadio Camp Nou, a donde llevó el sábado por primera vez a su hijo Leo, de tres años, a ver al Barcelona de Lionel Messi. Y agrega: «Aunque me habían nombrado capitán por ser el primero en contar lo que había pasado, preferí salir de un lugar en el que la había pasado mal por culpa del amaño de partidos y cambiar un poco de aire». Cheikh recibió otros llamados: muchos quisieron saber por qué rompió la omertà en el fútbol, la ley del silencio. De Argentina, dice, conoce el dulce de leche y el mate. Es amigo de Matías Sempe (Tamarite) y de Franco Russo (Ontinyent), jugadores argentinos en clubes del ascenso español.

Antes de recalar en enero en el Eldense, Capuani fue expulsado del Jumilla, otro club de las categorías menores de España. En marzo de 2016, el plantel del Jumilla comunicó que resistió «órdenes ilegítimas» de la gestión de Capuani después de tres meses de deuda salarial, sugerencias de arreglos de partidos y una catarata de contrataciones de jugadores jóvenes incapaces de competir en la Segunda B. Acuciado económicamente y con el peligro de descender, sin embargo, los italianos desembarcaron en el Eldense. «Llegaron 20 jugadores de golpe y sabemos que muchos pagaban para jugar, que no tenían nivel», explicó el presidente del Eldense, David Aguilar, quien rompió el contrato con Capuani después del escándalo. Capuani había sido inhabilitado por la Federación Italiana por conducta poco ética como responsable de las inferiores de L’Aquila, cuando era colaborador de Di Nicola, director deportivo del club. 

«La degeneración de la Segunda B, categoría a la que el cambio de los tiempos y la incuria de la Federación dejó a contrapié, con campos deteriorados y vacíos, la expuso a aventureros de fortuna. Carne de cañón para profesionales de los tongos. Ahora el asunto ha estallado. Ha estallado gracias al valor del mauritano Cheikh Saad», escribió el periodista Alfredo Relaño en el diario As.

Capuani continúa hoy sin declarar en la Justicia por Eldense-Barcelona B, amparado en que todavía faltan las pruebas de las comunicaciones de su celular, y mantiene un juicio para volver al Jumilla. Di Nicola, después de cuatro meses con prisión domiciliaria y aún con la inhabilitación por cinco años para el fútbol profesional, presta, de igual modo, asesoría externa a clubes italianos. Filippo Vito di Pierro es el flamante entrenador del Flaminia de la Serie D italiana. Nico Cháfer logró fichar con el Guadalajara, club de la Tercera División, cuarta categoría española. Alessandro Zanier y Mikey Fernández están sin club. Y el Eldense, al final, descendió a Tercera.

-¿Te costó conseguir club después de hablar? -pregunta Tiempo a Cheikh. 

-Los jugadores involucrados en el amaño no pueden andar con la frente alta en la calle, y yo no quería callar. Las apuestas son siempre un enorme problema. Significan la tentación de conseguir dinero fácil. Claro que me costó conseguir equipo, pero con el esfuerzo de siempre pude conseguir club. Creo que algo ahora cambiará. Me gustaría compaginar el fútbol con los estudios, tener más tiempo para jugar al pádel, el cine y la lectura, y para disfrutar de mi mayor afición en estos días, que es mi hijo, Leo.