Si a Milei le va «bien», a la Argentina -y a todos los argentinos- nos va a ir mal. El presidente Javier Milei se parece cada vez más a ese artista al que los trucos se le gastaron. Ideas viejas, recursos previsibles, mentiras repetidas por todos los medios. Lo votó el 56% de los argentinos, pero detrás del personaje hay un estafador. Y ha llegado el momento de que asuma las responsabilidades plenas por los actos cometidos en su gestión.

Un presidente frente a sus consecuencias

En más de seiscientos días de gobierno, Milei acumuló consecuencias políticas, económicas, jurídicas y humanas. Dos resortes de la democracia ya dijeron «hasta acá»: El Congreso, que rechazó sus proyectos; La Justicia, que empezó a fallar contra sus abusos.

La persecución a periodistas críticos como Julia Mengolini, la agresión a Ian Mouche -un niño autista de 12 años-, el fallo que obligó a Pettovello a entregar alimentos retenidos, y la estafa internacional de la criptomoneda Libra, con la trama de coimas de Karina Milei, muestran hasta dónde llega el entramado de poder, negocios y violencia institucional.

Cuando el Estado se corre, la muerte avanza

Más grave aún son las muertes. La ANMAT detectó en 2024 partidas de fentanilo adulterado. El laboratorio siguió funcionando. Desde abril los muertos se cuentan por decenas. Hoy rozan el centenar. Más que en el atentado a la AMIA.

La retirada en obra pública y rutas dejó más de 4.000 muertos en accidentes viales entre el segundo semestre de 2024 y lo que va de 2025. A eso se suman los pacientes oncológicos sin medicación y las personas que murieron de frío en la calle.

Cuando el Estado se corre, las consecuencias se cuentan en cadáveres.

La otra propuesta

Mientras el oficialismo monta operaciones mediáticas, nuestra propuesta desde el campo nacional y popular es clara: Crear trabajo y mejorar la vida de los trabajadores; Ampliar derechos; Fortalecer educación y salud públicas; Garantizar que los jóvenes terminen la escuela y lleguen a la universidad; Avanzar hacia soberanía alimentaria; Reducir la pobreza y la indigencia. En definitiva: hacer exactamente lo contrario de lo que hace hoy Milei.

Memoria, ejemplo y futuro

Nuestras propuestas nacen de nuestra cultura, de nuestras banderas históricas y de nuestros logros colectivos. Esta semana se cumplen 175 años del fallecimiento del Padre de la Patria, don José de San Martín. En él, en su ejemplo y en su entrega, levantamos las banderas de una Argentina soberana, justa y libre para todas y todos.

Y junto a ese homenaje, levantamos también la memoria de los 30 mil compañeros y compañeras detenidas-desaparecidas, que con su vida y su lucha marcaron el camino de la dignidad y la resistencia frente al odio de los poderosos.

Porque frente a la motosierra, la mentira y la violencia, nuestra respuesta será siempre la misma: patria, trabajo, justicia, dignidad, memoria y verdad.