El expresidente de Bolivia Evo Morales envió una carta al presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Óscar Hassenteufel, en la que le exige habilitar su participación en las elecciones nacionales de agosto próximo.
“Déjennos participar, dejen que el pueblo decida en las urnas. Si no nos eligen, lo respetamos. Pero no pueden proscribirnos”, dijo a periodistas el abogado de Morales, Wilfredo Chávez, tras entregar la misiva en las oficinas del TSE en La Paz.
Explicó que el texto plantea tres demandas centrales: el restablecimiento de la dirigencia legal del Movimiento Al Socialismo (MAS), la habilitación del Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol) como vehículo electoral y la aceptación formal de la candidatura del expresidente.
Chávez advirtió que el evismo espera una respuesta inmediata del TSE antes de considerar “otro tipo de expresiones”, sin precisar en qué podrían consistir.
El documento insta al TSE a respetar la resolución 140/125, emitida por la Sala Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia del Beni, que reconoce la personería jurídica de Pan-Bol como opción válida para terciar en los comicios.
Muchas gracias, hermanas y hermanos.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) June 30, 2025
No estamos solos. Ni en Bolivia ni en el mundo. Somos una gran familia que lucha con la verdad por la dignidad de nuestro pueblo.
Saludamos con mucho respeto y compromiso las conclusiones del Ampliado Nacional de emergencia, que decidió con… pic.twitter.com/NgL8X5UdYr
También exige que se restituya a la directiva del MAS afín a Morales, en medio de la pugna interna que divide al partido oficialista entre el ala renovadora y el liderazgo tradicional vinculado al exmandatario.
Actualmente, Evo no puede inscribir su candidatura para los comicios generales debido a que no cuenta con una sigla habilitada por el TSE y enfrenta restricciones derivadas de fallos constitucionales que ratificaron la prohibición de la reelección por más de dos oportunidades, ya sea de manera continua o discontinua.
El pronunciamiento se produjo en un contexto de creciente tensión política, con el calendario electoral avanzado en más del 50 por ciento y profundas divisiones internas en el MAS, que amenazan con fragmentar el voto del oficialismo en agosto.