En septiembre, el barrio porteño de Parque Chas cumplirá sus primeros cien años de vida. Esta zona de calles cirvilíneas y manzanas atípicas, conocida como «laberinto de calles», es un oasis dentro del ruido y el aturdimiento capitalino, aunque ahí también están llegando las torres para volar cualquier identidad que quiera destacarse con su singularidad urbana. Incluso pasando por encima de construcciones históricas. En una de ellas, sin embargo, la justicia acaba de poner un freno: ordenó parar la demolición del último chalet que se conserva del primer loteo de Parque Chas.

Este barrio porteño desarrolla sus días al lado de Agronomía. Se originó en 1925 cuando la familia Chas subdividió terrenos para construir esos particulares chalets que le dieron un tono diferente a la zona respecto a los alrededores. Se trataban de tierras que pertenecieron a la «Chacarita de los jesuitas», orden religiosa que sufrió su expulsión en 1767.

El diseño del barrio perteneció a los ingenieros Armando Frehner y Adolfo Guerrico: combina la propuesta radiocéntrica con el amanzanamiento ortogonal (calles en ángulo recto), y responde a los postulados del urbanismo inglés para el trazado de ciudades-jardín. Se las denominaba “Parques”.

Ahí surgió en su primera época fundacional el chalet ubicado en la calle Ávalos N° 1780, esquina La Pampa N° 5204. Un siglo después, lucha por sobrevivir. El último de ese primer lote.

En ese marco, la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad hizo lugar parcialmente a una apelación presentada por la Asociación Civil Observatorio del Derecho a la Ciudad e impulsada por la candidata a legisladora, la ingeniera Eva Koutsovitis, que había cuestionado la decisión de un juez de primera instancia que rechazó una medida cautelar para detener la demolición del inmueble.

«Un fallo histórico»

La asociación buscaba la nulidad de las decisiones del Gobierno de la Ciudad (GCBA) y del Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales (CAAP) que desestimaron la protección patrimonial del chalet, así como la suspensión de cualquier permiso de demolición u obra.

Argumentan que este chalet es el último sin modificaciones desde el primer loteo de la zona y que posee valor arquitectónico, histórico y cultural. Denunciaron falta de fundamentación en la desestimación del valor patrimonial y ausencia de participación ciudadana en el proceso. Algo que suele ser una constante en las demoliciones de edificios y casas patrimoniales.

La Cámara revocó parcialmente la decisión anterior y ordenó de forma cautelar al GCBA suspender todo permiso de demolición o construcción en la propiedad.

El tribunal señaló que la evaluación del CAAP, según la documentación disponible, no consideró todos los criterios de valoración que exige el Código Urbanístico, particularmente los aspectos histórico-cultural y ambiental.

Y estableció un plazo máximo de 10 días para que el CAAP elabore y acompañe a la causa un nuevo dictamen fundado, junto con los informes y documentos que hayan servido de base para su evaluación (si es que existieron).

El abogado Jonatan Baldivieso, patrocinante de la organización, contó a Tiempo: «es un fallo judicial histórico que expone la estrategia del gobierno para impulsar la especulación inmobiliaria a costa del patrimonio urbano. La justicia desveló este caso, pero que se puede universalizar a muchos, donde se realizan evaluaciones patrimoniales deficientes de los inmuebles para justificar su demolición».

«Se revela que los organismos encargados de proteger el patrimonio emiten dictámenes con fundamentos insuficientes, ignorando dimensiones clave en sus análisis. El caso del barrio Parque Chas sienta un precedente sobre cómo miles de inmuebles valiosos han sido desestimados para su protección en los últimos años. De esta forma, la justicia expone la negligencia de los organismos de consulta obligatoria en la protección del patrimonio urbano, favoreciendo la demolición y la especulación inmobiliaria», acotó.

«Borrar toda huella de nuestra memoria»

El inmueble de la calle Ávalos N° 1780 esq. La Pampa N° 5204, en la Comuna 15, es el último de los chalets que se mantiene sin modificaciones del primer loteo del barrio Parque Chas. La arquitecta Magdalena Eggers, Magister en Historia y Cultura de la Arquitectura y la Ciudad por la Universidad Torcuato Di Tella y que tuvo al Barrio Parque Chas y su irrupción en la grilla porteña como tema de tesis, destacó que el barrio Parque Chas «fue el único y gran emprendimiento privado que a principios del siglo XX osó romper la cuadrícula porteña estipulada por la Oficina de Obras Públicas en el plano de 1904».

El Doctor Vicente Chas logró aprobar en 1925 en el Consejo Deliberante la Ordenanza que autorizó el trazado laberíntico que lo caracteriza, y al año siguiente, siguiendo los preceptos europeos, realizó un loteo sobre el sector norte del barrio con edificaciones a construir con estos parámetros: «estableció una serie de exigencias como la de dejar 3 metros de jardín al frente, prohibir la construcción de negocios en el interior del barrio… todo con una impronta pintoresquista que acentuaba las características residenciales».

Ofreció cien lotes a la venta, en los cuales se construyeron alrededor de 80 chalets. El proyecto era de los arquitectos Zapiola, Acosta y Froio, los mismos que diseñaron y construyeron por esos años numerosos chalets de estilo inglés, muchos de ellos en City Bell para la desarrolladora de José P. Guerrico, creador de la ordenanza de barrios parque en la ciudad de Buenos Aires.

Frenan en la justicia la demolición del último chalet conservado del primer loteo de Parque Chas

«Con el correr del tiempo, todos los chalets fueron sufriendo modificaciones, salvo el de la esquina de Ávalos y La Pampa. Con una gran visibilidad debido a su ubicación, es el último bastión que nos recuerda ese primer gran loteo. El folleto de propaganda de esa gran venta justamente mostraba el modelo elegido para esa esquina», apuntó.

Y se refirió al inmueble en cuestión, por el que falló el tribunal porteño: «desde hace años esa casa se encontraba en venta y semi abandonada, y fueron varios los intentos por comprarla para ponerla en valor. Con el cartel de ‘Vendido’ se reflotaron las esperanzas, hasta que apareció un cartel oficial con el permiso de ‘Demolición Total’. Llamó mucho la atención el hecho de que en la base de APH1 no existan registros, a pesar de ser una edificación anterior al 31 de diciembre de 1941. Motivo por el cual, ante la solicitud de Demolición Total, se consultó al CAAP si poseía motivos para catalogarla».

En una reunión virtual realizada el 22 de octubre pasado, a la que asistieron Mariano Pedulla (por la Comisión Especial de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico de la Legislatura); Carlos Susini Burmester (por el Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio); Emilio Buggiani (por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos); Diego Boyadjian (por la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo – UBA); Marcela Clot (por ICOMOS); Georgina Primo y Karen Lozzia (por el Consejo del Plan Urbano Ambiental); y la Dirección General de Interpretación Urbanística, mediante notas respaldatorias de dicha votación –que no se encuentran publicadas en la página web– se recomendó «desestimar» la propuesta de catalogación del inmueble.

Sostuvo que de los criterios que debe evaluar la CAAP, el primero es el valor arquitectónico: «en este caso, el modelo pintoresquista planteaba un diseño de avanzada, con baño interior y dormitorios bien iluminados, muy alejado de las típicas casas tipo “chorizo” de la época, y que los arquitectos Zapiola, Acosta y Froio conocían muy bien de los modelos europeos».

El segundo es la ubicación, el entorno urbanístico del edificio: «Tanto en esa cuadra como en las siguientes y a lo largo de la calle La Pampa, existen numerosos ejemplos de este tipo de arquitectura aunque mayormente modificados. Salvo un grupo próximo a la calle Andonaegui que posee protección a nivel cautelar».

El tercer criterio es el de la relevancia histórica o cultural, lo que hace que un edificio que no tiene un gran valor material sea preservado: «este es el punto más importante, el significado de un primer gran loteo de un nuevo barrio, que en los años siguientes el rematador G. G. Grosso promocionaría como único en Sudamérica».

Y acotó: «es llamativo también tanto apuro del propietario en demoler la construcción, ya que no posee ningún tipo de autorización a construir aún. Apenas se ha presentado una consulta a la Dirección General de Interpretación Urbanística, por ser una urbanización especial (U39), dadas las características del barrio ya mencionadas. Estimamos que quieren borrar toda huella de nuestra memoria para poder así plantar una edificación maciza como las que pululan ya en cualquier barrio de esta ciudad”.

Frenan en la justicia la demolición del último chalet conservado del primer loteo de Parque Chas

Por su parte, Isabel Plante (historiadora del arte, investigadora independiente – Centro de Investigaciones en Arte y Patrimonio del CIAP, CONICET-UNSAM), también detalló: «el chalet de la esquina de La Pampa y Ávalos constituye un caso extraordinario. De las construidas contemporáneamente al trazado del barrio parque tal como fue concebido por el doctor Vicente Chas en 1925, es la única casa conservada en su estado original».

«Así, la casa en cuestión, que podríamos bautizar como el chalet histórico de Parque Chas, es el último ejemplar arquitectónico propio de la propuesta urbana que caracteriza al barrio, su concepción como barrio-parque –continuó–. No es exagerado plantear que este chalet histórico constituye una parte fundamental de la memoria de Parque Chas y de su identidad visual y urbana».

Y completó mencionando que no se trata de un petit hotel perteneciente a familias patricias o de la alta burguesía local, sino de «un sitio histórico vinculado a la expansión urbana de Buenos Aires y a su singular historia inmigratoria». Su valor extraordinario no resulta de la rareza de sus materiales, de la sofisticación de su proyecto, ni de la amplitud de sus dimensiones, «sino que radica en que forma parte del origen del legendario barrio de Parque Chas».