Con la presencia de Adolfo Pérez Esquivel y un mensaje de Estela Carlotto, el Patronato INCA, delegación en la Argentina de la Confederación General Italiana del Trabajo, homenajeó a Enrico Calamai, diplomático que, como vicecónsul italiano en Buenos Aires, salvó a más de 300 personas de la ferocidad de la última dictadura militar. En un acto en la sede porteña de Foetra, se le otorgó el título de Socio Honorario para rescatar su figura y el compromiso para lograr sacar del país a cientos de militantes que eran perseguidos por el Terrorismo de Estado.
“Este reconocimiento llega casi cincuenta años después de aquellos sucesos y revaloriza a una de las figuras italianas más valientes y, quizás, menos conocidas del siglo XX”, señalaron desde el Patronato Inca, donde Claudio Marin -secretario general de Foetra- también recordó la lucha clandestina durante toda la dictadura. La ceremonia contó con la presencia de un grupo de sobrevivientes, de Pérez Esquivel y de Alfredo Llana, presidente del INCA Argentina. Conectado por videoconferencia, Calamai recibió el título honorífico de parte de LLana y de la coordinadora de la entidad, Daniela Masini.

En el homenaje, los organizadores también leyeron un texto enviado por Estela Carlotto. “Quiero estar con ustedes para celebrar a este hombre extraordinario, que tanto hizo por los activistas perseguidos por la brutal dictadura que asoló nuestro país entre 1976 y 1983. Enrico es una persona que merece este homenaje, y debemos celebrar su historia y su lucha”, escribió la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo. La presidenta de Madres Línea Fundadora, Taty Almeida también mandó también un cálido mensaje a “nuestro muy querido compañero Enrico”.
El «Cónsul de los Desaparecidos»
En 1976, Calamai tenía 31 años y era cónsul de Italia en Buenos Aires. Desde ese lugar pudo sacar del país a más de 300 perseguidos políticos. Les dio refugio en un cuarto del consulado, les hizo pasaportes italianos y los envió al país europeo para convertirse en un héroe silencioso en tiempos atroces. “El título honorífico otorgado por el INCA cobra un significado aún más profundo al ubicarlo en el contexto histórico en que actuó Calamai. En un clima de terror, tres italianos en Buenos Aires se confabularon y, sin protección alguna, crearon una red clandestina de rescate: ”, recuerdan Patronato INCA sobre la acción de Calamai, junto al periodista del Corriere della Sera, Giangiacomo Foà y el en ese entonces presidente del INCA Buenos Aires, Filippo Di Benedetto.
La ceremonia fue también un motivo para mantener viva la memoria sobre una red de solidaridad que, en la década de 1970, arriesgó sus vidas para salvar a otros. “El título de Socio Honorario de Calamai es un reconocimiento al valor cívico de quienes, representando al Estado italiano en el extranjero, decidieron no ignorar una de las peores tragedias del siglo XX”, remarcaron desde Patronato Inca.. «Su compromiso con la defensa de la vida es un hito imborrable en la historia de nuestra asociación, nuestra comunidad y nuestra sociedad», sostuvo Llana ante el público que se acercó a Foetra, entre ellos Damián Loreti, abogado y doctor en comunicación vinculado desde hace años a referentes de la izquierda italiana.
La actividad también contó con la participación a distancia del responsable del INCA CGIL para el Exterior, Giuseppe Peri. Desde Roma, el cierre estuvo a cargo de Michele Pagliaro, presidente de INCA CGIL. «Durante ochenta años, INCA ha protegido los derechos de los ciudadanos, tanto en Italia como en todo el mundo, a menudo en contextos difíciles, siempre del lado de la libertad y la dignidad humana», afirmó.
«La historia del INCA Argentina, fundado por exiliados antifascistas y luego obligado a resistir otra dictadura, nos recuerda que nuestro Patronato nació como un bastión democrático. Hoy, como entonces, nuestro compromiso no es solo con los italianos en el extranjero, sino con todos aquellos a quienes se les niegan derechos, justicia y protección”, dijo como para vincular el homenaje a Calamai con los desafíos de este presente cruel.
