Federico Mochi tiene 31 años. Es abogado, docente, secretario general de la Juventud Universitaria Peronista y ocupa el tercer lugar en la lista de legisladores porteños del frente Es Ahora Buenos Aires, que encabeza Leandro Santoro. También tiene un programa en el canal de streaming Gelatina. “El PJ de la Ciudad pensó una lista más para los porteños que para sí mismo”, dice Mochi en diálogo con Tiempo Argentino.
–¿Cómo se hace política desde el peronismo después de la derrota nacional en 2023?
–El golpe que nos dio (Javier) Milei a los peronistas nos hizo replantear un montón de cosas. Después de haber hecho una autocrítica de que nuestro gobierno no había sido bueno, no había representado los intereses que tenía que representar, la militancia y la dirigencia y todos los compañeros y compañeras empezaron a dar ciertas discusiones, mover el avispero, cambiar las formas, pero también el fondo, las ideas. El año pasado se transitó eso, un peronismo en reconstrucción. No sé si renovación, pero sí replanteo. Este año vamos a una elección contra el peor gobierno de la historia nacional democrática. La declaración sobre la autodeterminación de los Keplers atrasa a nivel geopolítico miles de años. Las declaraciones de un presidente fijan doctrina de derecho internacional. No es un chiste. Es una cosa seria. A la vez, esta nueva negociación con el FMI va a traer consecuencias muy duras que nos van a costar muchísimo.
–Por primera vez en mucho tiempo en la Ciudad el peronismo va unido y con un candidato competitivo, ¿qué expectativa tienen?
–En la Ciudad venimos haciendo un trabajo hace rato de juntar distintos sectores y ampliar, de crear un peronismo bien porteño, porque tenemos una situación similar a la de Córdoba. Con las caras de Eva y Perón, más allá de que nos encanten, no alcanza para convencer a los vecinos de Recoleta o todo el corredor norte de la ciudad. En el sur es más parecido a la provincia de Buenos Aires.
–¿Y entonces?
–Se armó una lista muy buena que tiene representación de todos sectores que son la oposición a Milei. La segunda es la vicedecana de la Facultad de Medicina de la UBA, Claudia Negri, la decana que estuvo en la lucha por el presupuesto universitario. La cuarta es Mariana González, una candidata de los sectores populares de Patria Grande. Está el Pitu Salvatierra que milita en el sur de la Ciudad. El PJ de la Ciudad pensó una lista más para los porteños que para sí mismo, por eso hay expectativa de ganar. Es ahora. Es una oportunidad de ganarle al macrismo y darle un mensaje al gobierno nacional que puso a su vocero como candidato.
–¿Qué propuestas van a impulsar?
–La Ciudad está muy abandonada, podría ser potencia mundial, estar a la altura de París o Londres, y ahí entra el proyecto porteño. Es una ciudad hermosa que hoy está muy abandonada. Es un proyecto político para los porteños, que tiene su visión más popular de acompañamiento a sectores vulnerables de las comunas 4, 8 y parte de la 9, donde las necesidades son otras y como peronistas sabemos muy bien cómo encararlas. Y a la vez entender que en el distrito más rico del país, en el corredor norte, hay necesidades de clase media y alta que el PRO las cubría y hoy no lo está haciendo, como la limpieza, el alumbrado y la seguridad. El modelo del PRO históricamente había dado mensaje para esos sectores. Ahora se están peleando por la caja.
–Uno de los ejes que plantean ustedes son las “cajas”.
–Tomamos el concepto del maxikiosco. Pasó a ser la prioridad número uno del PRO la pelea entre Horacio Rodríguez Larreta y Jorge Macri, que empezó el año pasado cuando Larreta decidió lanzarse a la candidatura nacional y empiezan a pelearse por las licitaciones que terminan en empresas amigas para el arbolado o la iluminación. El Estado de la Ciudad es el más casta de todos. Tiene diez ministerios, cuesta 11 mil millones de dólares y no se encarga de los servicios públicos que están tercerizados en empresarios amigos que le financian las campañas políticas. Su prioridad es el negocio y devolverles plata de las concesiones a la política porteña. La Legislatura se volvió una escribanía de estos tipos y le votaron constantemente proyectos inmobiliarios. Propongo que los porteños recuerden una medida que haya propuesto Jorge Macri que sea trascendental o un proyecto de ley. Los ciudadanos no conocen las leyes, la Legislatura es una cosa cerrada. Yo quiero terminar mi mandato y que la gente sepa dos o tres proyectos que llevé a cabo.
–Milei ganó hablándole a los jóvenes, varones, a través de medios digitales. Vos sos un varón joven que comunica a través de su programa El triángulo de hierro. ¿Cómo se hace para recuperar ese electorado?
–Siento que el peronismo le hablaba a una generación anterior a la mía y hay que adaptarse a las nueva lógicas de comunicación. Por eso abrimos un programa de stream. No soy un streamer. Soy un militante que veo que en esos espacios había un lugar donde le podías hablar a otro público y dar discusiones que no estaban presentes junto a la doctrina peronista que tiene más vigencia que nunca y es la más moderna de todas para convencer a pibes y pibas. Hay un montón que quieren militar. Tenemos construcciones políticas en secundarios, terciarios y universidad con la JUP. No es verdad que la juventud es de Milei. Hay un montón de pibes a los que convocó y a los que va a defraudar. Y ahí vamos a tener que estar nosotros. Estoy viendo en las redes sociales que hay un montón de pibes que empiezan a bajarse del tren de Milei.