Keraná es el nombre de una yaguareté, y también un símbolo de la conservación animal en nuestro país. Se sabe que el yaguareté es uno de los animales icónicos de la Argentina. Eran millones, pero hace décadas la acción del hombre (cazándolo o afectando el ecosistema, por ejemplo con desmontes, o quitándole su alimento) generó que esté en peligro crítico de extinción. Para revertir la situación en las últimas se dio un paso fundamental: después de 35 años una yaguareté hembra pisó suelo chaqueño.

El pasado viernes, las puertas del Centro de Reintroducción del Yaguareté en el Parque Nacional El Impenetrable (Chaco) se abrieron para dejar pasar a Keraná. Le seguirá Nalá, la hija del yaguareté silvestre Qaramta y la hembra de cautiverio Tania, nacida en los corrales del Centro.

El proyecto es encabezado por la Fundación Rewilding Argentina, Proyecto Yaguareté, Parques Nacionales (aunque hoy la administración no tiene todas las autoridades nombradas por el actual gobierno) y la gobernación de Chaco, desde la anterior gestión de Jorge Capitanich, y que hoy sigue con la nueva administración.

«La recuperación del ambiente en El Impenetrable y el mejoramiento de la calidad de vida y la economía de sus habitantes es una política de estado que vamos a potenciar. El retorno del yaguareté es un símbolo de prosperidad de los parajes y pueblos vecinos al parque nacional. El monte y su vida silvestre son parte de nuestra cultura y ahora, a través de su conservación, también de nuestro desarrollo», planteó el actual mandatario provincial, Leandro Zdero.

Desde Rewilding remarcan que estas liberaciones «marcan un hito en el proyecto de conservación que busca salvar las poblaciones del depredador tope en esta región, donde tuvo una presencia muy abundante hasta finales del siglo XIX».

Y citan al explorador Arthur Dobson, uno de los numerosos viajeros que dejaron testimonios de ello. «Hemos visto no menos de veintisiete tigres en tres días», escribió Dobson en 1899 durante una recorrida por un sector del río Bermejo donde hoy se emplaza el Parque Nacional El Impenetrable.

Actualmente, quedan menos de diez yaguaretés confirmados en el millón de kilómetros cuadrados de extensión del Gran Chaco argentino, y hasta el viernes todos eran machos. «La reintroducción de hembras promete ser crucial para recuperar al principal depredador de Sudamérica en este bosque seco que abarca Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia, uno de los ecosistemas más amenazados del mundo», acotan. Aunque continúa siendo en buena medida desconocido y desprotegido, el Chaco es el segundo ecosistema más importante en términos ecológicos en Sudamérica, detrás del Amazonas.

La aparición de Qaramta y una nueva oportunidad para el yaguareté

En 2019, el hallazgo de una huella de yaguareté en el Parque Nacional El Impenetrable inició un ambicioso proyecto de recuperación de la especie. Para confirmar el registro colocaron cámaras trampa en la zona hasta terminar filmando —por primera vez— a un yaguareté en libertad en el Chaco argentino. «Gracias a diversas acciones de manejo activo, incluyendo la incorporación de hembras de cautiverio para atraerlo y mantenerlo dentro del área protegida, el equipo de Rewilding Argentina junto a Proyecto Yaguareté logró capturar a Qaramta y colocarle un collar satelital que permite su monitoreo», explican.

El siguiente paso fue la construcción de grandes corrales dentro del Parque Nacional, donde se logró cruzar a Qaramta con una hembra de cautiverio, algo que nunca se había hecho en el mundo con un gran felino. Dio sus frutos: de la unión de Qaramta y la yaguareté Tania nacieron Nalá y Takajay, una hembra y un macho respectivamente.

Paralelamente, comenzaron a traer animales silvestres de otras regiones del Chaco paraguayo, como Keraná.

El Futuro del Yaguareté en el Chaco Seco Argentino

Hoy, el proyecto llevado adelante por Rewilding Argentina, la Provincia del Chaco y la Administración de Parques Nacionales cuenta con animales de diferentes orígenes para liberar: individuos silvestres, como Keraná, y los descendientes de Qaramta y Tania, como Nalá, la hembra que será liberada próximamente.

Keraná es una hembra huérfana que fue rescatada en el Chaco paraguayo por el Establecimiento Faro Moro y el Ministerio de Ambiente de ese país. «Su liberación marca un hito decisivo en este proyecto que, además de devolver al ecosistema una especie clave para su salud y funcionalidad, está generando nuevos ingresos para las comunidades locales a partir del posicionamiento de la región del Parque Nacional El Impenetrable como un santuario de vida salvaje y un reconocido destino de turismo de naturaleza», subrayan.

Al consolidarse la presencia del yaguareté, se espera que los habitantes del Impenetrable puedan beneficiarse todavía más de las crecientes visitas de turistas que buscan la posibilidad de ver en libertad a esta especie tan carismática, que en regiones como Pantanal moviliza millones de dólares al año. De esta manera la región recupera una especie clave para la salud y la belleza de este frágil ecosistema, y un importante atractivo para los amantes del avistaje de fauna silvestre y el turismo de naturaleza en general.

«La liberación de Keraná forma parte de una visión más grande, en donde la fauna nativa que regresa, como el yaguareté, la nutria gigante y la tortuga yabotí, se convierte en el principal atractivo que atrae a visitantes del mundo a El Impenetrable y moviliza una economía local y restaurativa cuyos principales beneficiarios son las comunidades vecinas del parque», completan. La otra pata esencial del proyecto es el aporte activo de la comunidad: hombres y mujeres locales son los que ofrecen servicios de turismo de naturaleza y productos artesanales, diversificando una economía históricamente postergada.