No es la primera vez que la Justicia ordena la reincorporación de Gustavo Michel –46 años, casado, tres hijos, operario y brigadista en la planta de Shell-Raizen en Dock Sud– luego de un despido injustificado. Mejor dicho: justificado en su actividad gremial, aunque convenientemente ocultado en el telegrama de la empresa. Sin embargo, la resolución que hizo lugar a la medida cautelar de reinstalación provisoria en su puesto de trabajo dictada por la jueza de primera instancia Stella Maris Vulcano, y luego confirmada por la Cámara Nacional del Trabajo, reconoció el derecho a proteger no sólo la actividad gremial, sino también las acciones en cuidado del ambiente, lo que marca un precedente. 

“Desde que entré a la empresa en 2008, además de operario, cumplo funciones de brigadista, que es el típico trabajo que realiza un bombero; intervengo en derrames, accidentes, emergencias y en tareas de rescate y siempre he denunciado la contaminación que se produce tanto dentro de la refinería como también fuera”, explica Michel.

Un fallo contra Shell reconoció el accionar ambiental: "Es importante porque va en contra de Milei"
Foto: Gentileza Silvana Safenreiter

Ese afán protector le valió represalias por parte de la empresa. En 2014 lo despidieron, luego de armar una lista opositora a la conducción del Sindicato de Petróleo y Gas de Avellaneda (SPYGPA), por lo que tuvo que acudir a la Justicia, que le dio la razón y obligó a Shell-Raizen a reincorporarlo. En 2021, lo suspendieron tres días por exigir mejores condiciones de seguridad, luego de un incendio que casi le provoca la muerte a un compañero.

La última fue el 13 de enero de este año, cuando en un operativo de seguridad desmedido le prohibieron, junto a otros nueve trabajadores (todos con algún grado de actividad o participación gremial), el ingreso a la planta y le entregaron el telegrama de su desvinculación alegando el artículo 245 bis, incorporado en el texto final de la Ley Bases y que habilita las cesantías discriminatorios, sin causa y sin posibilidad de la reinstalación, estableciendo como medida reparatoria solo un resarcimiento de tipo económico.

“A diferencia de cuando me despidieron en 2014 –reflexiona Michel–, ahora la empresa está más fortalecida por el momento político. La Ley Bases es un respaldo para despedirte si no les gusta tu piel, tu religión o lo que sea. La decisión de primera instancia puso por encima del artículo 245 leyes que protegen la actividad gremial, que incluso son derechos contemplados en la Constitución. Este fallo es importante porque va en contra de Milei y de las empresas que quieren acabar con tus derechos”.

Cuerpos contaminados

La jueza Vulcano consideró que “existen indicios sobre la actividad de carácter ambiental del actor (en referencia a Michel), y de una actividad apuntada al cuidado del ambiente de trabajo y prevención del personal”. También destacó que “es un reconocido activista sindical y referente para sus compañeros de trabajo, que bregó siempre por la continuidad laboral de sus 97 compañeros, el poder adquisitivo de ellos, el cumplimiento de las condiciones de seguridad necesarias para evitar accidentes y problemas de la salud por consecuencia de los contaminantes que produce la empresa”.

Michel enumera que en la refinería tienen “productos cancerígenos como el asbesto en las cañerías” y que “a varios compañeros les salió que tenían benceno y tolueno en la sangre, que también son sustancias altamente cancerígenas”.

“No sale nada en las noticias –continúa indignado–, pero los trabajadores lo vemos a diario, aunque sea difícil documentarlo. Vemos, por ejemplo, la orilla del río con asfalto; vemos la contaminación en nuestros cuerpos, pero también en los alrededores de la refinería; vemos chicos con plomo en la sangre. Uno ve eso y se te pone la piel de gallina, pero no hay ninguna solución y todo está agravado porque tenemos un gobierno que le da cero importancia al tema del ambiente. Por poner solo un ejemplo, desmantelaron ACUMAR (Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo y hubo un montón de derrames de hidrocarburos en el río, pero nadie hizo nada. Las empresas se aprovechan de que no exista ningún control y no hacen las inversiones que deberían hacer para resguardar a sus empleados y a la comunidad» (ver recuadro).

Tanto la jueza Vulcano como la Cámara resolvieron darle a Shell-Raizen un plazo de 24 horas de notificada la resolución para que proceda a la reinstalación de Michel, pero todavía no cumplió. Por cada día de “rebeldía” la empresa debe pagar una multa de, apenas, cincuenta mil pesos.

“Me despidieron en enero y en abril hubo un accidente en la planta donde un compañero se quemó con agua de la caldera y a las semanas murió en el hospital. Esto pasa por negligencia, por flexibilizar las cuestiones de seguridad. Lo más triste es que después de las muertes no hay culpables”.

Un fallo contra Shell reconoció el accionar ambiental: "Es importante porque va en contra de Milei"
Foto: Gentileza Silvana Safenreiter
ACUMAR: la cuenca sin control

ACUMAR es un ente autárquico creado en diciembre 2006 tras la denuncia colectiva de un grupo de vecinos de Villa Inflamable por los altos niveles de contaminación, lo que derivó en un fallo histórico de la Corte Suprema conocido como “Causa Mendoza”. Una de las funciones del organismo era controlar a las empresas como Shell-Raizen que vierten fluidos en la cuenca, relocalizar a las personas que viven a la vera del curso de agua, avanzar con la construcción de cloacas y la puesta en valor de los márgenes. Sin embargo, desde la asunción de Javier Milei, el organismo se encuentra en una situación de parálisis por la falta de recursos humanos y económicos lo que se traduce en el abandono del plan de saneamiento que mejoró la calidad de vida de más de cinco millones de personas que habitan la cuenca.