Las autoridades de la Franja de Gaza informaron este lunes que la cifra de personas asesinadas por el ejército israelí ascendió a 32.333.

El Ministerio de Sanidad gazatí detalló además que son 74.694 las personas heridas por los ataques de Israel, que insiste en sus planes de lanzar una nueva ofensiva sobre Rafá, en el sur del enclave, en donde más de un millón de personas se encuentra atrapada sin saber dónde refugiarse.

«La ocupación israelí ha cometido once masacres durante las últimas 24 horas contra familias en la Franja de Gaza», denunciaron las autoridades sanitarias, que cifran en 107 los muertos y en 176 los heridos por estos ataques.

Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, pidió este domingo a Israel eliminar los «obstáculos» para que entre ayuda a la Franja de Gaza, asediada y golpeada por el hambre tras más de cinco meses de guerra entre Israel y Hamás.

Fuego sobre Gaza

Los bombardeos y los combates azotan sin descanso al territorio palestino, donde la población está al borde de la hambruna por el cerco decretado por Israel desde el inicio de la guerra con el movimiento islamista Hamás.

Pese a la presión internacional, incluyendo la de Estados Unidos — principal aliado de Israel — no se han registrado avances significativos para el establecimiento de una tregua.

En el terreno, los combates continúan. En las últimas 24 horas, se registraron 84 muertos más en Gaza, según el Ministerio de Salud de este territorio.

Guterres, de visita en Egipto, país que comparte frontera de Gaza, afirmó este domingo que «es necesario que Israel elimine los últimos obstáculos» para que pueda entrar ayuda al territorio palestino.

El máximo responsable de la ONU pidió además un «alto el fuego humanitario inmediato» durante una rueda de prensa en El Cairo junto al canciller egipcio, Sameh Shoukry. «De un lado de la frontera vemos camiones humanitarios hasta donde alcanza la vista, del otro un desastre humanitario que empeora cada día», afirmó.

Por su parte, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) reclamó el domingo que Israel le prohibió entregar ayuda en el norte del país, donde el riesgo de una hambruna es mayor.

La víspera, Guterres visitó el paso fronterizo de Rafah, a las puertas de Gaza. El paso terrestre entre Egipto y Rafah es el principal punto de entrada de ayuda humanitaria, pero esta asistencia apenas entra a cuentagotas para los 2,4 millones de gazatíes.

«Mirando a Gaza, casi parece que los cuatro jinetes [del Apocalipsis], la guerra, el hambre, la conquista y la muerte, estén galopando por ella», declaró Guterres.

«El mundo entero reconoce que ya es hora de silenciar las armas y garantizar un alto el fuego humanitario inmediato», agregó.

Hospitales asediados

La guerra se desencadenó el 7 de octubre por el ataque de Hamás en Israel, que dejó unos 1.160 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos israelíes.

Los milicianos islamistas también tomaron 250 rehenes, de los cuales Israel cree que unos 130 siguen en Gaza, incluyendo 33 que habrían muerto.

El gobierno israelí es objeto de una creciente presión internacional para reducir sus bombardeos y frenar su ofensiva terrestre en Gaza que, según el Ministerio de Salud del territorio, ya se ha cobrado la vida de 32.226 personas, en su mayoría mujeres y niños.

gaza hospital
Palestinos reciben atención médica en el hospital Kamal Edwan al norte de Gaza. 194 personas resultaron muertas luego de que fuerzas israelíes abrieron fuego sobre una multitud que recibía comida al lado de camiones de provisiones.
Foto: AFP

La Media Luna Roja Palestina señaló este domingo que el ejército israelí lanzó operaciones en otros dos hospitales en Jan Yunis, en el sur del enclave, además de la incursión que lleva a cabo desde el lunes en el de Al Shifa, en el norte.

Vehículos militares llegaron cerca de los hospitales de Nasser y Al Amal, indicó el organismo, que también dio parte de «intensos» bombardeos.

El ejército israelí confirmó haber lanzado una operación en el barrio de Al Amal, pero negó haberla realizado dentro de los centros hospitalarios, donde alegan que los combatientes de Hamás tienen sus bases de mando.

Más al oeste, en Rafah, Hasan Zanoun miraba con desolación los restos de su casa. «Mis hijos y yo dormíamos aquí», relató.

«Me sorprendió que no escucháramos el sonido de ningún cohete y de repente todo se derrumbó sobre nuestras cabezas, las bombas y los gritos», dijo.

«Profundas divergencias»

Estados Unidos, Catar y Egipto intentan mediar en una nueva tregua que permita dar más asistencia humanitaria a la población de Gaza y liberar los rehenes retenidos por Hamás.

El jefe de la inteligencia de Estados Unidos, Bill Burns, y el director del Mosad israelí, David Barnea, dejaron Catar el sábado para informar a sus respectivos gobiernos sobre la última ronda de conversaciones, indicó una fuente cercana a la negociación bajo condición de anonimato.

Hamás informó a mediados de marzo que estaba dispuesto a una tregua de seis semanas, que incluyera la liberación de rehenes a cambio de palestinos presos. Pero un alto dirigente del movimiento indicó el sábado a la AFP que persisten «profundas divergencias» para alcanzar un acuerdo.

Uno de los puntos de fricción es que Israel anunció que lanzará una ofensiva en Rafah para lograr una victoria «total» sobre Hamás, pese a las advertencias de Estados Unidos.

En esta ciudad en el extremo sur de Gaza se hacinan 1,5 millones de palestinos, en su mayoría desplazados por la guerra.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, replicó el viernes que esperan lanzar esta ofensiva con o sin el apoyo de Estados Unidos.

El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió por su parte a Netanyahu que cualquier «traslado forzoso de población» constituiría un «crimen de guerra».