«Nadie es kirchnerista gratis«, aseguró el ministro de Economía Luis Caputo, en una entrevista cedida al periodista militante Jonatan Viale, en el canal oficialista La Nación+. Caputo se refirió de esa forma al hablar del dirigente social Juan Grabois, a quien acusó de malversar fondos públicos, por un monto cercano a los 500 mil millones de pesos.

Grabois respondió a través de redes sociales y acusó a Caputo de realizar «una operación de desprestigio» en su contra para «sacarle presupuesto a los barrios populares«, luego de que se difundieran datos acerca del supuesto manejo irregular de un fondo millonario que administró la exsecretaria de Integración Socio Urbana Fernanda Miño.

«Tercer día de mentiras. Evidentemente lo que Caputo quiere es sacar el presupuesto de los barrios populares para ponerlo en la timba financiera. Los movimientos sociales no manejan cajas. El Estado se organiza y tiene funcionarios que pueden provenir de una empresa como Caputo o (Federico) Sturzenegger o de movimientos sociales como Fernanda Miño», explicó Grabois en un video que difundió en X.

Grabois, quien fue precandidato a presidente de Unión por la Patria (UxP) en las últimas elecciones primarias, expresó que las acusaciones forman parte de «una operación de desprestigio» por «liderar la resistencia al Gobierno y denunciar penalmente a Sandra Pettovello (la ministra de Capital Humano) por abandono de persona e incumplimiento de funcionario público sobre la cuestión alimentaria».

«Antes decían que La Nación o Clarín con una tapa volteaban un gobierno; ahora, no pueden hacer ni siquiera que la gente me putee«, afirmó Grabois.

En este sentido, el dirigente remarcó que «todos los funcionarios tienen un pasado» y señaló que «sino uno podría decir que como Sturzenegger trabajó para el Citibank, el Citibank maneja la Argentina».

«Yo funcionario no fui, Fernanda Miño responde a los intereses de los villeros, no a los intereses de Juan Grabois«, afirmó

Por último, Grabois destacó que el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU) bajo manejo de Miño se utilizó en un programa llamado «Mi Pieza», que durante su vigencia brindó asistencia económica a mujeres mayores de 18 años y residentes en barrios populares para refacciones, mejoras y/o ampliaciones de sus viviendas ante situaciones de hacinamiento crítico.