El juicio contra el ginecólogo Diego Javier Clementi, que se está realizando en el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de Lomas de Zamora llega a su etapa final tras la jornada de alegatos que se realizó el viernes 5 de diciembre. El médico está acusado de abusar de 14 pacientes mujeres durante su atención en una clínica privada en Burzaco entre los años 2017 y 2022.
El resultado del proceso judicial se conocerá el 22 de diciembre. Desde la fiscalía, se pidió para Clementi 15 años de prisión mientras que desde el particular damnificado (querella) 22 años. Está acusado de los delitos de abuso sexual con acceso carnal reiterado, acceso carnal gravemente ultrajante e inhabilitación especial perpetua.
Los testimonios de las víctimas exponen ciertas similitudes entre una y otra agresión. De acuerdo a lo que contaron a Tiempo Argentino, entre las agresiones estuvieron que les apoyó su miembro en la zona genital, las manoseó en sus partes íntimas y otras prácticas sin justificación terapéutica. Dos de las agresiones, incluso, se dieron en el contexto de una interrupción del embarazo, en ese entonces todavía ilegal.
Los abusos que se denuncian sucedieron en el Centro Médico de la Mujer de Burzaco cuyo director era el mismo Clementi. Últimamente se desempeñaba como médico en su clínica privada que lleva el nombre Sur Gametos, ubicada en avenida Espora 3187. Tras las denuncias, fue apartado de su cargo como jefe médico en el Hospital Evita de Lanús. Su matrícula médica, emitida por el Colegio de Médicos nunca dejó de estar vigente.
Las denuncias
Llegar al juicio oral fue muy dificultoso para el equipo de abogados integrado por Claudia Perugino y Carlos Zimmerman que representa a las víctimas. En primer lugar, había desarchivar una primera causa que había sido realizada a través del sistema informático. A partir de esa primera víctima que se acercó a Perugino comenzaron a surgir otras denunciantes que hoy son parte de la causa.
A pesar de que Perugino y Zimmerman tienen vasta experiencia en causas de violencia de género (lograron la primera sentencia por femicidio en Lomas) la abogada reconoce la complejidad de las víctimas de violencia sexual. “Es difícil. En este caso, muchas habían desistido en la acción y sacar de archivo fue poner en marcha en sus psiquis toda esta situación. Algunas ni siquiera lo habían hablado con sus familias. Otras, al enterarse de la causa se animaron a contar lo que vivieron”, dice Perugino a Tiempo.
La abogada reconocía la clínica donde ocurrieron los abusos porque le llamaba mucho la atención un cartel que tenía en la fachada. Decía «Ni Una Menos». Cuando se encontró con aquella primera denunciante no podía creer lo que escuchaba: se trataba de un médico muy conocido y había sucedido en un centro médico importante, que también era conocido por realizar, por mucho dinero, abortos clandestinos. Junto con su socio, Carlos Zimmerman se enteraron que había otras denuncias y que todas habían llegado sin representación. Al activar la causa, propusieron la representación pero algunas de las mujeres no tenían cómo pagarles. Ellos, las representaron igual.

Ese fue el inicio del caso, al que fueron sumando muchas otras denuncias. «Seguían y siguen todos los días llegando algun testimonio que dice ‘a mí me pasó lo mismo. Yo fui víctima de Clemente, en tal circunstancia'», expresa.
No es el único caso de abuso en contexto de atención ginecológica. También hubo un caso en Corrientes, el de Gerardo Dahse y el de Guillermo Focaccia en Neuquén. Sin embargo, el juicio a Clemente es el que tiene más cantidad de víctimas. La condena, opina la abogada, podría sacar a la luz nuevas víctimas.
«Que surjan estos casos también ss producto de los feminismos y del movimiento de mujeres. Ésto también va a servir para que las mujeres se animen a hablar. Ellos dicen que este es un movimiento de las feministas para que los varones dejen de atender. Y no, todas las denuncias que tiene son en su clínica privada. Él en el hospital no tuvo denuncias. Así como él los abortos clandestinos los practicaba en su clínica privada, en el hospital era objetor de conciencia».
Atravesar el debate
El juicio es otra instancia dolorosa para las víctimas porque tienen que volver a contar, quizá con más detalles, lo que les sucedió. Por eso, les recomendó que hicieran terapia antes de enfrentar el proceso. “Es todo muy confuso para las víctimas. Una va al médico a curarse una dolencia a buscar una respuesta. Sobre todo, el ginecólogo, las mujeres sabemos lo que significa ir al ginecólogo, sacarse la ropa, exponer toda la intimidad, todo lo que eso significa. Muchas salían mal pero no encontraban qué nombre ponerle a ese malestar. Otras se dieron en la primera consulta y no volvieron, pero otras estuvieron muchos años para entender los que les había sucedió. Fue un proceso muy duro y muy terrible”, agrega.
A lo largo del juicio, cuenta Perugino vivió hechos que nunca en 30 años como abogada no le había pasado. “Me han hecho de todo en este juicio. Me han hecho pintadas, me han gritado, me han arrojado cosas hasta tuve que hacer una denuncia por hostigamiento. Y lo último fue que el viernes durante la jornada de alegatos, desde la defensa me acusaron de estar ‘reclutando víctimas’ con un megáfono. También dijeron que participé de escraches. Es un disparate”, dice
Como era de esperar, desde la defensa, desplegaron una serie de argumentos ridículos acerca de la acusación y por supuesto, al descrédito de las víctimas. Hablaron de manipulación psicológica, aludieron al falso SAP, falsas denuncias y hasta llegaron a decir que es una cuestión política porque Clementi fue asesor de Florencia Retamoso, exrefenta del PRO y actual diputada por la Libertad Avanza y es opositor a Kicillof. Entre sus últimos manotazos de ahogado, llegaron a decir que si el juez condena al médico se perderán muchas vidas porque es especialista en detección de cáncer.
En este sentido, Perugino aclara que las víctimas, a pesar de que tienen derecho a hacerlo, en ningún momento los instruyeron para iniciar un juicio civil y llegar a un resarcimiento económico. “El único objetivo de ellas es que Clementi no siga victimizando y sometiendo a otras mujeres en la atención médica. A ella nunca las movilizó un objetivo económico, ni como él dice que lo quieren perjudicar”, explica. Tampoco es algo contra los médicos varones, como también se dijo desde la defensa. “No todos los médicos son abusadores, de hecho, el de Clementi es el único caso que tenemos en el departamento judicial de Lomas.
A pesar de las falacias de la defensa, para Perugino la fiscalía fue contundente en su acusación. “Muchos de los argumentos que desplegó eran los argumentos que nosotros teníamos, de modo que creemos y estamos convencidos y convencidas de que lo único que lo espera a este hombre es una condena a la altura de las circunstancias”. Para la abogada, es necesario que exista algún tipo de protocolo de atención en consultorio, sobre todo para consultas ginecológicas.
Que haya justicia
Tanto Perugino como Zimmerman esperan que se haga justicia y que el acusado reciba una condena contundente y ejemplificadora. «Que sirva esto como precedente de qué corresponde y que no en el marco de las consultas ginecológicas. Nuestro objetivo es que estas mujeres puedan seguir con sus vidas. Nosotros tenemos muchos años de ejercicio de la profesión y de acompañamiento a víctimas. Después del juicio, después de haber declarado, después de de la condena, las víctimas sienten un alivio».

Recuerda que luego de declarar, una de las víctimas, angustiada le dijo «tuve la sensacion de que me saqué a Clemente de encima». «Eso es también encontrar justicia», expresa la abogada a Tiempo. «Nosotros creemos en las instituciones, lo nuestro siempre fue pelear en el expediente, tratar de desarchivar las causas, tratar de elevarla a juicio, tratar en el juicio de lograr una condena. Siempre fue esa la motivación. Y yo creo que es una buena oportunidad que tiene el Sistema de Administración de Justicia de la Provincia de Buenos Aires de darle una respuesta a la sociedad sobre este tipo de hechos y darle una condena ejemplificadora».
Como las víctimas, aspira a que Clementi no siga atendiendo, «que no someta a otras a estas aberraciones que han sufrido estas víctimas. Y también que se sepa que si sucede, podemos denunciar y vamos a encontrar un sistema judicial que nos escuche. Me parece que ese es el objetivo»
Aclara que el contexto en el que se desarrolla el juicio no es el ideal. «Estamos con un gobierno nacional negacionista de los derechos humanos y negacionista de de la violencia de género que ha destruido como un objetivo primordial y clave el Ministerio de las Mujeres y todos los programas que ese ministerio había puesto en marcha en función de los derechos. Que también destruyó todos los programas que había en el Ministerio de Justicia. Destruyó todo. Esta es la respuesta de que nosotras seguimos luchando por una sociedad donde la violencia de género no tenga lugar. Vamos a seguir adelante con las denuncias ante cada injusticia.»
Las mujeres que acusaron a Clementi no son amigas ni armaron esta denuncia en grupo, como dicen desde la defensa para desacreditarlas. Sin embargo, estuvieron juntas ante tribunales mientras se realizaban las audiencias. “En las primeras jornadas venían mujeres a decir ‘yo fui víctima’, quiero denunciar´”.
El resultado del juicio se conocerá el 22 de diciembre. Actualmente hay cuatro nuevas denuncias contra Clementi, dos de ellas están en curso.
Lo que queda del juicio
Tras los alegatos que se realizaron el viernes, queda en la próxima semana realizar la etapa de réplica.
Finalmente quedará que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora, conformado por María Fernanda Anaya, Marcelo Hugo Dellature y Luis Miguel Gabian, dé a conocer la sentencia el próximo 22 de diciembre.
“Esperamos una sentencia, una condena a la altura de las circunstancias”, dijo la abogada Claudia Perugino, quien llevó adelante la causa contra el ginecólogo abusador.
«Hasta acá doc»
Las mujeres que fueron víctimas de Clementi armaron la cuenta de Instagram @hastacadoc donde recibieron muchos más relatos de otras pacientes que padecieron abuso sexual por parte del médico ginecólogo.