“Tomá, Juan Cruz, éste es el libro que vos querías”, le dice Pedro a su amigo de ocho o nueve años, bajo los banderines de colores de la Feria del Libro Infantil y Juvenil, en la planta baja del Palacio Libertad (Sarmiento 151). A pocos metros, dos chicas adolescentes calculan precios con sus celulares y, más allá, una nena va a upa de su padre con un enorme ejemplar en la mano. Es jueves 17 por la tarde en la segunda jornada de la Feria, que comenzó el 16 de julio y seguirá hasta el 3 de agosto. ¿Cómo no fascinarse con la lectura en papel en tiempos de multi-pantallas?

La 33º Feria del Libro Infantil y Juvenil, con entrada libre y gratuita, “es un espacio de encuentro, de imaginación y de construcción colectiva”, formulan desde la Fundación El Libro, sus organizadores. Al evento en el Palacio Libertad, con 76 expositores (entre editoriales, librerías, instituciones y distribuidoras), llegarán más de 180 escuelas a la par del público en general: a cada hora, a la par de los stands, en los pisos superiores del ex CCK hay narraciones, talleres de ilustración y de ciencia, espectáculos teatrales y más opciones para el juego y la fascinación alrededor de los libros

“Consultá toda la programación de la Feria”, se lee en el programa oficial, en papel, que viene con un Código QR para revisar las actividades del encuentro del libro para los niños y los jóvenes de cara a las vacaciones de invierno. La Feria del Libro Infantil y Juvenil arrancó de 9 a 20, pero del 19 de julio al 3 de agosto irá de 14 a 20. A las 16.30 de jueves, a los stands también llegan chicos y chicas de escuelas y las chances de ventas recién comienzan: ¿Podrá la Feria superar a la edición de 2024, en plena crisis? ¿Será positivo el balance final para los libreros?

“Está todo muy difícil. Por eso nosotros tratamos de poner ofertas y bajar un poco los precios para que la gente pueda, al menos, llevarse algún libro -señala Silvia Pais desde el stand de Colihue-. Hacemos promociones de tres por dos, o hacemos dos descuentos del veinticinco por ciento”. La vendedora de Colihue apunta algo clave: la Feria del Libro Infantil y Juvenil estará a pleno recién desde el lunes 21, cuando comiencen las vacaciones de invierno. “En los primeros días vinieron personas de Santa Fe, Neuquén, Córdoba, Mendoza y otras provincias, que tenían sus propias vacaciones, pero no tantas como en otros años”

Los títulos en la Feria son múltiples y diversos: hay volúmenes sobre historia, ficción, juegos enciclopédicos, poesía juvenil, geografía, historietas, clásicos, sorpresas y lanzamientos para todas las edades. En un stand contiguo al de Colihue, dos nenes se llevan un libro sobre dinosaurios; en otro salen los volúmenes sobre astronautas y, en el siguiente, la vendedora asegura: “Los libros de la colección de ‘Elige tu propia aventura’ de Stranger Things vuelan”. Al lado, una madre de 25 años le dice a su hijo: “Éste libro sobre chistes súper cortos está bueno. Te lo llevo”.

33º Feria del Libro Infantil y Juvenil: la lectura al alcance de los más chicos
Foto: Prensa / Sebastián Motta

Para atraer más público -y compradores- también habrá charlas para docentes, editores, estudiantes, libreros, distribuidores y demás actores del ecosistema del libro. Y este viernes 18, el discurso de apertura de la Feria, a las 18 en el Salón de Honor del Palacio Libertad, estará a cargo de la celebrada escritora María Teresa Andruetto. ¿El disparador? “Algunos resplandores para poder seguir adelante en tiempos tan difíciles”, dijo ella. Es la misma sensación que se capta, en la tarde del jueves, entre los vendedores: hay que buscar estrategias para resistir.

“Están las promociones bancarias que se ofrecen a todos los stands y después tenemos una rotación de libros en promoción, bien baratos, para generar opciones de venta”, describe Milena Feldman desde el stand del Fondo de Cultura Económica. Al fondo de la explanada del Palacio Libertad, Patricio Fayó, de la editorial Calibroscopio, detalla: “Esta primera semana está preparada para público de escuelas y comercialmente no es la más fuerte. Lo más potente comienza la semana que viene”. Fayó lleva diez ediciones en la Feria y lo sabe: “Lo más desafiante es aguantar tantos días. Nosotros vendemos cultura y eso llena mucho más que cualquier pantalla”.

A unos stands a la izquierda, Walter Marini, de Editorial Sudestada, tiene un brillo en los ojos: “Vos le das un libro a un chico y le cambiás la vida -dice-. Ellos y ellas se fascinan todavía con los libros, aun en este contexto con tantos dispositivos. Se transforman”. Las perspectivas en 2025 son claras para Sudestada: “La Feria empezó bien, pero hoy jueves ya se pinchó un poco la afluencia de público. Pensemos que la Feria agarra casi toda la segunda quincena. Veremos cuánto influyen las actividades paralelas para atraer más gente”. En estos primeros dos días “hubo bastante gente de las provincias, pero luego vendrán sólo los de Buenos Aires, que están en la lona”.

El recambio de público ocurre lentamente en el segundo día de la Feria. Alrededor de los stands llegan chicos y chicas maquillados como animales, que pasaron por la actividad “La peluquería de Manuelita”, a un costado del hall central del Palacio Libertad. Otros ya volvieron del espectáculo de narración oral “Para escucharte mejor” -en el cuarto piso- y de los experimentos con el agua y con el aire, a cargo de Melquíades -en el primero-. Habrá que activar el Código QR del programa de mano para saber qué se viene: la Feria toma su pulso en el exCCK.

33º Feria del Libro Infantil y Juvenil: la lectura al alcance de los más chicos
Foto: Prensa / Sebastián Motta

Horas antes, la Presidenta de la Comisión del Libro Infantil y Juvenil en la Fundación El Libro, Gabriela Pérez, le dijo a Tiempo Argentino: “Las expectativas es que vengan mayor cantidad de chicos a edades más tempranas y que los jóvenes también nos sigan eligiendo: como no quieren compartir espacios con las infancias, siempre tratamos ver de qué manera logramos que no se vayan. Incluso desde la Fundación estamos viendo si podemos separar las dos ferias en 2026”. Sobre todo “porque el crecimiento de lectores en ambas franjas etarias no se detiene. Los libros infantiles y juveniles siguen siendo el sector de la industria editorial que más ha crecido en estos últimos quince años”.

En 2024 había sido ardua la negociación entre la Fundación El Libro y el gobierno nacional para que se autorizara la Feria en el Palacio Libertad. Este año todo funcionó con mayor velocidad. Gabriela Pérez lo pone en palabras: “El nuevo presidente de la Fundación El Libro, Christian Rainone, es un editor de libros infantiles y conoce perfectamente cómo es el movimiento y la promoción para el sector. Christian llegó para tratar de encontrar puntos en común y diálogo con el gobierno. Y hubo un acercamiento, más allá de las diferencias que podemos tener en las políticas culturales”.

¿En qué sentido fundamental? “Es algo de público y notorio conocimiento -dice Pérez-. Nosotros consideramos que para que los libros lleguen a los chicos y jóvenes de todo el país es clave la presencia y la ayuda del Estado. Por eso mismo confiamos en que, en algún momento, el gobierno nacional pueda ser consciente de esto y, en consecuencia, pueda rever ciertas decisiones respecto de los libros y la cultura en general”.

La Feria y los programas Librero Amigo y Bibliotecario Amigo

En tanto, en la 33º Feria del Libro Infantil y Juvenil planearon, desde la Fundación El Libro, “dos acciones que ayudan mucho al expositor -explica Pérez-: se trata de los programas Librero Amigo y Bibliotecario Amigo, que sirven para que se adquieran libros con un 50 por ciento de descuento. También tenemos promociones especiales para docentes: ellos, como los bibliotecarios y los padres, son los mediadores más importantes entre los chicos y los libros”.

Y la Feria prosigue su marcha en el segundo día: hay una muestra inmersiva sobre María Elena Walsh en uno de los pisos superiores y en otro se dispone un inspirador Laboratorio de Arte. Los chicos maquillados siguen llegando a la planta baja con sus padres y los libreros exponen sus mejores volúmenes en busca de un triunfo de venta. ¿Lo conseguirán? Como dice Walter Marini, de Editorial Sudestada: “Uno siempre viene con todas las expectativas, pero aún no sabemos cómo será el resultado. Quizá el último fin de semana nos sorprenda. Pero la realidad no deja de incidir, para todos, en esta Feria”.