Flybondi admitió ante la Comisión de Valores de Estados Unidos -a la que le debe pleitesía por operar en Nasdaq– haber sido advertida por la autoridad aeronáutica por realizar tareas de mantenimiento en su taller inhabilitado en Ezeiza. En un hilo de tuit, un usuario detalló y documentó que la empresa low-cost también incurrió en varias omisiones.
Según informó @gdoggba, la empresa puntualizó que su taller había sido suspendido por la ANAC el 4 de octubre por fallas en “la trazabilidad de consumibles, el almacenamiento de herramientas, la preservación de productos, la iluminación, el control de temperatura y humedad y el orden general de la instalación”.
Tal como había indicado oportunamente Tiempo Argentino, el fiscal federal Carlos Rívolo denunció a la cuestionada low-cost y a funcionarios de la ANAC, tras constatarse que la empresa no había acatado la suspensión y continuó con tareas de mantenimiento en el taller clausurado. El hecho fue documentado en actas e inspecciones oficiales.
Flybondi aceptó ante la SEC que “la ANAC señaló que ciertas actividades de mantenimiento se llevaron a cabo dentro de la parte de la instalación de Ezeiza sujeta a la suspensión y, en un aviso fechado el 2 de noviembre de 2024, instruyó a Flybondi a cumplir con la orden”.
Según resumió @gdoggba, la empresa también relató que la ANAC le pidió un plan de remediación, que fue aceptado el 14 de noviembre. Lo que se supo luego en la denuncia penal presentada por el fiscal es que los inspectores técnicos rechazaron ese plan por insuficiente y que la decisión de levantar la suspensión fue tomada sin su aval.
En el escrito en manos de la SEC, Flybondi aseguró que no se omitieron tareas críticas de mantenimiento. Sin embargo, varios técnicos declararon que sí hubo omisiones y errores que podían comprometer la seguridad operacional, como tornillos sin torque y fallas no corregidas.
La empresa de bajo costo también prefirió no mencionar que llegó a poner en el aire a al menos un avión que, según actas oficiales, tenía un parabrisas mal sellado, lo cual contradecía instrucciones del fabricante y afectaba la aeronavegabilidad. Los inspectores de ANAC lo consideraron un riesgo grave.
Además, Flybondi evitó referirse a que hubo inspecciones donde se constataron incumplimientos reiterados. En efecto, la denuncia penal relata que los inspectores pidieron ser apartados del caso al sentirse ignorados en sus recomendaciones, un hecho inédito dentro de la ANAC.
Flybondi sostuvo en el documento que todo el trabajo realizado durante la suspensión fue recertificado conforme a la normativa. Pero no mencionó que, según actas oficiales, algunas tareas fueron mal recertificadas o presentaban registros incompletos.
La presentación de Flybondi aseveró que la ANAC “no ha propuesto sanciones”. Pero lo cierto es que el propio jefe del área de talleres de ANAC dijo nunca haber visto un caso tan grave y que hubo múltiples pedidos formales a sus superiores para sancionar y suspender a la empresa.
La low-cost indicó que en respuesta a este evento bifurcó su estructura de liderazgo operacional y designó a un Director de Operaciones en Tierra. La verdadera razón de este nombramiento fue omitida ante la prensa, atribuyéndola sólo a la búsqueda de “una gestión más efectiva”.
«Mientras, los técnicos de ANAC dicen que éste fue el caso más grave que hayan visto en años, Flybondi cree que todo queda resuelto con una reorganización interna. A esta altura la connivencia de las autoridades de ANAC con la empresa es innegable. Resta ver qué hará la justicia», concluye el hilo de Twitter.